Oleaje urbanizador: las marejadas y la eliminación de arrabales en Arecibo 1940–1956

The Urbanizing Waves: Storm Surges and the Elimination of Slums in Arecibo 1940-1956 

Raemond A. Ortiz Pagán 
Departamento de Historia 
Facultad de Humanidades, UPR RP 

Recibido: 18/09/2025; Revisado: 19/11/2025; Aceptado: 26/11/2025 

Resumen 
En este trabajo presento y analizo las consecuencias de las marejadas ciclónicas en algunas comunidades de la costa norte de Puerto Rico, en el municipio de Arecibo. Entre 1949 y 1956, las marejadas ciclónicas provocaron el desplazamiento de las comunidades que formaban parte del arrabal La Playa. Este trabajo analiza la relación entre el nivel socioeconómico, la cultura y la instrumentalización de los fenómenos naturales. Este proyecto sigue la visión de la historia de las catástrofes.  

Palabras clave: marejada, catástrofe, Arecibo, 1949-1956 

Abstract
In this work, I present and analyze the consequences of storm surges on some communities on the northern coast of Puerto Rico, in the municipality of Arecibo. Between 1949 and 1956, storm surges displaced communities that formed part of the La Playa slum. This work analyzes the relation between socioeconomic status, culture, and the instrumentalization of natural phenomena. This project follows the vision of the history of catastrophes. 

Keywords: storm surge, catastrophe, Arecibo, 1949-1956  

Proyecto de modernización y los arrabales en Puerto Rico

Entre las décadas de los 40 y los 70, el gobierno realizó un esfuerzo por modernizar, urbanizar e industrializar Puerto Rico por completo. Estas medidas fueron influidas por el Nuevo Trato de Franklin Roosevelt, que se implementó para proteger a los Estados Unidos de las consecuencias de la Gran Depresión.i Esto se vio en cómo se vendieron terrenos a corporaciones estadounidenses y se crearon fábricas para convertir la economía de Puerto Rico de una agrícola a una industrial. Además de afectar la economía, hubo planes para crear nuevas viviendas para las clases trabajadoras, conocidas como “caseríos”.ii

Anterior a los caseríos, muchas de estas personas vivían en áreas conocidas como “zonas de arrabal” que, según el inciso 1 del Artículo 2 de la Ley sobre Eliminación de Arrabales Núm. 264 del 1945 estaban compuestas por viviendas y edificaciones antihigiénicas e inseguras, ubicadas en números excesivos en relación con el espacio que ocupaban.iii Presentes en todo Puerto Rico, los arrabales se formaron a partir de ocupaciones ilegales de terrenos para construir viviendas. Estas eran familias individuales que, a lo largo de los años, iban construyendo sus viviendas en estos terrenos y terminaban formando comunidades. Cuando escuchamos que mencionan los arrabales, pensamos en los más famosos, como El Fanguito, Barrio Obrero o los arrabales de Puerta de Tierra. Todos formaron parte de un proceso similar en el que se eliminaron y se urbanizaron para crear una nueva versión de Puerto Rico. Sin embargo, no se habla mucho de otro arrabal localizado en Arecibo (ver Figura 1), conocido como La Playa, el cual era uno de los arrabales más grandes de Puerto Rico. Estas comunidades tenían problemas de salubridad y seguridad arquitectónica, ya que muchas de las estructuras que construyeron estaban hechas de madera, zinc y otros materiales más débiles.iv v

Figura 1: Mapa Topográfico de Arecibo, Puerto Rico (1982)  
Fuente: GIFEX 

Muchas de estas zonas de arrabal, como La Playa y El Fanguito, estaban construidas en manglares y en las costas del norte de Puerto Rico. Por lo tanto, eran víctimas constantes de marejadas, tormentas, inundaciones, huracanes e incendios. Muchas de las estructuras estaban construidas sobre el agua, lo que provocaba la propagación de enfermedades, porque las personas hacían sus necesidades en la misma agua que utilizaban para otras actividades, como lavar ropa o pescar. Los desastres destruían estas viviendas con frecuencia y, cada vez que ocurría, estas familias volvían a construirlas. Se formaba un ciclo de destrucción y reconstrucción en el que las personas estaban constantemente reconstruyendo sus casas.

El proceso de modernización se fortalece y se acelera gracias a la Operación Manos a la Obra implementada por Luis Muñoz Marín cuando fue gobernador de Puerto Rico entre 1948 y 1949, una operación inspirada en El Nuevo Trato de Franklin Roosevelt.vi En estos años se empezaron a realizar proyectos de eliminación de zonas de arrabal y de construcción de más caseríos en todo Puerto Rico. También se realizaron muchas obras públicas como carreteras, acueductos, verjas, etc. En Arecibo se denominaron las barriadas Jaréales, Coléricos, Punta Borinquen, Santo Domingo y Tanamá, entre otras, como zonas de arrabal. Estas zonas fueron nombradas La Playa I, II, III y IV.vii
En un documento del Boletín de Divulgación de la Junta de Planificación, Urbanización y Zonificación de 1946 se presentan las justificaciones para la eliminación de los arrabales. Estas razones fueron, de acuerdo con ellos, por la propagación del crimen y enfermedades, amenazando la salud, la seguridad, la moral y el bienestar del puertorriqueño. La segunda razón que nos da el documento es que los arrabales imponen gastos excesivos de fondos públicos para luchar contra el crimen, proteger contra incendios y accidentes, mantener la salud y la seguridad pública, etc.viii En este documento vemos que la preocupación del gobierno por las zonas de arrabal es más bien económica. También se puede observar que, cuando expresa preocupación por el puertorriqueño, no se refiere al que vive en el arrabal, sino al que vive en el exterior.ix Esto también se nota luego en el tratamiento de las personas que viven en caseríos.
En la zona de arrabal La Playa eran comunes las marejadas. Una marejada es una ola causada por vientos fuertes en aguas profundas.x Estas olas o marejadas se desplazan rápidamente y azotan las costas de la isla. Las marejadas pueden formarse en cualquier momento; sin embargo, se producen con más frecuencia cuando hay una tormenta o un huracán. Cuando se trata de un huracán, las marejadas se llaman marejadas ciclónicas. Siendo este un fenómeno natural, especialmente común en una isla, todas las costas de Puerto Rico han sido testigos y víctimas de marejadas. Incluso se utilizaron para justificar la eliminación de las zonas de arrabal de Arecibo.

Marejadas: ciclo de destrucción

Las marejadas en el norte de Puerto Rico son comunes todo el año. Es un fenómeno natural que se convirtió en parte de nuestra cultura como puertorriqueños. Esto se evidencia en la canción escrita por Catalino Tite Curet Alonso en 1969 y grabada por Roberto Roena en 1977, titulada “Marejada feliz”. En la canción, la marejada conlleva una connotación positiva, pero en la realidad de Puerto Rico las marejadas trajeron consecuencias negativas.xi No solo con relación a la destrucción y reconstrucción de viviendas, sino también respecto del gobierno y sus proyectos de modernización. En una noticia de El Mundo del 11 de marzo de 1949, se reportó una marejada que destruyó 200 casas y afectó a alrededor de 160 familias.xii Esta marejada marcó el inicio del proceso de eliminación y modernización del arrabal La Playa. Es interesante que en esta publicación no se utilice la palabra “arrabal”, sino que se les refiere como “barriadas”. En específico, se mencionan las barriadas de Jareales, Coléricos, Punta Borinquen y Santo Domingo, todas ellas forman parte de lo que fue el arrabal La Playa. Ocho años antes, el 17 de enero, en el periódico El Imparcial se publicó una noticia sobre una marejada que destruyó un estimado de 145 viviendas.xiii Esta marejada afectó las mismas barriadas antes mencionadas; en este caso, se les denominó sectores. Es decir, entre estas dos fechas no hubo, en la prensa, por lo menos, la necesidad de crear una narrativa que abordara estas áreas como arrabales. Se empieza a utilizar el término “arrabal” en 1948, cuando el entonces gobernador Luis Muñoz Marín establece la Operación Manos a la Obra, dedicada a acelerar la eliminación de los arrabales, la construcción de caseríos y la modernización de Puerto Rico.

Entre estas dos grandes marejadas, no se cubre mucho sobre las de Arecibo en El Mundo y El Imparcial. Esto probablemente se debe a que no hubo una marejada que destruyera una gran cantidad de viviendas como las de 1940, 1941 y 1949. Además, el 30 de julio de 1940 se publica en El Imparcial que la Autoridad de Hogares de Arecibo va a construir viviendas para familias afectadas por una marejada.xiv Con esto vemos que el gobierno también se encargaba de ayudar a las familias afectadas con la construcción de viviendas. Esto es muy diferente a lo que ocurrió con la marejada del 1949, ya que no se trató de reconstruir, sino de trasladar eventualmente las comunidades del arrabal a los caseríos.
Las escuelas fueron utilizadas para proveer socorro a las familias damnificadas y, simultáneamente, se construía un nuevo caserío. El mismo reportaje crea una narrativa al hablar de los problemas del arrabal, luego de mencionar la planificación y la construcción de un nuevo caserío en Arecibo. Este caserío terminó siendo el Caserío Dr. Manuel Zeno Gandía, que se inauguró en noviembre de 1949.xv Es importante mencionar que las marejadas no fueron el único elemento que afectó el arrabal y contribuyó a su eliminación, sino que, según Wilfrido Soto de Arce, también hubo un fuerte incendio en los arrabales Arizona y Santo Domingo el 13 de enero de 1950.xvi Se quemaron entre 450 y 500 casas de madera y cartón.xvii Esto es importante porque la eliminación del arrabal no solo ocurre gracias a las marejadas, sino también por incendio. Estos dos tipos de catástrofes fueron razones suficientes para justificar la eliminación de la zona de arrabal. Estas viviendas estaban hechas de madera y cartón. Los incendios y la destrucción, gracias a las marejadas, eran de esperarse dados los materiales que utilizaron para la construcción. Es en este momento cuando el ciclo de destrucción empieza a interrumpirse y se planifica la eliminación del arrabal.
Destrucción y reconstrucción
La destrucción y reconstrucción de las viviendas en el arrabal La Playa, como ya se ha dicho, fueron algo cíclico. Todos los años se producían daños causados por este fenómeno natural. Dentro de la década de 1940 hubo tres marejadas que causaron grandes daños: una en 1940, otra en 1941 y, finalmente, en 1949, con la destrucción de aproximadamente 185, 145 y 200 viviendas, respectivamente.xviii Estas marejadas arrasaron y atacaron las mismas áreas en Arecibo y fueron tratadas de la misma forma con la excepción de la del 1949. Para estos tipos de desastre se solía llamar a la Cruz Roja para ayudar a los ciudadanos. Ellos les proporcionaban albergues bajo tiendas de campaña de la Guardia Nacional y luego les entregaban a las personas materiales para la reconstrucción de sus viviendas. En el caso de la marejada del 1940, se les proporcionaron materiales de construcción a 109 familias; también se les proporcionó ropa, lo que sumó un total de 158 familias que recibieron ayuda.xix En otra marejada en enero de 1940, la Cruz Roja también ayudó junto con otras entidades, distribuyendo 1,000 dólares para el socorro de las familias damnificadas.xx Aquí vemos entonces que el gobierno y las entidades encargadas de ayudar a las personas que eran víctimas de marejadas y vivían en zonas de arrabal también eran responsables de promover el ciclo de destrucción y reconstrucción que ocurría en los arrabales al entregar materiales para sus hogares que replicaban las mismas condiciones que antes de los desastres.
En la marejada del 13 de enero de 1941, que afectó a las mismas áreas del arrabal, en específico, los sectores “Los Colérico”, “Santo Domingo”, “Palmarito”, “Jareales” y “Barrio Obrero”, se solicitó ayuda de otras entidades, además de la Cruz Roja, como los Clubes Rotarios y de Leones, y a la Logia “Tanamá”.xxi Según el reportaje, esta marejada se utilizó para hablar de la nueva administración en Arecibo y puso a prueba al nuevo alcalde, conocido como Juan Colón Padilla.xxii Aquí vemos que se estaba poniendo un énfasis más fuerte a las ayudas que se les brindaba a las familias víctimas de desastres y menos en el aspecto social y estructural de las áreas donde viven estas familias. Durante estos años, la vida de las personas en estas zonas era de destrucción y reconstrucción constantes, al ser azotadas por las marejadas. Incluso en la publicación de esta marejada se menciona que las marejadas siguieron azotando en los días siguientes.xxiii

Marejada de 1949
En la marejada de 1949, el tratamiento fue un poco diferente en comparación con los demás ya mencionados. También estuvo involucrada la Cruz Roja y la Marina, que, en conjunto con el ejército, trajeron casetas de campaña desde Vieques para proveer ayudas a las familias afectadas. El total aproximado de afectados fue de 1,000 personas y 160 familias. La Guardia Nacional y la Cruz Roja se encargaron de proveer ropa y comida a las familias damnificadas. También, si no llegaban las casetas, se iban a utilizar escuelas; en específico, la escuela Roosevelt. Esto fue lo que terminó ocurriendo y muchas de estas familias fueron colocadas en escuelas. Mientras todo esto ocurría, las marejadas siguieron arrastrando otras casas del área.xxiv Lo más importante que se menciona en el periódico del 11 de marzo de 1949 es que “es un problema de arrabal” y que el alcalde de Arecibo, Darío Goitía, dijo que el problema de arrabal nunca había sido tratado de la forma debida por las autoridades.xxv Esto lo vemos en los casos de las otras marejadas, donde se les dio los materiales para seguir reparando sus viviendas. Se empezó a hablar de la posibilidad de transportar a personas del arrabal a los caseríos. El 17 de marzo de 1949, una comisión del Senado visitó la zona de desastre de Arecibo. Ese mismo día se reportó que los terrenos serían adquiridos por la Autoridad de Hogares y que se prohibiría la construcción de cualquier edificación en la zona afectada por las marejadas.xxvi En un reportaje del 12 de marzo de 1949, el gobernador Luis Muñoz Marín considera que el uso de escuelas para la protección de las familias damnificadas es vicioso, ya que había caseríos donde estas personas podían quedar.xxvii Aquí vemos que se aprovecha el desastre para anunciar y promover el proyecto de modernización que ya estaba en marcha. La marejada llegó y, con ella, se llevó las viviendas y el espíritu de las personas que habitaban el arrabal. La marejada trajo la urbanización que el gobierno tanto quería para Puerto Rico.

Desastre y eliminación

Ya entonces se hablaba de la eliminación del arrabal La Playa y del traslado de las personas que vivían en esta zona a los caseríos. Según Soto de Arce, la Playa estaba dividida en cuatro secciones: I, II, III y IV. En Playa I estaba Jareales, Rabo del Buey y Palmarito; Playa II y III cubrían espacio desde la calle Alejandro Salicrup y parte de Palmarito al este y varias calles como la plaza del mercado, la cárcel municipal, La Trocha, Punta Borinquen y calle Andrés Oliver en el oeste. Finalmente, la Playa IV incluía San Luis, Los Coléricos y la Urb. García, desde la calle Andrés Oliver al este, hasta el reparto Duhamel al oeste.xxviii Los vecindarios de Arizona y Santo Domingo fueron destruidos por el incendio del 13 de enero de 1950.xxix En 1952 se realizaron en Arecibo unas vistas públicas en las que se presentó el plan de eliminación y renovación urbana.xxx La ley que permite la eliminación de zonas de arrabal se conoce como la Ley Núm. 264 del 14 de mayo de 1945, llamada “Ley sobre Eliminación de Arrabales”. Esta ley le d a permiso a la Autoridad sobre Hogares de Puerto Rico para declarar un área como zona de arrabal y eliminar la zona. La zona declarada debe cumplir con los requisitos de lo que se considera un arrabal: una zona llena de casas de bajo costo, peligrosas, comunidades con alto nivel de crimen, falta de educación y de salud.xxxi Con esta ley, la Autoridad sobre Hogares de Puerto Rico declaró la barriada La Playa como zona de arrabal.xxxii Según el reportaje de la vista pública, esta zona llegaba desde Jareales hasta Los Coléricos, donde vivían 750 familias, de las cuales 608 eran elegibles para vivir en lo que terminaría siendo el residencial El Cotto.xxxiii Las 128 familias que no eran elegibles tenían ingresos demasiados altos para poder ser trasladados a caseríos, por esta razón a estas personas se les aplico un plan similar a la Federal Housing Administration para que fueran dueños de propiedades que costaban para la época 3,000 dólares o más.xxxiv Aquí podemos ver que, aunque muchas de las casas fueron arrastradas al océano dentro del arrabal, estas casas presumiblemente eran de las familias que sí eran elegibles para vivir en caserío; las otras viviendas que eran de personas con más recursos también se eliminaban, aunque no tuviesen ningún tipo de daño. Muchas de estas viviendas tenían servicio de agua y electricidad y estaban construidas en cemento.

De parte de las personas que vivían en La Playa hubo una resistencia hacia la idea de eliminarla, pues estos terrenos entonces podían ser vendidos a personas de altos recursos, como detalló la señora Lugo, y que también las personas iban a estar lejos de los centros comerciales y que por lo tanto el traslado de estas personas al caserío iba a empeorar sus situaciones económicas. Esto ella lo dijo con el apoyo del licenciado Reyes Delgado.xxxv En un reportaje de 1955 se informa que en el arrabal se eliminaron alrededor de 5,000 viviendas, con una población aproximada de 25,700 personas en total, que ocupaban 143 acres de terreno.xxxvi Menciona también que otros arrabales que se estaban eliminando eran “Punta Brava” con 463 viviendas; el Caño, 84 viviendas; La Puntilla, 84 viviendas; El Coto, 125 viviendas; Jareales, 361 viviendas; Los Coléricos, 409 viviendas; y en el cementerio, 75 viviendas. Lo que planificaban hacer era lotificar solares de 300 metros y construir caseríos en el mismo terreno donde se eliminaba el arrabal. Según Karen Noemí Herrera Valencia, este espacio ahora está ocupado por la Avenida Víctor Rojas.xxxvii El arrabal se eliminó y lo único que queda es una simple carretera, un área donde las marejadas del pasado siguen azotando hacia el presente, deteriorando la costa hacia el futuro.

El gobierno y la zona de arrabal
El terreno dentro de la zona de arrabal tenía varios propietarios que fueron afectados por la eliminación del mismo.xxxviii Estos fueron el doctor José Oliver, dueño de 8,160 metros cuadrados, la “Caribbean Engineering Company” con 17,400 metros, algunos dueños individuales y el Gobierno Municipal. Estos son los mismos terrenos donde vivían los habitantes del arrabal. El 26 de enero de 1953, Raphael Pico le envió una carta al Sr. Francisco Pagán Román. En esta carta, Picó le responde a una comunicación del 7 de enero sobre la Urbanización Oliver de Arecibo. Esta urbanización probablemente cae dentro del terreno de José Oliver y, por lo tanto, fue parte del arrabal La Playa. La carta le comunica que la urbanización Oliver será eliminada por sus características indeseables.xxxix Sin embargo, según los vecinos, aunque había algunas viviendas deterioradas, muchas de las casas ubicadas allí estaban construidas en concreto y tenían servicio de agua y electricidad.

En la publicación de El Imparcial del 28 de enero de 1953 salió una carta dirigida al Dr. Rafael Picó sobre el comunicado. Los propietarios y dueños de negocios redactaron esta carta para evitar que se eliminara su comunidad. Ellos dieron diez razones por las que pensaban que no se debía eliminar la urbanización junto con el resto de la zona de arrabal. Ellos comunicaron que creían que el gobierno les estaba violando sus derechos como ciudadanos, tratando de quitarles sus terrenos para obligarlos a vivir en los caseríos.xl Dentro de esta carta existe un cierto nivel de prejuicio hacia las personas que vivían en los arrabales, cuando se les llama “arrabaleros” y básicamente ellos no se merecen el mismo tratamiento, por tener mejores viviendas. También dicen que en su comunidad ya se había puesto en acción un plan de mejoras urbanas. Ellos tienen razón en el sentido de que no necesariamente debían eliminar sus viviendas, ya que vivían a un estándar más alto que el de las personas que vivían en el arrabal. Esto nos hace pensar que el gobierno no solo actuó para mejorar la vida de los ciudadanos, sino que también tenía sus propios intereses, además de eliminar el arrabal. Otro caso en el que un ciudadano se opuso a la expropiación de su hogar fue el de Martín Aguayo, quien fue demandado por el gobierno de Puerto Rico y la Autoridad sobre Hogares de Puerto Rico en el 1955. Este caso es conocido como el del E.L.A v. Martín Aguayo. Este caso fue resuelto por el Tribunal Supremo el 27 de junio de 1958, en el que el gobierno salió ganando.xli Aunque ocurrió este conflicto entre los habitantes de estas comunidades y el gobierno, según Wilfrido Soto de Arce, dejaron de concentrarse en la eliminación total de la zona de arrabal y decidieron realizar mejoras en ella.xlii Entonces, el proyecto de reurbanización cambió de filosofía y se centró en mejorar las condiciones y en habilitar las estructuras en la zona.
Proceso de urbanización y el traslado de comunidades
Muchos de los habitantes del arrabal La Playa fueron trasladados a los caseríos El Cotto y Dr. Manuel Zeno Gandía, o a Islote, localizado hacia el este del casco urbano, que incluía gran parte del arrabal. Este proceso de urbanización y traslado de comunidades no fue sin interrupciones. Un documento de la Autoridad de Comunicaciones de Puerto Rico del 17 de enero de 1955 escrito por el alcalde Darío Goitia de Arecibo al gobernador Luis Muñoz Marín dice que ese mismo día hubo una marejada luego de que ellos les ofrecieran solares a las personas como parte de un proyecto de urbanización con facilidades mínimas a las víctimas de las marejadas de octubre del 1954 y enero 6 del 1955.xliii Darío Goitia le pide reunirse en La Fortaleza con representantes de la Junta de Planificación, Autoridad Sobre Hogares, Administración de Programas Sociales, Cruz Roja Americana y el municipio d e Arecibo para resolver el problema. Durante el periodo de eliminación de arrabales, urbanización y traslado de las comunidades, las marejadas nunca dejaron de azotar las costas y destruir las viviendas de las personas. En el caso de esta carta del alcalde de Arecibo, este dice que se destruyeron alrededor de 100 viviendas. Esto es un momento en el que ya se ha eliminado parte del arrabal y, comoquiera, siguen los desastres.
Un memorándum del 31 de enero de 1955, escrito por Marco A. Rigau al teniente Teodora Vidal, dice que el alcalde llamó a Rigau para pedir ayuda de la Guardia Nacional o del Ejército para proveer albergue a 28 familias sin hogar.xliv Durante este largo proceso de urbanización, muchas personas vivían en terror de la pérdida continua que ocurría tras las marejadas, por un lado, y de las decisiones del gobierno, por el otro. Tras todo el 1955, hay varios telégrafos que tratan sobre la asignación de dinero para programas sociales que proveen viviendas, facilidades sanitarias y salones escolares a víctimas de las marejadas, como es el caso de un documento firmado por Hiram Torres Rigual, Ayudante Especial del Gobernador, donde se adjudican precisamente estas ayudas.xlv Durante la década de los 50 se hicieron muchas mejoras en todas estas áreas consideradas, en un principio, zonas de arrabal. Eventualmente, el arrabal fue eliminado y se quedó todo lo que no era arrabal. Las marejadas dejaron de destruir viviendas porque ya no quedaban. La idea del caserío y la urbanización se quedaron con Puerto Rico. La marejada ahora solo choca con lo moderno y lo urbano, y las personas vivieron un cambio que las afectaría para siempre.

Conclusión 

La historia del arrabal La Playa está conectada con las marejadas, desde un ciclo de destrucción y reconstrucción hasta procesos de urbanización, expropiación, desplazamientos ytraslados. Las marejadas felices trajeron consigo los sueños de modernización. Las marejadas fueron utilizadas por el gobierno para justificar la eliminación del arrabal, que, junto con la llegada de los caseríos, les dio a muchas personas la idea de que vivirían una mejor vida. Sin embargo, a lo largo de los años, estas ideas de modernización fueron abandonadas y luego utilizadas para oprimir a las personas. El espíritu del arrabal aún existe en el caserío. La expropiación de viviendas fue instrumental para la implementación y la justificación de los caseríos, ya que, en este caso, durante varios años estas personas no tenían hogares. El terror que causa la posibilidad de perder todo por una marejada se sustituyó por el terror de perderlo todo ante una orden de expropiación por el Estado. Aquí, entonces, vemos cómo el gobierno utiliza los desastres como forma de control de las masas y como justificación paracontinuar con sus planes. Aunque a lo largo las ideas fueron abandonadas, no se puede negar que, en ese momento, estos proyectos ayudaron a las personas a alcanzar un mejor estándar de vida. Sin embargo, esto no resolvió el problema social que ocurría en los arrabales, sino que solo lo trasladó a otro espacio.  

Sería interesante investigar las similitudes entre la urbanización en Puerto Rico, el establecimiento de los caseríos y los procesos que ocurrieron en los Estados Unidos para llegar a construir los “projects”. Son medidas socialistas dentro de un sistema capitalista que terminan utilizándose para la marginalización de las personas, pues estos procesos no tratan de una verdadera mejora total en la vida de las personas; se trata de desplazarlas y marginalizarse, alejarlas del resto de la sociedad y crear prejuicio, para utilizarlas económicamente. Otro tema interesante para continuar la investigación es encontrar cómo las catástrofes naturales que se usaron para justificar cambios en el siglo XX ocurrieron de manera semejante a lo que acontece hoy con lo que Naomi Klein llama la “doctrina del shock”.xlvi Aunque han pasado las décadas, la historia de las marejadas y su impacto en las comunidades siguen su propio desarrollo. Las marejadas ahora no son únicamente fenómenos naturales; se han convertido en metáforas de la fuerza de los cambios que se imponen a las comunidades. En este sentido, podemos hablar de la marejada urbanizadora, esa que sigue azotando las costas de Puerto Rico hasta el día de hoy y que, al igual que el desarrollo tecnológico, no tiene fin.

Notas 

i María Elena Carrión, “Operación Manos a la Obra”, EnciclopediaPR, revisión 28 de diciembre de 2021, https://enciclopediapr.org/content/operacion-manos-a-la-obra-1947/

ii Archivo Medios Audiovisuales, UPR-RP, “Puerto Rico elimina el arrabal (1953)”, YouTube, 7 de marzo de 2022, 26:37, www.youtube.com/watch?v=N932p1fqZT8. 

iii Puerto Rico, “Ley 264 de 14 de mayo de 1945 (Ley sobre Eliminación de Arrabales)”. Compilado por Biblioteca Virtual OGP. PDF.https://bvirtualogp.pr.gov/ogp/Bvirtual/leyesreferencia/PDF/264-1945.pdf. 

iv Karen Noemí Herrera Valencia, “Recuperando la historia eliminada del arrabal La Playa de Arecibo”, Revista [in]genios 5, núm. 1 (2021): 1, https://www.ingeniosupr.com/vol-5-1/2018/10/13/recuperando-la-historia-eliminada- del-arrabal-la-playa-de-arecibo. 

v Wilfrido Soto de Arce, “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo: un cinturón de frágiles casuchas que bordeaban el mar de La Villa.”, Hereditas 22, num. 1 (2021): 276.

vi María Elena Carrión, “Operación Manos a la Obra”, EnciclopediaPR, revisión 28 de diciembre de 2021, https://enciclopediapr.org/content/operacion-manos-a-la-obra-1947/. 

vii Wilfrido Soto de Arce, “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo”, 277. 

viii Junta de Planificación, Urbanización y Zonificación, “Eliminación de arrabales: su necesidad y su importancia”, Boletín de Divulgación, núm. 6. (enero de 1946): 4, https://issuu.com/coleccionpuertorriquena/docs/eliminacion_arrabales_1946

ix Junta de Planificación, Urbanización y Zonificación, “Eliminación de arrabales: su necesidad y su importancia”, Boletín de Divulgación, núm. 6 (enero de 1946): 4,https://issuu.com/coleccionpuertorriquena/docs/eliminacion_arrabales_1946

x “Olas Y Marejadas”, EcoExploratorio: Museo De Ciencias De Puerto Rico, 1 de septiembre de 2022, https://ecoexploratorio.org/vida-en-el-mar/mar-y-oceano/olas-y-marejadas.

xi Roberto Roena y Su Apollo Sound, “Marejada Feliz”. canción por Catalino Curet Alonso, en Apollo Sound 9, International Records INT-924 / Fania Records, 1977, LP. 

xii Rurico E. Rivera, “Una marejada destruye 200 casas Arecibo”, El Mundo, 11 de marzo de 1949, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19490311-01.1.1&e= en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo--. 

xiii Pedro Rivera Serrano, “Mar destruye en Arecibo más de 145 viviendas”, El Imparcial, 17 de enero de 1941, 12https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19410117-01.1.32&srpos=1&e=194-en-25--1--img-txIN-marejada+145+viviendas+arecibo--. 

xiv R. Soto Bello, “Autoridad de hogares de Arecibo construirá casas a familias damnificadas”, El Imparcial, 30 de julio de 1940, 13, https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19400730-01.1.13&srpos=6&e= 194-en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo --. 

xv El Caserío, “Inauguran en Arecibo Caserío Dr. Manuel Zeno Gandía”, Núm. 9 (diciembre de 1949) 1, https://elcaserio.homestead.com/files/1949/caserio-dic1949.pdf. 

xvi Wilfrido Soto de Arce, “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo”, 279. 

xvii Enrique Ramírez Brau, “Fuego deja sin hogar a más de 400 familias en barriada de Arecibo”, El Mundo, 14 de enero de 1950, 1, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19500114-01.1.1&srpos=1&e=195-en-25-mndo-1--img-txIN-Incendio+Arecibo----1950--. 

xviii “Auxilio de la Cruz Roja a víctimas de calamidades aquí”, El Mundo, 6 de marzo de 1941, 8, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19410306-01.1.8&srpos=8&e=194-en-25--1--img-txIN-arecibo+marejada; Pedro Rivera Serrano, “Mar destruye en Arecibo más de 145 viviendas”, 32, https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19410117-01.1.32&srpos=1&e=------194-en-25--1--img-txIN-marejada+145+viviendas+arecibo; Rurico E. Rivera, “Marejada Destruye 200 Casas”, 1, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19490311-01.1.1&e=-------en-25--1--img-txIN- marejada+arecibo--. 

xix “Auxilio de la Cruz Roja”, 8, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19410306- 01.1.8&srpos=8&e=------194-en-25--1--img-txIN-arecibo+marejada--. 

xx “Auxilio de la Cruz Roja”, 8, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19410306- 01.1.8&srpos=8&e=------194-en-25--1--img-txIN-arecibo+marejada--. 

xxi Pedro Rivera Serrano, “Mar destruye en Arecibo más de 145 viviendas”, 32, https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19410117-01.1.32&srpos=1&e= 
194-en-25--1--img-txIN-marejada+145+viviendas+arecibo--.
 

xxii Pedro Rivera Serrano, “Mar destruye en Arecibo más de 145 viviendas”, 32, https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19410117-01.1.32&srpos=1&e= 194-en-25--1--img-txIN-marejada+145+viviendas+arecibo--. 

xxiii Pedro Rivera Serrano, “Mar destruye en Arecibo más de 145 viviendas”, 32. https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19410117-01.1.32&srpos=1&e= 
194-en-25--1--img-txIN-marejada+145+viviendas+arecibo--.
 

xxiv Rurico E. Rivera, “Marejada Destruye 200 Casas”, 1-14. https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19490311-01.1.1&e= en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo--. 

xxv Rurico E. Rivera, “Marejada Destruye 200 Casas”, 14. https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19490311-01.1.1&e=en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo--. 

xxvi S. Gálvez Maturana, “Una Comisión Del Senado Visitó La Zona Devastada de Arecibo”, 5, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19490317-01.1.5&srpos=5&e=en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo--.

xxvii El Imparcial, “Muñoz inspecciona área afectada por el oleaje; se temen nuevos daños”, 12 de marzo de 1949, 2, https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19490312-01.1.2&srpos=8&e=194-en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo--------- 

xxviii Wilfrido Soto de Arce, “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo”, 277. 

xxix Wilfrido Soto de Arce, “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo”, 277. 

xxx Angel H. Mattei, “Funcionarios de la AH explican a presentes planes tentativos”, El Mundo, 5 de julio de 1952, 12, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19520705-01.1.12&srpos=1&e=195-en-25--1--img-txIN-vistas+publicas+arrabal+----1952----- 

xxxi Puerto Rico, “Ley 264 de 14 de mayo de 1945 (Ley sobre Eliminación de Arrabales)”. PDF, compilación Biblioteca Virtual OGP,https://bvirtualogp.pr.gov/ogp/Bvirtual/leyesreferencia/PDF/264-1945.pdf

xxxii Puerto Rico, “Ley 264 de 14 de mayo de 1945 (Ley sobre Eliminación de Arrabales)”. PDF, compilación Biblioteca Virtual OGP,https://bvirtualogp.pr.gov/ogp/Bvirtual/leyesreferencia/PDF/264-1945.pdf 

xxxiii Angel H. Mattei, “Funcionarios de la AH explican a presentes planes tentativos”, 12 https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19520705-01.1.12&srpos=1&e=195-en-25--1--img-txIN-vistas+publicas+arrabal+----1952----- 

xxxiv Angel H. Mattei, “Funcionarios de la AH explican a presentes planes tentativos”, 12, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19520705-01.1.12&srpos=1&e=195-en-25--1--img-txIN-vistas+publicas+arrabal+----1952----- 

xxxv Angel H. Mattei, “Funcionarios de la AH explican a presentes planes tentativos”, 12, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19520705-01.1.12&srpos=1&e=195-en-25--1--img-txIN-vistas+publicas+arrabal+----1952--. 

xxxvi Carlos Rosa-Guzman, “Proyecta eliminar zonas de arrabal”. El Mundo, 23 de febrero de 1955, 22, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19550223-01.1.22&e=-------en-25--1--img-txIN-arrabal--------- 

xxxvii Karen Noemí Herrera Valencia, “Recuperando la historia eliminada del arrabal La Playa de Arecibo”. Ingenios revista de investigación y labor creativa, 2021, vol. 5, núm 1, 6. 

xxxviii Angel H. Mattei, “Funcionarios de la AH explican a presentes planes tentativos”, 12, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19520705-01.1.12&srpos=1&e=195-en-25--1--img-txIN-vistas+publicas+arrabal+----1952----- 

xxxix Picó, Raphael, Carta al señor Pagán Román, “sobre su comunicación el 7 de enero relacionado a la Urbanización Oliver de Arecibo”, 26 de enero de 1953, Serie 059, caja 1656, Fondo Oficina del gobernador, Archivo General de Puerto Rico, San Juan, 1. 

xl Cruz Reyes, José, Nemesio Torres, Esteban Sierra, Juan Correa Rosario, “Los propietarios de casas, y dueños de negocios de la urbanización Oliver, deArecibo, piden al gobernador les haga justicia”, El Imparcial, 28 de enero de 1953, https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19530128-01.1.15&e=------195-en-25--1--img-txIN-arrabal----1953----- 

xli Wilfrido Soto de Arce, “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo”, 277. 

xlii Wilfrido Soto de Arce, “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo”, 14,https://www.academia.edu/143340623/CONSIDERACIONES_SOBRE_EL_ARRABAL_LA_PLAYA_DE_ARECI BO_UNA_REFLEXION_HIST%C3%93RICA 

xliii Goitia, Darío. Comunicado al gobernador Luis Muñoz Marín, “sobre las marejadas y solicitud de reunión para buscar una solución”, 17 de enero de 1955,Serie 059, caja 1656, Fondo Oficina del Gobernador, Archivo General de Puerto Rico, San Juan. 

xliv Hiram Torres Rigual. Hiram Torres Rigual a Darío Goitia, 8 de febrero de 1955. Serie 059, caja 1656, Fondo Oficina del Gobernador, Archivo General de Puerto Rico, San Juan.

xlv Hiram Torres Rigual a Darío Goitia, telegrama, 8 de febrero de 1955, serie 059, caja 1656, Fondo Oficina del Gobernador, Archivo General de Puerto Rico, San Juan. 

xlvi Naomi Klein, The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism. (Picador, 2008). 

Bibliografía 

Archivo Medios Audiovisuales, UPR-RP. “Puerto Rico elimina el arrabal (1953)”. 7 de marzo de 2022. Video, 26:37. https://www.youtube.com/watch?v=N932p1fqZT8

“Arecibo Topographic Map, Puerto Rico 1982”. Gifex. https://gifex.com/puerto_rico_maps/Arecibo_Topographic_Map_Puerto_Rico.htm

“Auxilio de la Cruz Roja a víctimas de calamidades aquí”. El Mundo, 6 de marzo de 1941, 8. https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19410306-01.1.8&srpos=8&e=------194-en-25--1--img-txIN-arecibo+marejada---------

Carrión, María Elena. “Operación Manos a la Obra”. EnciclopediaPR, revisión 28 de diciembre de 2021. https://enciclopediapr.org/content/operacion-manos-a-la-obra-1947/

Cruz Reyes, José, Nemesio Torres, Esteban Sierra, Juan Correa Rosario. “Los propietarios de casas, y dueños de negocios de la urbanización Oliver, de Arecibo, piden al gobernador les haga justicia”. El Imparcial, 28 de enero de 1953. https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19530128-01.1.15&e=------195-en-25--1--img-txIN-arrabal----1953-----

EcoExploratorio: Museo de Ciencias de Puerto Rico. “Olas y Marejadas”. 1 de septiembre de 2022, https://ecoexploratorio.org/vida-en-el-mar/mar-y-oceano/olas-y-marejadas

El Caserío. “Inauguran en Arecibo Caserío Dr. Manuel Zeno Gandía”. Núm. 9 (diciembre de 1949). https://elcaserio.homestead.com/files/1949/caserio-dic1949.pdf

El Imparcial. “Muñoz inspecciona área afectada por el oleaje; se temen nuevos daños”. 12 de marzo de 1949, 2. https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19490312-01.1.2&srpos=8&e=------194-en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo---------

Gálvez Maturana, S. “Una Comisión Del Senado Visitó La Zona Devastada de Arecibo”. El Mundo, 17 de marzo de 1949. Acceso el 17 de febrero de 2025, https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19490317-01.1.5&srpos=5&e=-------en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo---------

Goitia, Darío. Comunicado al gobernador Luis Muñoz Marín, “sobre las marejadas y solicitud de reunión para buscar una solución”, 17 de enero de 1955. Serie 059, caja 1656. Fondo Oficina del Gobernador, Archivo General de Puerto Rico, San Juan. 

Herrera Valencia, Karen Noemí. “Recuperando la historia eliminada del arrabal La Playa de Arecibo”. Revista [in]genios 5, núm. 1 (2021). https://www.ingeniosupr.com/vol-5-1/2018/10/13/recuperando-la-historia-eliminada-del-arrabal-la-playa-de-arecibo

Junta de Planificación, Urbanización y Zonificación. “Eliminación de arrabales: su necesidad y su importancia”. Boletín de Divulgación, núm. 6 (enero de 1946).https://issuu.com/coleccionpuertorriquena/docs/eliminacion_arrabales_1946

Klein, Naomi. The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism. Picador, 2008. 

Mattei, Angel H. “Funcionarios de la AH explican a presentes planes tentativos”. El Mundo, 5 de julio de 1952. https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19520705-01.1.12&srpos=1&e=------195-en-25--1--img-txIN-vistas+publicas+arrabal+----1952-----

Puerto Rico. “Ley Núm. 264 de 14 de mayo de 1945 (Ley sobre Eliminación de Arrabales)”. compilado por Biblioteca Virtual OGP. PDF.https://bvirtualogp.pr.gov/ogp/Bvirtual/leyesreferencia/PDF/264-1945.pdf

Ramírez Brau, Enrique. “Fuego deja sin hogar a más de 400 familias en barriada de Arecibo”. El Mundo, 14 de enero de 1950, 1. https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19500114-01.1.1&srpos=1&e=------195-en-25-mndo-1--img-txIN-Incendio+Arecibo----1950-----.

Rigau, Marco. Memorándum a Teniente Teodoro Vidal, “sobre ayudas a 28 familias”, 31 de enero de 1955. Serie 059, caja 1656. Fondo Oficina del Gobernador, Archivo General de Puerto Rico, San Juan. 

Rivera, Rurico E. “Una marejada destruye 200 casas Arecibo”. El Mundo, 11 de marzo de 1949, 1. https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19490311-01.1.1&e=-------en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo---------

Rivera Serrano, Pedro. “Mar destruye en Arecibo más de 145 viviendas”. El Imparcial, 17 de enero de 1941, 12. https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19410117-01.1.32&srpos=1&e=------194-en-25--1--img-txIN-marejada+145+viviendas+arecibo---------

Rosa-Guzmán, Carlos. “Proyecta eliminar zonas de arrabal”. El Mundo, 23 de febrero de 1955, 22. https://gpa.eastview.com/crl/elmundo/?a=d&d=mndo19550223-01.1.22&e=-------en-25--1--img-txIN-arrabal---------

Roberto Roena y su Apollo Sound. “Marejada Feliz.” Composición de Catalino Curet Alonso. En Apollo Sound 9. International Records INT-924 / Fania Records, 1977. LP.  

Soto Bello, R. “Autoridad de hogares de Arecibo construirá casas a familias damnificadas”. El Imparcial, 30 de julio de 1940, 13. https://gpa.eastview.com/eida/?a=d&d=eida19400730-01.1.13&srpos=6&e=------194-en-25--1--img-txIN-marejada+arecibo---------

Soto De Arce, Wilfrido. “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo: un cinturón de frágiles casuchas que bordeaban el mar de La Villa”. Hereditas 22, núm. 1 (2021): 1-19.https://www.academia.edu/143340623/CONSIDERACIONES_SOBRE_EL_ARRABAL_LA_PLAYA_DE_ARECIBO_UNA_REFLEXION_HIST%C3%93RICA

---. “Consideraciones sobre el arrabal La Playa de Arecibo: un cinturón de frágiles casuchas que bordeaban el mar de La Villa”. Hereditas 22, núm. 1 (2021): 272-291. 

Torres Rigual, Hiram. Hiram Torres Rigual a Darío Goitia, 8 de febrero de 1955. Serie 059, caja 1656, Fondo Oficina del Gobernador, Archivo General de Puerto Rico, San Juan. 


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Posted on December 12, 2025 .

Mensaje de la editora

Camille Villafañe-Rodríguez, PhD
Editora

A casi cinco años de que el mundo comenzara a abrir sus puertas tras la pandemia del covid-19, seguimos interrogándonos sobre el impacto que dejó en nuestro bienestar colectivo, no solo en la salud física, sino también en la esfera mental y social. Este interés se refleja en este número a través de la variedad de artículos centrados en nuestro mundo en proceso de sanación. Entre ellos, “Las destrezas sociales en estudiantes de escuela superior y universidad ante el covid-19”, de Aurora Cañals Díaz, y “Análisis del impacto del covid-19 en el desempleo en Puerto Rico...”, de Natalie Ruiz Cabrera, Ángel Crespo Báez y Yeliany Colón Rodríguez. 

Pero los temas del bienestar no se limitan a la pandemia. Por ejemplo, en Of Coffins and Closets…”, Ángel-Amil Vázquez Pérez examina la homofobia y el conservadurismo a través de las películas de vampiros durante la crisis del SIDA en los años ochenta. En el cuento “Bedsheet Capes”, Laura Stopiello Díaz pinta el retrato de una hija que cuida a su padre con demencia. En el poema “En la maleta me llevo lo que soy”, Kris Rodríguez Colón aborda las tensiones y desafíos de la salud mental de una mujer trans mientras explora su identidad tanto en sí como frente al mundo, utilizando el espacio como metáfora del ser. 

Aunque desde la perspectiva de la enfermedad, estas obras demuestran un interés profundo por el funcionamiento de nuestra sociedad y la formación de comunidades, tanto a nivel global como local. De esta manera, el nuevo número de [in]genios presenta los espacios comunitarios, tanto físicos como digitales, como principal fuente de sanación para nuestro mundo, como se aprecia en el artículo “Fandom como pasatiempo digital: efectividad como sistema de apoyo en estudiantes universitarios”, o en el proyecto arquitectónico “Vivienda Cooperativa Entre Cruces”, que se plantea como un modelo para “la colaboración y la sanación en el hábitat”. 

Este número es prueba de que el bienestar no es un destino fijo, sino un camino que se construye en comunidad. Por nuestra parte, confiamos en que el trabajo investigativo y artístico de la comunidad de la UPR continúe iluminando senderos de sanación y transformación en nuestro mundo.  

Posted on December 12, 2025 .

Bubblegum Blast

Veronique I. Rosado Abreu 
Departamento de Estudios Interdisciplinarios
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP 

Recibido: 02/09/2025; Revisado: 02/12/2025; Aceptado: 4/12/2025 

During a quiet afternoon at the beginning of August, Rose went to her neighborhood Walgreens in pursuit of two specific items: hand sanitizer and a box of bleach. This was the first of several errands she needed to complete to prepare for the start of her college career in the coming weeks.   

As the web of emotions related to her new life slowly tightened around her, she tried to stay focused on simple tasks like this one. As her mother always said, “The grave swallows all deeds undone.”   

Leaving Arizona felt like stepping off a ledge into the unknown. Could she navigate this next version of herself? Could she survive the world outside the bubble of home? Her legs felt unsteady, as though each step might tip her into something irrevocable.  

The automatic doors slid open, letting in a rush of cold air that carried the sharp tang of floor cleaner, faint floral detergent, and the underlying sourness of cheap air fresheners. Fluorescent lights buzzed overhead, reflecting off the vinyl tiles scuffed and sticky in spots where candy or gum had been crushed. The faint crackle of the overhead speakers leaked generic pop hits; half-forgotten lyrics floating above the soft hum of refrigeration units. A woman loaded a cart with diapers, a mother crouched over a rack of nail polishes with two fidgeting daughters, and a tall man in a black suit gave Rose a polite, fleeting smile — one she quickly ignored.  

Rose moved past shelves lined with travel-sized toiletries, sticky floors, and fading price tags brushing against her awareness, grounding her in the small, banal details of everyday life. A boy knelt in the toy aisle, clutching a blue Hot Wheels car. His mother insisted he’d had enough, but he refused to release it, gripping it like a lifeline. Rose lingered. There was something achingly familiar in his desperation: the human desire to control even one small, bright corner of the world.  

She ducked into the travel-size section, scanning for her favorite sanitizer. An older woman argued into a speakerphone, voice rising, each word laced with frustration. Rose’s fingers grazed the bottles, holding on to something ordinary.  

Suddenly, the sound of three sharp, violent gunshots.  

The store convulsed with sound. Phones clattered to the floor. Shrieks tore through the aisles. The older woman collapsed to her knees, whispering prayers. Rose crouched beside her, heart hammering, pulse ricocheting in her ears.  

“Nobody move! This is an armed robbery!” The man in the black suit stood atop the counter, gun in hand, eyes cold, pacing the register like a predator inspecting prey. Rose’s gaze darted to every face she had passed — the mother, the daughters, the boy — and felt their frozen terror pierce her own chest. Dust shook loose from the ceiling, mingling with the metallic scent of gunpowder.  

“Are you alright?” the older woman asked, voice trembling.  

“I… I think so. You?” Rose hugged her knees tightly.  

“I’m shaken… but it’ll be over soon, I guess,” the woman muttered.  

The man leapt down, bag in one hand, gun in the other. For a heartbeat, it seemed over. Then two shots cracked into the ceiling, rattling tiles and sending a shiver down every spine. Screams and sobs punctuated the air. Rose felt the recoil in her bones, even from across the aisle.  

And then: absurdly, the sugary jingle returned. Generic pop filled the store like nothing had happened. The dissonance twisted Rose’s stomach, a cruel reminder of life’s indifference. Phones trembled in hands, the old woman’s attempts to call again producing nothing but static.  

Rose slowly stood, legs unsteady. She passed the boy, now sobbing into his mother’s arms, still clutching the Hot Wheels car like a talisman. His mother made no attempt to pry it from him.  

At the hair dye section, Rose paused. Reds, browns, blondes — everything looked surreal under the fluorescent lights after the chaos. Then a soft pastel pink caught her eye: Bubblegum Blast.  

Her fingers traced the packaging, grounding herself. She dialed.  

“Hi, Mom,” she said. “I changed my mind. I’m gonna go pink.”  

Her voice trembled, but the words felt like reclaiming a piece of herself.  

She placed the bleach and the dye deep in her tote bag and walked toward the exit. The register was empty now, though the cashier sat nearby wrapped in a blanket while a coworker tried to comfort her.  

The sliding doors opened with a soft hum.  

As Rose stepped outside into the thick August heat, she felt the sun warm her face — something she noticed for the first time that day.   


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Posted on December 12, 2025 .

BLOQUEO CREATIVO

Medio: Óleo sobre papel  

Fabiola Báez Flores 
Departamento de Bellas Artes 
Facultad de Humanidades, UPR RP 

Recibido: 6/02/2025; Revisado: 30/05/2025; Aceptado: 4/12/2025

Descripción 

Mi obra es una pintura en acrílico que representa los bloqueos creativos que enfrentamos los artistas. A través del uso de colores contrastantes y formas en bloques fragmentados, busco reflejar la confusión y la frustración que surgen cuando las ideas no fluyen. Es una expresión visual de esos momentos en los que la mente se siente nublada y el impulso creativo se detiene. La pieza invita a reconocer estos bloqueos como parte del proceso artístico y a representarlos. 


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Posted on December 12, 2025 .

Vivienda cooperativa Entre-Cruces

Entre-Cruces Cooperative Housing 

Gabriela Franco Cruz 
Programa de Diseño Ambiental 
Facultad de Arquitectura, UPRRP

Recibido: 19/08/2025; Revisado: 24/11/2025; Aceptado: 24/11/2025 

Resumen 
Ante la creciente demanda de vivienda asequible y el aumento de la compraventa de propiedades para vivienda a corto plazo, la propuesta Entre-Cruces plantea un modelo cooperativo en el que la accesibilidad y el desarrollo comunitario son pilares fundamentales. La iniciativa propone nuevas estrategias para concebir la vivienda, incorporando principios de diseño bioclimático en contextos de alta densidad urbana y estableciendo soluciones modulares y escalables que reducen costos y garantizan servicios básicos. Frente a la creciente pandemia del individualismo, la vivienda cooperativa emerge como un modelo eficiente y viable para recuperar la colaboración y la sanación en el hábitat. 

Palabras clave: vivienda cooperativa, accesibilidad, modularidad, comunidad, diseño bioclimático 

Abstract 
In response to the growing demand for affordable housing and the increasing sale of properties for short-term housing, the Entre-Cruces proposal puts forward a cooperative model in which accessibility and community development are fundamental pillars. The proposal offers new strategies for housing design, incorporating bioclimatic principles in high-density urban contexts, and establishing modular, scalable solutions that reduce costs and guarantee the provision of essential services. In the midst of a growing pandemic of individualism, cooperative housing emerges as an efficient and viable model to restore collaboration and healing within the built environment.  

Keywords: cooperative housing, accessibility, modular housing units, community, bioclimatic design  

Descripción 

La inminente crisis de vivienda, junto con el deterioro económico y los cambios demográficos, ha convertido la vivienda en un privilegio para pocos y no en un derecho universal. Esta realidad, compartida en muchos países del mundo, ha llevado al desarrollo de estrategias de diseño basadas en la integración comunitaria y el cooperativismo. En este contexto se enmarca la propuesta de vivienda cooperativa Entre-Cruces, ubicada en el barrio Miramar de San Juan. Esta zona, además de contar con un bagaje cultural profundamente arraigado en la historia, ha sido amenazada en los últimos años por la compra y venta de propiedades bajo la Ley 22 y por el desarrollo de viviendas a corto plazo, lo que ha desplazado a las comunidades y las ha convertido en zonas únicamente para el disfrute turístico.  

El edificio cuenta con aproximadamente 58 unidades de vivienda, distribuidas en módulos de hasta tres habitaciones y cuya programación sigue el modelo propuesto “entre cruces” 1. Además de cumplir con el programa habitacional, la propuesta busca implementar soluciones innovadoras, que optimicen el uso del espacio, pero que también respondan a principios de arquitectura bio-tropical, aplicando estrategias como la ventilación cruzada, techos de sombra para mitigar el calor recibido en la quinta fachada, y el uso de balcones como separadores y quiebra soles que protegen las fachadas críticas del impacto del sol.  

La orientación del edificio busca, a su vez, optimizar el uso del espacio y responder a los distintos puntos de entrada, desde las tres vías de transporte aledañas al predio: la avenida Miramar, la calle Olimpo y la calle Axtmayer. La propuesta incorpora el edificio histórico de la iglesia Nuestra Señora de Lourdes como parte integral de su programa arquitectónico, manteniendo una parte para fines eclesiásticos y proponiendo un nuevo espacio de piscinas térmicas accesible para el resto de la comunidad de Miramar.  

El modelo cooperativista define esta propuesta como una gestionada por y para los residentes, que busca reafirmar la integración comunitaria y el rescate de la identidad y el apego a la zona. El cooperativismo, como respuesta ante la gentrificación y el éxodo comunitario, es la base de la propuesta Entre-Cruces, que no solo provee vivienda, sino también comunidad, memoria, pertenencia y futuro.  

Figura 1: Diagrama de concepto, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 2: Diagrama de códigos y reglamentos, 2025 
Fuente: Elaborada por autora  

Figura 3: Diagrama de concepto: unidades de vivienda “Entre-Cruces”, 2025 
Fuente: Elaborada por autora  

Figura 4: Planta: emplazamiento, 2025 
Fuente: Elaborada por autora  

Figura 5: Planta: estacionamiento nivel –3, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 6: Planta: Estacionamiento nivel –1, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 7: Planta: nivel 0 (entrada principal), 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 8: Planta típica: niveles 2 y 4, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 9: Planta: Nivel 6 (unidades dúplex), 2025 
Fuente: Elaborada por autora

Figura 10: Planta: techo, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 11: Elevación: calle Olimpo, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 12: Elevación: norte, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 13: Elevación: avenida Miramar, 2025
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 14: sección A, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 15: sección B, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 16: sección C, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 17: sección D, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 18: sección de pared A, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 19: Sección de pared B, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 20: Detalle: intervención en la Capilla Nuestra Señora de Lourdes, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 21: detalle: estructura de techo, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 

Figura 22: imágenes exteriores, 2025 
Fuente: Elaborada por autora 


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Posted on December 12, 2025 .

Fandom como pasatiempo digital: efectividad como sistema de apoyo en estudiantes universitarios

Fandom as a Digital Hobby: Effectiveness as a Support System in University Students 

Amy Lee Febres Ortiz 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

Mayté A. Latalladi Oliveras 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

Julián Aponte Zabala 
Departamento de Ciencias Psicológicas 
Universidad Missouri-Colombia  

Ilianie E. Ventura Ayala 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

Jesús Morales Casillas 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

Recibido: 19/09/2025; Revisado: 06/11/2025; Aceptado: 14/11/2025

Resumen 
Los fandoms surgen como comunidades digitales que permiten la conexión entre personas con intereses comunes, especialmente para mujeres y personas LGBTQIA+. Evaluamos la relación del fandom con el bienestar psicológico y los niveles de estrés de estudiantes subgraduados del sistema de la Universidad de Puerto Rico, basándonos en la teoría de identidad social. Usamos un enfoque cuantitativo mediante encuestas para medir la identificación, la participación y el apoyo social percibido. Los resultados de la correlación de Pearson revelaron que la identificación con el fandom se asoció positivamente con el bienestar, pero no con los niveles de estrés.  

Palabras clave: fandom, estrés, comunidad digital, bienestar psicológico, afrontamiento. 

Abstract 
Fandoms have emerged as digital communities that allow connection between people with similar interests, particularly for women and people from the LGBTQIA+ community. The relationship between fandom and psychological well-being and stress levels of undergraduate students in the University of Puerto Rico system was evaluated based on the Social Identity Theory. We employed a quantitative approach, using surveys, to measure identification, participation, and perceived social support. Our Pearson correlation results revealed that fandom identification was positively associated with well-being, not with stress levels.  

Keywords: fandom, stress, digital community, psychological well-being, coping   

Introducción  

Las tecnologías de la información y la comunicación han dado lugar a la creación de comunidades digitales orientadas a intereses específicos (Kim et al., 2023). Dentro de estos grupos se encuentran los “fandoms”, que pueden definirse como subculturas o comunidades que giran en torno a una pasión compartida por un aspecto o elemento específico de la cultura popular, como deportes, música, series, etc. (Chadborn et al., 2017). Estos espacios virtuales han fomentado la creación de contenido: a) transformativo, que consiste en obras narrativas, arte y poesía; b) afirmativo, que incluye actividades como el análisis y la discusión de temáticas y personajes; y c) mimético, que combina las categorías anteriores (Anderson et al., 2022).  Investigaciones recientes han evidenciado que las comunidades y actividades en línea, como la creación de contenido, pueden servir como herramientas de apoyo para la salud mental de sus miembros, especialmente en el contexto postpandemia de covid-19, la cual alteró significativamente las interacciones sociales y promovió un giro hacia lo digital (Kim et al., 2023; Norcia et al., 2022). El fandom, entonces, ha pasado a considerarse un pasatiempo digital, dado que ha fomentado la creación de contenido y actividades grupales en diversas plataformas digitales (Anderson et al., 2022; Chadborn et al., 2018).  

Nuestra investigación buscó evaluar la efectividad del fandom, específicamente en comunidades relacionadas con los medios y la música, como sistema de apoyo para estudiantes subgraduados, en particular para mitigar sentimientos de estrés y mejorar el bienestar psicológico. Además, se identificó cómo el nivel de participación, identificación y consumo del fandom influye en las variables anteriores. Se utilizó el enfoque cuantitativo transversal para la recolección y el análisis de datos. Las preguntas que guiaron esta investigación fueron: a) ¿Es el fandom un pasatiempo digital efectivo como sistema de apoyo para combatir el estrés y mejorar el bienestar psicológico en estudiantes universitarios de la UPR? y b) ¿Qué categoría de contenido de fandom es la más consumida y creada por estos estudiantes? Las hipótesis nulas (H₀), son las siguientes: a) Los fandoms no son significativamente efectivos como sistemas de apoyo para combatir el estrés y mejorar el bienestar psicológico en los estudiantes universitarios de tiempo completo a nivel subgraduado del sistema universitario de la UPR, y b) No existe una categoría de contenido (afirmativo, transformativo, mimético) que sea significativamente más consumida y creada por los estudiantes universitarios a tiempo completo a nivel subgraduado del sistema universitario de la UPR. 

Revisión de literatura 

Hemos partido de la teoría de identidad social (Tajfel, 1974), que establece que parte de nuestro autoconcepto se construye a través de la pertenencia a diversos grupos sociales, que van desde la nacionalidad hasta grupos específicos como el fandom. Además, hemos utilizado la teoría de sentido de comunidad (SOC, por sus siglas en inglés) propuesta por Seymour Sarason (1988), que enfatiza la conexión emocional y el apoyo entre los miembros de un grupo, lo cual es fundamental para el bienestar psicológico. Ambas teorías explican cómo los fandoms fomentan una identidad colectiva que fortalece el sentido de pertenencia y apoyo emocional entre sus miembros (Norcia et al., 2022; Reysen et al., 2022). 

Fandom como actividad creativa
Norcia et al. (2022) encontraron que jóvenes afectados por la pandemia de covid-19, quienes experimentaron sentimientos de soledad y estrés derivados del aislamiento, mostraron mejoría en su salud mental al participar en pasatiempos tradicionales o digitales. Aunque estas actividades digitales, como el arte digital, la escritura y la producción musical, entre otras actividades creativas realizadas de forma individual o grupal, no brindaron el mismo beneficio que la socialización y la participación presenciales, sí apoyaron en tiempos de incertidumbre. Igualmente, Anderson et al. (2022) encontraron que las mujeres que participaron en actividades de fandom, a pesar del estigma social asociado a la ciencia ficción, presentaron una mejor salud mental. Además, otras participantes identificaron que crear contenido transformativo, como fan-arti o fan-fictionii, las ayudó a procesar y afrontar experiencias y sentimientos negativos. Estos hallazgos refuerzan la idea de que la participación en fandoms puede ofrecer beneficios emocionales y psicológicos significativos mediante la expresión creativa, especialmente en contextos de aislamiento o dificultades personales.

Fandom como identidad 
Groene y Hettinger (2016) encontraron que afirmar la identidad de los participantes dentro de su fandom generaba sentimientos positivos y mayor entusiasmo en actividades posteriores, mientras que la amenaza a su identidad al asignarlos a un fandom rival reducía su participación. Este hallazgo respalda la teoría de identidad social sobre cómo la pertenencia a un grupo fortalece la identidad y el sentido de comunidad. Por su parte, Reysen et al. (2022) demostraron que participar en un fandom con fines de conexión social mejora el bienestar general, en línea con la teoría de sentido de comunidad, ya que el aspecto comunitario del fandom ofrece apoyo social a sus integrantes. 

Metodología 

Diseño de la investigación 
Esta investigación utilizó un enfoque cuantitativo no experimental para la recolección y análisis de datos (Casari, 2020). Esta ruta metodológica fue la más apropiada, ya que nos permitió comparar las dos variables principales: el nivel de utilización del fandom como pasatiempo digital, incluyendo la frecuencia de participación y el tipo de actividades, y el apoyo social percibido. Asimismo, nos permitió establecer si existía alguna relación numérica entre el uso del fandom como pasatiempo digital y el apoyo social que este podría brindar.  

Participantes 
Basándonos en Anderson et al. (2022), uno de los criterios de inclusión de esta investigación fue el consumo de contenido fandom durante al menos una (1) hora a la semana por un periodo de seis (6) meses o más. La población identificada para participar en esta investigación estuvo compuesta estrictamente por estudiantes de bachillerato (subgraduados) a tiempo completo del sistema de la UPR. 

Instrumento 
Se utilizó una encuesta digital, la cual incluía preguntas demográficas, como: en cuál recinto están matriculados, género, orientación sexual, raza y edad. A continuación, se les pidió a los participantes que identificaran su fandom y la cantidad de tiempo que dedican semanalmente. Adicionalmente, se les preguntó qué tipo de contenido consumen principalmente, ya sea transformativo, mimético o afirmativo; si crean algún tipo de contenido; y por qué red social consumen mayormente contenido de fandom. En adición, se administraron el Fanship Scale (Reysen et al. 2022), el cuestionario DASS-21 y la Escala de Florecimiento. 

El Fanship Scale (Reysen et al., 2022) se divide en tres secciones: nivel de identificación con el fandom, nivel de participación en el fandom y evaluación del bienestar de los participantes. Se utilizó una versión traducida al español de este cuestionario, con una modificación en la última sección para evaluar el apoyo social percibido (“Siento que recibo apoyo de otros fans en la comunidad de mi interés”). 

Para medir el estrés, se les administraron ítems específicos del cuestionario DASS-21 (Depression, Anxiety and Stress Scale) (Daza et al., 2002). Luego, se les administró la Escala de Florecimiento desarrollada por Diener et al. (2009), la cual evalúa las relaciones interpersonales positivas, los sentimientos de competencia y optimismo, y el sentido de vida para determinar los niveles de bienestar general. La integración de estos tres instrumentos nos permitió realizar una recopilación de datos óptima para nuestros objetivos. 

Procedimiento 
La propuesta fue evaluada y aprobada por el Comité Institucional para la Protección de los Seres Humanos en la Investigación (CIPSHI) bajo el protocolo #2425-111. Tras esto, se promocionó la investigación mediante redes sociales y comunicados institucionales. Los participantes firmaron un consentimiento informado digital y completaron un cuestionario en línea que incluyó el Fanship Scale (Reysen et al., 2022), dividido en dos dimensiones: identificación y participación en el fandom. Los datos se analizaron en SPSS mediante correlaciones de Pearson para examinar las relaciones entre identificación y participación en el fandom, niveles de estrés y bienestar general. 

Resultados 

Datos sociodemográficos 
Participaron un total de 87 estudiantes (n=87). La mayoría de los participantes están matriculados en el Recinto de Río Piedras de la UPR (n=58, 67%), seguido por el Recinto de Mayagüez (n=13, 15%) y el Recinto de Humacao en tercer lugar (n=8, 9.2%). La edad más común fue 21 años (n=22, 25%) (M= 20.58) (DE= 1.67). Una porción significativa de los participantes se identificó como mujer (n=68, 78.2%), los hombres representaron solo el 14.9% (n=13) y no binarie fue la única otra opción seleccionada (n=5, 5.7%). Con relación a la orientación sexual, 38 se identificaron como heterosexuales (43.7%), mientras que 28 se identificaron como bisexuales (32.2%). Sin embargo, al combinar con otras identidades, se revela que 47 participantes pertenecen a la comunidad LGBTQIA+ (54%). 

Identidad fandom
Se les ofreció a los participantes la oportunidad de elegir más de un fandom. El fandom más común fue de Series de TV (n=58), seguido por Películas (n=51) y Anime (n=50). Esta sección también reveló que el contenido con mayor consumo por más de 3 horas a la semana fue Video Editsiii (n=46, 52.9%). Se encontró que la red social más utilizada entre los participantes fue TikTok (n=38, 43.7%), lo cual refleja el tipo de contenido que se consumió. Adicionalmente, 22 participantes revelaron que creaban algún tipo de contenido, siendo el más común Fan-Fiction (n=7), seguido de cerca por Fan-Art (n=6).

Resultados de escalas 
Los resultados del Fanship Scale mostraron respuestas mayoritariamente positivas, con la excepción de dos preguntas: “Cuando mi interés se populariza, me siento bien” y “A veces tengo que rehacer mis planes para acomodar mi interés” en donde el 32% contestó a ambas “No Sé/Neutra”. La escala de Florecimiento también reveló una mayoría de respuestas positivas, mientras que la Escala de Estrés (DASS-21) mostró una medida igual de Estrés Normal (n=21) y Estrés Moderado (n=21). 

Discusión 

Las preguntas de identificación con el fandom mostraron respuestas mayormente positivas, con la excepción de dos preguntas, incluyendo: “Cuando mi interés se populariza, me siento bien” (N=28 No Sé/Neutral). Esto puede ir en línea con el concepto de “gatekeeping” en el cual algunos fans sienten celos de su fandom y casi evitan que este llegue a la cultura popular (Groene & Hettinger, 2016). Igualmente, de acuerdo con los escritos de McInroy y Craig (2020), una de las preguntas más positivamente contestadas fue “Mi involucramiento con este fandom me provee un descanso del estrés de la vida cotidiana” (“Muy de Acuerdo” n=40), lo cual demuestra el uso del fandom como una herramienta de afrontamiento o de “escapism”. Aun así, podemos ver que los niveles de identificación con el fandom son más altos comparados con los de participación. Incluso, la pregunta que más respondieron negativamente fue “Platico regularmente con otros fans por medio de diversas plataformas de comunicación” (“En desacuerdo” n=20), lo que sugiere que una parte significativa de los participantes evita la interacción con otros consumidores o creadores de contenido. Igualmente, quienes crean contenido mostraron niveles de estrés ligeramente más altos en la escala DASS-21, lo cual pudo relacionarse con la cercanía de la gran convención Comic-Con y con el contenido que se crea para esta.  

Correlación Pearson  
Se llevó a cabo un análisis de correlación de Pearson con el propósito de examinar las relaciones entre cuatro variables psicosociales: bienestar, identificación, participación y niveles de estrés. Los resultados indicaron una correlación positiva y significativa entre identificación y participación (r = .794, p < .001).  Asimismo, se encontró una correlación negativa y significativa entre el bienestar y la identificación (r = –.217, p = .043). Las demás correlaciones no fueron estadísticamente significativas. Se buscó graficar la correlación entre el bienestar y la identificación para comprender mejor su relación (Figura 1). Se elaboró un diagrama de dispersión entre ambas variables, utilizando las puntuaciones estandarizadas de las preguntas de identificación y de bienestar. La gráfica permitió observar con mayor claridad la tendencia curvilínea entre bienestar e identificación, confirmando que la relación no sigue un patrón lineal simple, sino que muestra una relación en forma de U invertida. Esto indica un fenómeno de mayor complejidad: los niveles moderados de identificación se relacionaron con mayor bienestar, mientras que los niveles extremos de identificación se asociaron con menor bienestar. 

Figura 1: Gráfica de dispersión mostrando la correlación Pearson entre identificación (axis-X) y bienestar (axis-Y) 

El contenido más consumido y creado fue el transformativo (Video Edits y Fan Fiction), lo que concuerda con Anderson et al. (2022), quienes señalaron que crear contenido para fandom ayuda a procesar emociones negativas y fortalece el sentido de pertenencia. Nuestros resultados también confirman lo planteado por la teoría de identidad social (Tajfel, 1974) y la teoría de SOC (Sarason, 1988), ya que se observó una fuerte correlación positiva entre participación e identificación en fandoms. Esto valida la idea de que los estudiantes involucrados activamente en fandoms desarrollan un sentido de identidad colectiva, lo cual puede fomentar la conexión social y ofrecer un espacio de expresión personal. 

Un hallazgo importante del estudio es que la mayoría de los participantes fueron mujeres (78.2%) y más de la mitad pertenecen a la comunidad LGBTQIA+ (54%). Este perfil coincide con lo reportado en investigaciones previas, como las de Anderson et al. (2022) y McInroy y Craig (2020), donde se observa cómo el fandom sirve como mecanismo de afrontamiento y de escape, así como de validación, específicamente para estas poblaciones. 

Interpretación 

La hipótesis inicial, la cual indicaba que los fandoms no son significativamente efectivos como sistemas de apoyo para combatir el estrés y mejorar el bienestar general en estudiantes universitarios, fue respaldada por los datos obtenidos. Aunque el fandom se considera un pasatiempo digital beneficioso, su efecto directo en la reducción del estrés no se comprobó estadísticamente en esta muestra. Sin embargo, los resultados sí revelaron una correlación entre identificación y bienestar, aunque esta relación fue inversa a lo esperado (r = –.217, p = .043). Este hallazgo contradice lo que plantea la literatura previa, que suele asociar una mayor identificación comunitaria con un aumento en el bienestar psicológico. No obstante, el patrón observado en forma de U invertida sugiere un fenómeno más complejo: los niveles moderados de bienestar se relacionaron con mayor identificación, mientras que los niveles extremos (muy bajos o muy altos) de identificación se asociaron con menor bienestar. 

Esta forma de U invertida indica que la relación entre el fandom y el bienestar no es lineal, sino matizada. Interpretamos dos posibles factores principales detrás de este patrón: (1) los participantes con alto bienestar probablemente cuentan con otros recursos psicológicos o sistemas de apoyo, por lo que no necesitan recurrir intensamente a sus fandoms, limitando su participación a un consumo pasivo de contenido; y (2) algunos participantes podrían consumir activamente material de su fandom, pero sin identificarse plenamente debido a sesgos o estigmas sociales asociados a estos grupos. De acuerdo con la teoría de identidad social (Tajfel, 1974), este fenómeno ocurre cuando los individuos mantienen opiniones negativas hacia comunidades externas. 

En este contexto, se observó que los participantes masculinos, que representaron solo el 14.9% de la muestra, tendieron a mostrar menor identificación, posiblemente debido a presiones o estereotipos socioculturales. Aunque los fandoms fueron históricamente espacios masculinos, en la actualidad son mayormente ocupados por mujeres (78.2%) y personas LGBTQIA+ (54%) (McInroy & Craig, 2020). Esto podría explicar por qué algunos hombres no reconocen su participación, no la comparten públicamente o simplemente no le atribuyen la misma relevancia. 

Esta complejidad no anticipada aporta un hallazgo novedoso al estudio del fandom como fenómeno psicosocial al revelar que la identificación con comunidades digitales puede fluctuar según el nivel de bienestar. En analogía, la relación podría entenderse como el uso de un “medicamento emocional”: una dosis moderada (identificación moderada) resulta más beneficiosa para quienes experimentan malestar común, mientras que para quienes gozan de alto bienestar el “tratamiento” resulta innecesario, y para quienes tienen muy bajo bienestar, el fandom por sí solo no basta o el estigma asociado a su uso limita sus efectos. Este hallazgo abre nuevas líneas de investigación para explorar más a fondo la relación entre identidad digital y salud mental. 

Limitaciones 
El estudio presenta varias limitaciones. Entre estas, la muestra provino principalmente de los recintos de Río Piedras, Mayagüez y Humacao, ya que la promoción presencial y digital se concentró principalmente en esos lugares. Recintos como Carolina y Bayamón se encontraban en receso académico al momento de la recolección de datos, por lo que la participación de estos recintos también fue mínima o nula. Además, hubo una sobrerrepresentación de mujeres, posiblemente debido a la alta matrícula femenina en la Facultad de Ciencias Sociales, de la que se recolectó la mayoría de los datos, así como a otros posibles factores socioculturales. También se reconoce una limitación en la validez de la escala DASS-21, ya que no está adaptada a poblaciones hispanas (González-Rivera et al., 2020). 

Consideraciones finales 
Esta investigación contribuye a la comprensión del fandom como fenómeno psicosocial en el contexto universitario puertorriqueño, un tema que se ha estudiado en esta población de manera mínima. Además, amplía el horizonte de la psicología al aplicar teorías como la de identidad social (Tajfel, 1974) y el SOC (Sarason, 1988) a espacios digitales contemporáneos, demostrando que las dinámicas de pertenencia y participación en fandoms pueden tener implicaciones emocionales y de bienestar. La relación encontrada entre bienestar e identificación implica una perspectiva matizada y compleja que invita a replantear los vínculos entre identidad digital y salud mental. Si bien no se comprobó un efecto directo en la reducción del estrés, sí se revelaron patrones de participación, identificación y creación de contenido que sirven de guías para seguir explorando el fenómeno. Además, en términos de logros y alcances más allá del entorno académico, el estudio visibiliza cómo los espacios digitales de ocio, a menudo estigmatizados o subestimados, pueden desempeñar un papel importante para los jóvenes. Finalmente, en el futuro se espera ampliar el estudio a distintas universidades fuera del sistema de la UPR e implementar nuevas escalas más dirigidas a poblaciones hispanas. 

Referencias 

Anderson, C., Van Asselt, K., & Willis, B. (2022). Women in online science fiction fandoms: Psychological well-being. Journal of Counseling Research and Practice, 7(2), 63–89. https://doi.org/10.56702/uckx8598/jcrp0702.4 

Casari, L. (2020). Diseños cuantitativos de investigación en psicología: una introducción. Investigaciones en Psicología, 25(2), 17–26. https://www.researchgate.net/publication/369089111_Disenos_Cuantitativos_de_Investigacion_en_Psicologia_Una_introduccion   

Chadborn, D., Edwards, P., & Reysen, S. (2017). Displaying fan identity to make friends. Intensities: The Journal of Cult Media, (9), 87–97. https://intensitiescultmedia.com/wp-content/uploads/2017/05/7-chadborn-edwards-and-reysen-fan-identity2.pdf 

Chadborn, D., Edwards, P., & Reysen, S. (2018). Reexamining differences between fandom and local sense of community. Psychology of Popular Media Culture, 7(3), 241–249. https://doi.org/10.1037/ppm0000125 

Daza, P., Novy, D. M., Stanley, M. A., & Averill, P. (2002). The Depression Anxiety Stress Scale-21: Spanish translation and validation with a Hispanic sample. Journal of Psychopathology and Behavioral Assessment, 24(3), 195–205. https://doi.org/10.1023/a:1016014818163 

Diener, E., Wirtz, D., Tov, W., Kim-Prieto, C., Choi, D., Oishi, S., & Biswas-Diener, R. (2009). New measures of well-being: Flourishing and positive and negative feelings. Social Indicators Research, 39, 247–266. https://doi.org/10.1007/s11205-009-9493-y 

González-Rivera, J. A., Pagán-Torres, O. M., & Pérez-Torres, E. M. (2020). Depression, anxiety and stress scales (DASS-21): Construct validity problem in Hispanics. European Journal of Investigation in Health, Psychology and Education, 10(1), 375–389. https://doi.org/10.3390/ejihpe10010028 

Groene, S. L., & Hettinger, V. E. (2016). Are you “fan” enough? The role of identity in media fandoms. Psychology of Popular Media Culture, 5(4), 324–339. https://doi.org/10.1037/ppm0000080 

Kim, M. S., Wang, S., & Kim, S. (2023). Effects of online fan community interactions on well-being and sense of virtual community. Behavioral Sciences, 13(11), 897. https://doi.org/10.3390/bs13110897 

McInroy, L., & Craig, S. (2020). “It’s like a safe haven fantasy world”: Online fandom communities and the identity development activities of sexual and gender minority youth. Psychology of Popular Media, 9(2), 236–246. http://dx.doi.org/10.1037/ppm0000234 

Norcia, A. D., Mascaro, C., Bianchi, D., Szpunar, G., & Cannoni, E. (2022). Adolescent psychological well-being during the COVID-19 lockdown: The role of leisure activities and online peer communication. Current Psychology, 42(32), 28038–28047. https://doi.org/10.1007/s12144-022-03679-7 

Reysen, S., Plante, C. N., Roberts, S. E., & Gerbasi, K. C. (2022). Social activities mediate the relation between fandom identification and psychological well-being. Leisure Sciences, 46(5), 681–701. https://doi.org/10.1080/01490400.2021.2023714 

Sarason, S. B. (1988). The psychological sense of community: Prospects for community psychology. Brookline Books. 

Tajfel, H. (1974). Social identity and intergroup behaviour. Social Science Information, 13(2), 65–93. https://doi.org/10.1177/053901847401300204 

Notas al pie 

i Fan-art: obras de arte creadas por fanáticos en donde se representan personajes, eventos u otros aspectos del contenido original. 

ii Fan-fiction: obras de ficción en donde se reimagina o expande sobre el contenido digital. 

iii Video Edits: videos editados o videos musicales hechos por fanáticos, tanto en formato corto como largo. 


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Posted on December 12, 2025 .

Las destrezas sociales en estudiantes de escuela superior y universidad ante la pandemia del covid-19

The Social Skills of High School and University Students in the Face of the COVID-19 Pandemic

  Aurora Cañals Díaz 
Departamento de Información y Periodismo 
Facultad de Comunicación e Información, UPR RP 

Recibido: 18/09/2025; Revisado: 25/11/2025; Aceptado: 30/11/2025

Resumen 
La pandemia del covid-19 provocó cambios drásticos en la educación, afectando no solo el rendimiento académico, sino también el desarrollo de destrezas sociales en los estudiantes de universidad y escuela superior. Esta revisión de la literatura examina investigaciones recientes sobre cómo el confinamiento, la educación a distancia y la reducción de las interacciones presenciales han impactado habilidades como la comunicación y la colaboración entre jóvenes.   

Palabras clave: pandemia, educación, socialización, secundaria, universidad  

Abstract 
The COVID-19 pandemic brought about drastic changes in education, affecting not only academic performance but also the development of social skills in high school and college students. This literature review examines recent research on how confinement, distance learning, and reduced in-person interactions impacted skills such as communication and collaboration among young people.  

Keywords: Pandemic, Education, Socialization, Secondary, University   

Introducción   

Relacionarnos como seres humanos es indispensable, ya que esto permite un intercambio de ideas y el desarrollo de personas. Las relaciones sociales también se desarrollan en ambientes de aprendizaje, especialmente en etapas como la infancia y la adolescencia. Según Sberna (2023): “Learning consists of not just knowledge found in a book, but also skills that are taught through social interaction with peers and adults” (p. 5). No podemos vivir nuestras vidas sin interacción alguna con otra persona; por más que lo evitemos, nuestra naturaleza es básicamente social. Así que, cuando se presentó un evento como lo fue la pandemia causada por el covid-19, hubo cambios que alteraron nuestra manera de relacionarnos entre sí y, cuatro años después, todavía sentimos sus efectos. La pandemia de covid-19 nos obligó a implementar el uso de mascarillas, el distanciamiento social y la educación a distancia, entre otros. Cada uno de los ejemplos mencionados era una práctica que pocos, o la minoría, de los seres humanos habían experimentado, y fue un cambio dramático para la población. 

Al recibir educación a distancia, se les priva a los estudiantes de compartir con sus compañeros, exponer proyectos en clase y participar de actividades que se lleven a cabo dentro o fuera de una institución educativa. Aunque poco más de un año después del comienzo de la pandemia, la mayoría de las escuelas y universidades regresaron al formato presencial, no podíamos relacionarnos como antes porque había que mantener las reglas de distanciamiento social. Después de casi dos años sin interactuar con personas que no vivieran en el mismo hogar, hubo cambios en cómo los estudiantes se desenvolvían tanto en la escuela como en la universidad. Esto es un cambio que resalta Sberna (2023), quien informa que los estudiantes regresaron de la cuarentena con 30% menos conocimiento y que esta retención se extendió más de lo que los estudiosos pensaban.  

El fin de esta investigación bibliográfica es recopilar información sobre los efectos de la falta de interacción social en los jóvenes universitarios y de escuela superior debido a la crisis del covid-19, y cómo dicha crisis afectó su educación. Asimismo, se identificarán posibles dificultades futuras, tales como los problemas de comunicación efectiva y de ingreso a la fuerza de trabajo. Luego de estudiar esta selección de textos publicados sobre el tema, planteo los próximos objetivos de esta investigación. Igualmente, poder identificar en qué estado se encuentran las destrezas sociales y el estado de salud mental de los jóvenes para tener un punto de partida y proveer la ayuda necesaria. Luego de identificar en qué estado se encuentran las destrezas sociales y la salud mental, se espera formar un plan a nivel educativo que promueva el fortalecimiento de las destrezas sociales de los estudiantes. Este planteamiento busca favorecer una comunicación más efectiva entre los estudiantes al momento de prepararse para la vida universitaria y, por otro lado, atender adecuadamente las necesidades de los jóvenes que cursan estudios universitarios. Este ejercicio, que consiste en evaluar las destrezas sociales de los jóvenes y en diseñar un plan para mejorarlas, sería de gran beneficio tanto para los estudiantes como para el campo de las ciencias sociales y la educación. Al identificar las áreas específicas en las que los jóvenes necesitan apoyo, se pueden implementar estrategias más efectivas para fomentar habilidades clave como la comunicación, el trabajo en equipo y la empatía. Este enfoque no solo contribuye al desarrollo integral de los estudiantes, sino que también aporta información valiosa a la investigación y a la práctica en las ciencias sociales. Finalmente, permitiría a los educadores contar con herramientas más efectivas para abordar las necesidades emocionales y sociales de los estudiantes, lo que contribuiría a un entorno educativo más inclusivo. 

Metodología 

Este estudio se basó en una revisión sistemática de la literatura, siguiendo un enfoque estructurado y riguroso, con el objetivo de identificar, analizar y sintetizar la evidencia existente sobre el tema de estudio. Para llevar a cabo esta revisión, se realizó una búsqueda en múltiples bases de datos académicas, tales como EBSCO Research Database, Gale Literature, ProQuest y la Organización Mundial de la Salud. La búsqueda se limitó a artículos publicados entre 2018 y 2024, a fin de garantizar que los estudios incluidos reflejaran la información más reciente y relevante sobre el tema. Por otro lado, se aplicaron criterios de inclusión y exclusión específicos para asegurar que los estudios seleccionados fueran de calidad, pertinentes y metodológicamente sólidos. Entre los criterios utilizados para precisar la búsqueda de artículos, se requirieron palabras clave como: “destrezas sociales”, “covid-19”, “pandemia”, “universitarios”, “adolescentes”, “salud mental”, “redes sociales”, “social skills”, “college students”, “adolescent”, “teenager”, “pandemic”, “social media” y “mental health”. Asimismo, se definieron diversos criterios en la inclusión y omisión de trabajos para que fueran analizados: a) trabajos publicados entre 2018 y 2024, b) estudios procedentes de distintos métodos de investigación, c) trabajos revisados por pares, d) trabajos escritos en idioma inglés o español y e) textos completos disponibles. 

Destrezas sociales en jóvenes de escuela superior  

El artículo publicado por Olivera et al. (2021) sobre los efectos emocionales del  covid-19 en los niños puertorriqueños señala que, ante la pandemia, la homeostasis de los jóvenes se vio comprometida. Es decir, la forma natural del cuerpo para responder a ciertos problemas, en este caso, sociales, fue trastocada por la pandemia. La homeostasis se altera por las condiciones en las que el individuo se encuentra y se adapta para poder subsistir en el ambiente al que está expuesto. Aunque este cambio ocurre para que el ser humano sobreviva, tiene consecuencias fisiológicas que, si no son atendidas a tiempo, eventualmente afectan el estado mental de la persona. Es importante proveer una interacción entre compañeros a los niños, porque les permite “desarrollar su entendimiento social, cómo se llevan a cabo las conversaciones, como seguir señales sociales” (Cameron y Tenenbaum, 2021, p. 232), entre otras conductas para convivir en sociedad.  

Para entender por qué los jóvenes universitarios sufren trastornos mentales a gran escala después de la pandemia, debemos analizar cómo su desarrollo en la escuela superior se vio afectado. Durante la pandemia, se implementó una cuarentena que estuvo vigente durante poco más de un año. Como los estudiantes no podían verse en la escuela, recurrieron a las redes sociales como medio de comunicación, ya que es una manera más efectiva de conocer cómo se encuentra una persona sin tener que visitarla. Al mismo tiempo, durante la pandemia, muchos jóvenes se dirigieron a las redes sociales para distraerse y buscar alivio ante la situación (Sundaray et al., 2024). 

Mientras los jóvenes utilizaban las redes sociales para buscar alivio o distracciones, esto afectaba su estado mental e incluso les llevaba a una actitud fatalista. De la misma manera, el estudio realizado por Malo-Cerrato et al. en 2018 demuestra que el uso excesivo del internet en jóvenes se encontraba en un 3% a 24% de una muestra de 1,218 estudiantes universitarios a nivel de bachillerato. De este mismo porcentaje de jóvenes, los investigadores señalan que podrían desarrollar una adicción al internet que conduce a problemas de concentración, bajo rendimiento académico, ansiedad social y depresión. Estos problemas, creados antes de la pandemia y luego del paso del fenómeno, no fueron atendidos o fueron ignorados por diversas razones, ya sea por falta de recursos u orientación. Esto ocasionó que el estudiante de escuela superior ingresara a la universidad sin poder desenvolverse socialmente como se espera. Un joven adicto a las redes sociales puede estar consumiendo contenido dañino para sí mismo y no le va a prestar atención a establecer conexiones sociales con las personas que se encuentran a su alrededor (Khalaf et al., 2023). 

Salud mental en los jóvenes universitarios  

En septiembre de 2024, el Instituto Nacional de Salud Mental señaló que las personas de 18 a 25 años son el grupo más afectado por algún trastorno mental, en comparación con adultos de 26 a 49 años y adultos de 50 años o más. Este grupo de edad (18-25 años) se encuentra finalizando sus estudios universitarios, comenzando a trabajar y cursando estudios graduados mientras atraviesa el proceso de independizarse de sus padres. Este proceso implica que interactuarán con un sinnúmero de personas nuevas diariamente. Por otro lado, los estudiantes de primer año en la universidad son más propensos a experimentar trastornos de ansiedad y depresión debido al proceso de adaptación al ambiente universitario (Jones, 2021).  

El artículo de Jones (2021) establece que la soledad está relacionada con los suicidios en personas que padecen trastornos mentales comunes, pero no se limita a ellas. Además, menciona que las personas que han sido diagnosticadas con algún trastorno mental están en mayor riesgo de sufrir ideaciones suicidas al encontrarse en soledad. La pandemia causó un deterioro en la salud mental de los estudiantes universitarios y provocó un aumento de los desórdenes depresivos mayores y del trastorno de ansiedad generalizada (Soria y Horgos, 2021).  La mayoría de estas dificultades podrían ocasionar un problema más grave en los jóvenes, incluido el suicidio. Regresando al estudio de Shundrika B. Jones (2021), conforme al estudio del Consorcio Nacional de Investigación de Centros de Asesoramiento en Educación Superior (NRCCCHE, por sus siglas en inglés), se establece que la tasa de suicidio aumenta cada año. En una muestra de 100,492 estudiantes de 73 instituciones que participaron en el estudio, 25% de los estudiantes a nivel de bachillerato intentaron suicidarse y un 5% admitió pensamientos suicidas mientras cursaban la universidad. En resumen, una persona que no tenga la oportunidad de desarrollar este aspecto social podría tener una vida solitaria.  

Dificultades en las destrezas sociales ante el covid-19 

Los niños que estuvieron encerrados durante la pandemia perdieron un momento importante de sus vidas, ya que estar en la escuela y compartir con los estudiantes y los maestros a esta edad favorece el proceso de independización (Cameron y Tenenbaum, 2021). Al no ocurrir esto, los estudiantes pierden la oportunidad de desarrollar sus propias comunidades culturales y normas de interacción. Este problema se puede corregir en niños que estaban en preescolar o en grados tempranos de elemental, ya que todavía son pequeños; sin embargo, es más complicado corregirlo en jóvenes de escuela superior.  

La Organización Mundial de la Salud (World Health Organization, WHO, 2024) establece que el 14% de jóvenes con edades de 10 a 19 años sufren de algún tipo de trastorno mental, pero no son reconocidas o tratadas. Durante la adolescencia, que es sumamente crucial para el desarrollo emocional y social de una persona, enfrentar un trastorno mental pondría en desventaja al joven y no le permitiría vivir las experiencias que un adolescente necesita. Bell et al. (2023) publicaron un estudio realizado por la Universidad de Melbourne en el que establecen que, de 593 encuestados, un 48.4% de ellos cumplió con criterios de síntomas de depresión y un 50.9% para ansiedad. El estudio se llevó a cabo del 23 de marzo de 2020 al 28 de mayo de 2020 y las edades de los encuestados estaban entre 12 y 25 años.  

Teniendo en cuenta las estadísticas proporcionadas, el más joven que contestó esta encuesta está próximo a terminar sus estudios de escuela superior. Aunque este estudio se llevó a cabo a principios de la pandemia, los números aumentaron no solo por el periodo de casi dos años de cuarentena, sino también porque la transición de la escuela intermedia a la escuela superior es ardua para los jóvenes. Además, tuvieron que atravesar esta transición encerrados en sus casas. Estos estudiantes no pueden tener buenas relaciones sociales cuando regresan de la pandemia, ya que la mayoría de ellos presentan trastornos de ansiedad y no pueden mantener una buena comunicación, lo cual es esencial para las destrezas sociales. 

Discusión  

Los seres humanos necesitamos socializar para llevar a cabo cualquier tarea a favor de nuestra sociedad o de nosotros mismos. Luego del evento de la pandemia del covid-19, todo tipo de socialización entre los seres humanos fue alterado, afectando de una manera más directa a los jóvenes de escuela superior y jóvenes universitarios. El fin de esta revisión de literatura fue destacar las destrezas de los jóvenes de escuela superior, el estado mental de los jóvenes universitarios y cómo estas áreas fueron afectadas por el covid-19.  

De acuerdo con los resultados de esta investigación, los jóvenes de escuela superior ya se enfrentaban al problema de socializar con sus compañeros de clase como parte de su etapa de desarrollo mucho antes de que la pandemia nos afectara. Al llegar la pandemia, este problema se agrava aún más porque los jóvenes deciden utilizar las redes sociales como medio de comunicación con sus compañeros, como parte de la estrategia salubrista de los estados, pero la mayoría termina desarrollando una adicción a las redes sociales y las utiliza como medio de escape (Sundaray et al., 2024). Los jóvenes universitarios, especialmente los estudiantes de primer año, estaban más propensos a padecer algún trastorno mental debido al proceso de adaptación en el que se encontraban. Antes de la pandemia, los estudiantes universitarios y de escuela superior se enfrentaban a problemas que afectaban su manera de socializar, por ejemplo, el uso excesivo de las redes sociales en horario escolar, la ansiedad social, entre otros. Según los datos recopilados, estos números aumentaron durante y después de la pandemia. Todos estos factores se suman, dejando al estudiante con un sinnúmero de dificultades en una etapa importante de su vida y desarrollo.  

Luego de esta investigación, sugiero que se lleven a cabo más estudios en Puerto Rico sobre el comportamiento social de los estudiantes a nivel de escuela superior y universitario, en relación con los efectos de la pandemia y la cuarentena. Saber cómo nuestros jóvenes se están desarrollando en el ámbito social ayuda a crear una sociedad más comprensiva ante los problemas que estén atravesando. Por otro lado, contar con información sobre el estado mental de los estudiantes universitarios nos ayuda a presentarles las herramientas necesarias para que puedan convivir y integrarse a la sociedad de manera saludable. Es importante reconocer que, aunque la pandemia causó estragos en las destrezas sociales de diferentes grupos de edad, es más fácil corregir este problema en niños, ya que todavía se encuentran en desarrollo. Igualmente, es posible corregir los mismos problemas de socialización en jóvenes de escuela superior y universitarios, aunque resulte un poco más complicado. Para resolver este problema, el joven debería ser expuesto a situaciones que le permitan desarrollar las destrezas que necesita; por ejemplo, unirse a un club le permitiría hablar con otras personas, pero no estaría expuesto a una situación que lo pusiera en riesgo por no tener buenas destrezas para relacionarse. Otra recomendación consiste en implementar un plan educativo para fortalecer las habilidades sociales de estudiantes de escuela superior, iniciando con un diagnóstico que identifique necesidades específicas. El programa debe incluir la enseñanza estructurada de contenidos como la comunicación asertiva, la inteligencia emocional, el trabajo colaborativo y el manejo de conflictos, tanto en entornos presenciales como digitales. Para llevarse a cabo, se propone el uso de metodologías activas, como el análisis de casos y talleres prácticos, para que los estudiantes practiquen sus destrezas en un entorno seguro. Para recopilar el progreso de los estudiantes, planteo realizar una evaluación continua que identifique en qué áreas mejoró y en qué necesita mejorar. Este proceso requiere el compromiso del joven y la creación de un ambiente en el que no sea juzgado, para asegurar un resultado positivo y duradero.  

Referencias 

Bell, I. H., Nicholas, J., Broomhall, A., Bailey, E., Bendall, S., Boland, A., Robinson, J., Adams, S., McGorry, P., & Thompson, A. (2023). The impact of COVID-19 on youth mental health: A mixed methods survey. Psychiatry Research, 321, 115082. https://doi.org/10.1016/j.psychres.2023.115082 

Cameron, L., & Tenenbaum, H. R. (2021). Lessons from developmental science to mitigate the effects of the COVID-19 restrictions on social development. Group Processes & Intergroup Relations, 24(2), 231–236. https://doi.org/10.1177/1368430220984236 

Jones, S. B. (2021). Barriers impacting student engagement with campus mental health centers: A case study at one regional college (Publication No. 28865749) [Doctoral dissertation, Lamar University]. Healthcare Administration Database. https://www.proquest.com/dissertations-theses/barriers-impacting-student-engagement-with-campus/docview/2616992519/se-2 

Instituto Nacional de Salud Mental. (2024, September). Mental Illness. https://www.nimh.nih.gov/health/statistics/mental-illness 

Khalaf, A. M., Alubied, A. A., Khalaf, A. M., & Rifaey, A. A. (2023). The impact of social media on the mental health of adolescents and young adults: A systematic review. Cureus, 15(8). https://doi.org/10.7759/cureus.42990 

Malo-Cerrato, S., Martín-Perpiñá, M.-M., & Viñas-Poch, F. (2018). Excessive use of social networks: Psychosocial profile of Spanish adolescents. Comunicar, 26(56), 101–109. https://doi.org/10.3916/C56-2018-10 

Olivera, L. M., Rosado, E. F., Nieto, C. M. (2021). Una perspectiva sobre los efectos emocionales y cognitivos de las medidas tomadas por el COVID-19 en niños y niñas puertorriqueños. Revista Puertorriqueña de Psicología, 32(1), 120–130. https://www.repsasppr.net/index.php/reps/article/view/699 

Sberna, F. A. (2023). The lingering effects of the COVID-19 pandemic on children's academic and social skills [Undergraduate thesis, Walsh University]. OhioLINK Electronic Theses and Dissertations Center. http://rave.ohiolink.edu/etdc/view?acc_num=walshhonors1681771060430749 

Soria, K. M., & Horgos, B. (2021). Factors associated with college students' mental health during the COVID-19 pandemic.  Journal of College Student Development, 62(2), 236-242. https://uprrp.idm.oclc.org/login?url=https://www.proquest.com/scholarly-journals/factors-associated-with-college-students-mental/docview/2507725121/se-2 

Sundaray, B. K., Sarangi, P. P., & Patra, S. K. (2024). Perceived stress and use of social media among management students during COVID-19 pandemic: an emphasis on fatalistic attitude and mental well-being. South Asian Journal of Management, 31(2), 112–129. https://doi.org/10.62206/sajm.31.2.2024.112-129 

World Health Organization. (2024, October 10). Mental health of adolescents. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/adolescent-mental-health 


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Posted on December 12, 2025 .

En la maleta me llevo lo que soy

Kris Rodríguez Colón 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

 Recibido: 19/09/2025; Revisado: 26/11/2025; Aceptado: 1/12/2025

Mi cuerpo como estatua:  
Frío, firme, esperando ser mirado,   
no entendido.  

Mi cuerpo como objeto,  
Pasado de mano en mano en el TSA,  
como si fuera prueba de algo que no soy.  

Me voy al baño, busco mi reflejo,   
me toco, no por placer, sino para saber si sigo aquí.  
Porque no me siento presente.  
No me siento yo.   
Me preguntaron por mi género.  
Me tocaron los genitales. 
Mi piel no reaccionó, 
pero mi alma gritaba.   
“¿Por qué tardaste tanto?”, pregunta mi abuela.  
Y mami, a todo cojón, dice:   
“es que su género estaba puesto mal”,  
como si nada,   
como si no hay heridas no sanadas.  

Christopher Rodríguez Colón, 5’7”, 19 años.  
Sexo… Masculino.   
Un nombre que ya no habito.  
Un sexo de lo que era, no lo que soy.   

Soy mujer, carne viva envuelta en recuerdos,   
heridas pasadas que no elegí.   
Soy cuerpo puesto en pedestal,   
decisión del gobierno si existo 
en los ojos de la ley o no.  

Cuerpo recordado de lo que fui y era.  

El respeto es fácil de pedir,  
difícil de practicar.  

Mami dice: “tómate una cerveza y cálmate”.  
Y yo, con lágrimas contenidas,   
cargo una pena inmensa.  
Lágrimas se aguantan dentro de mis ojos que desean explotar.   
Una pena inmensa que carga dolor y deseo de libertad.   

La disforia no es solo incomodidad.  
Es vivir en un cuerpo que no te pertenece,  
mirarte al espejo y tener que inventarte. 

Construir un reflejo como un altar roto,  
porque mujer con bicho no es biología.  
Es voz que grita constante:  
“tienes barba, no tienes tetas,   
se te ve la marca del bicho,   
tu voz no es femenina, nunca serás mujer”.  
Es la ropa que no entiende,  
el tacto que invades,   
la estrategia de saber cómo entrar a un bar,  
a un salón, una reunión familiar,  
donde lo que eras ya no es  
y lo que fuiste es un reto olvidar.  
Es vivir en tu cuerpo   
mientras el mundo te niega la entrada del mismo.  
Y te botan de espacios,   
así que lo creas tú mismo.   
Me fui de viaje,   
me lleve la disforia en la maleta.  
Lo supe tan pronto aterrice:   
se me quedaron los panties,   
los que me ayudan a acomodarme…a moldearme.  
Que, aunque me aplaste el pene me siento más mujer,   
más libre de ser.  
Y sin ellos, mi cuerpo gritaba:  
“No perteneces”.  
“Te van a descubrir, cabrona”. 
Trate de callarlo, con pantalones largos,  
Boxers apretados, y respirar antes de salir de la casa.  
Pensé:  
”Si me maquillo más,  
me pinto las uñas,   
si suavizo mi voz… quizás no me descubran”. 

A veces me camuflo en la distancia,   
como espectadora de mi propia vida:  
estar sin estar.  
Estaba con mi abuela,   
sentada al frente del bar,  
y un gringo con barba nos preguntaba qué queríamos beber.  
Pensé: “¡Qué bueno Dios! Si me doy una borrachera aquí se me hará más fácil pasar el día”.  
Con mi vino en la mano,   
Sentada, mi abuela comenta: “qué bonita te ves”.  
Yo, sorprendida  
sin saber qué decir.  
Luego pregunta: “¿Cuál es tu nombre ahora?”   
Y aunque no me lo creí,  
le contesto: “Kris simplemente quítale el topher”.  
Pero entonces mi abuela, siempre con una risa fácil dice:  
“Christophera”... Y todos se echaron a reír.   

Y asimismo le dije…   
“No abuela… es Kris Angela Rodríguez”.  


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Posted on December 12, 2025 .

Bedsheet Capes

Laura Stopiello Díaz 
Programa de Literatura con Concentración en Inglés 
Facultad de Humanidades, UPRRP 

 Recibido: 12/09/2025; Revisado: 24/11/2025; Aceptado: 24/11/2025 

I wish I could say that seeing an 80-year-old man struggling to crawl out the window is weird for me, but it’s not. Many retired heroes act this way, dementia choosing the identity they remember. I step into the room and push past the old wheelchair he refuses to use. Mom always said I got my stubbornness from him, along with my dark eyes and tan skin. We look different now, though.  His eyes have clouded with edges of blurred blue, and his skin has crackled paler over time.

“Absolutely not.” I say, raising a brow at him.  

“The world is in peril, I have duties as a hero,” he explains seriously, as if he wasn't wearing a bedsheet as a cape. Shoving past the shabby yellow curtains the nursing home provides, he limps towards me. His episodes come and go, but this one has lasted longer than my patience.  

“The only thing in ‘peril’ is your hip, old man.” I pat the spot on the bare mattress next to me as I put down the cardboard box. “Come here, Dad. I need your help with something.”  

“I will help you, but I’m not… I’m nobody’s father. I’m Guardian,” he mutters stubbornly.  

“Alright, I'm sorry.” I know better than to be hurt by his comments. “Since you’ve solved countless mysteries, could you help me figure out who owns this box? Everything inside seems sentimental; they’ll want it back.”  

He nods, carefully taking out a newspaper clipping containing an article about an attack that occurred at a university about sixty years ago. One where everyone survived because the Guardian arrived on the scene so quickly.  

“How’d you manage to get there so fast?” I ask, knowing the answer. His brows furrow in frustration. 

“I was already there. I was...” He doesn’t finish the thought and instead glares at me. “It doesn’t matter. I saved them, didn't I?”  

“Maybe whoever owned this box studied there?” I suggest.  

He dismisses me, moving on to a new memento. A postcard of a snowy cabin with the message ‘For Mary Chase, the true hero. I'd give up the world for you’.  

“The handwriting… Handwriting is a man's and the message shows romantic relations,” he deduces. However, his voice shifts into confused muttering, he scratches at the stubble on his jaw as he continues, “I– I recognize the scenery, probably flew by it… and the name Mary… Mary Chase is… familiar.”  

“It’s quite a pretty name, I wonder what she looked like,” I say, urging him on. I strain to hear his whisper. “I… I… wish I knew.” He looks sad at this, regretful.  

I frown, but continue, grabbing a picture out of the box. “Could this be her?”  

He gently grabs the photograph, like an archeologist uncovering something sacred. “Yes, that's Mary Chase.” He looks up at me, brow furrowed. “I know her, don’t I?”   

“Yeah, you do.” I smile at him, ignoring the sting in my eyes. “Better than anyone in the world, I’d say.”  

He glances at her ring. “I married her,” he whispers, thumbing its match. “She let me marry her, the wild woman,” he laughs self-deprecatingly, “She’s always been too bold for her own good.” 

“Yeah, mom’s never backed down from a challenge.” I laughed, putting the photo away.  

He frowns at me, “What? No no. We never had any children, never… never had the chance. But we did want them. She… had names picked out, real pretty ones.” He mutters, his firm voice fading after every sentence and his focus shifting back to the box. There are a few books, old letters, and a locket. He grips the chain of it, straining through his tremors to open the antique clasp. 

For this one, I shift closer to him, putting my hand over his. He looks confused at the image inside, so I point at it and explain, “That’s Mary Chase, and that’s you, helping her hold the baby.”  

“The…baby.” he repeats and reads over the transcribed text, which reads ‘Our sweet little Margaret.’  

“My daughter, Margaret,” the realization dawning on him, “Mary and Margaret, my reasons for fighting. I could never forget.”   

“I know, Dad. I know you couldn’t.” I lie, wrapping my arms around him. 


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Posted on December 12, 2025 .

Ciudadanos del mundo 

Maraia Vásquez 
Departamento de Ciencias Ambientales 
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP 

 Recibido: 5/09/2025; Revisado: 24/11/2025; Aceptado: 24/11/2025 

Ese día el cielo cayó al mar. Yo lo vi: cómo las nubes parecían acercarse a Borinken. Con mi mamá recogía el maíz y mi papá, el cacique, alertaba la llegada de animales. Se parecían a nosotros, pero no estaba segura: tenían un color más claro y parecían cubiertos de plumas o escamas. Estos animales pedían algo amarillo, oro, el guanín de papá. Su reflejo, como líder de la tribu, se sometió a la voluntad del animal blanco, y un trueno de fuego atentaba contra la tierra. Mi mamá me cargó en brazos y me sujetó tan fuerte que casi escuchaba su corazón. Salimos corriendo hacia el bosque huyendo del peligro; nos resguardamos en una cueva. Más allá de la situación, me preocupa el hecho de que mi papá nunca llegó. 

—Quinientos años después seguimos aprendiendo las costumbres de nuestros ancestros y su lucha continúa— nos contó papi a mi hermana y a mí. Juan y Argenida son una pareja dominicana que emigró a Puerto Rico, formó una familia con dos niñas y logró comprar su casa. Un domingo en que papi tenía el día libre, avisó que saldría a recortarse el cabello y regresaría en unas horas. Un rato más tarde mami nos llamó alarmada —tránquense en sus cuartos y apaguen las luces, voy para allá. — Llegó la noche, la mañana siguiente, la siguiente noche y ver el reloj ya no tenía sentido. Nos decían en todas partes lo felices que estaban con este movimiento; nosotros éramos extraños en nuestro planeta. Para todos aquellos que se preocupan por personas como nosotros, pueden estar tranquilos: mi papá nunca llegó a casa. 


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Posted on December 12, 2025 .

Chile y su influencia en nuestro mundo neoliberalista

Chile and its Influence on our Neoliberalist World

Keniel A. Falcón Rosa  
Departamento de Sociología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

Recibido: 30/08/2025; Revisado: 06/11/2025; Aceptado: 13/11/2025

Resumen 
Esta investigación discute a los Chicago Boys, un grupo de economistas chilenos a quienes se les permitió experimentar con políticas económicas neoliberalistas durante la dictadura de Augusto Pinochet. Hoy en día, esas políticas son utilizadas por los Estados Unidos para mantener su posición como la economía más grande del mundo y explotar todo el territorio necesario para mantenerse en ella, como ocurre con Puerto Rico. El texto aborda la historia de los Chicago Boys, ejemplos de sus experimentos y su implementación en los Estados Unidos y, finalmente, cómo nos afectan en Puerto Rico. 

Palabras clave: neoliberalismo, Estados Unidos, economía, explotación, injusticia 

Abstract 
This article discusses the Chicago Boys, a group of Chilean economists who were permitted to experiment with many neoliberal economic policies under the dictatorship of Augusto Pinochet. Policies that the United States uses today to maintain its position as the world's largest economy and exploit everywhere necessary to stay there, just as it does with Puerto Rico. The text includes the history of the Chicago Boys, examples of their experiments, their implementation in the United States, and, finally, how they affect us today in Puerto Rico. 

Keywords: neoliberalism, United States, economy, exploitation, injustice   

Justificación  

Esta investigación surgió de una mezcla de intereses, como el historial de revoluciones socialistas, los golpes de Estado estadounidenses en Latinoamérica y el deterioro causado por la ideología neoliberal en todo el mundo, incluyendo a los Estados Unidos y, por defecto, Puerto Rico. El cambio a favor del neoliberalismo, una teoría que busca promover el bienestar humano mediante el desarrollo de facultades y capacidades empresariales, al proteger los derechos de propiedad privada, el libre mercado y el comercio (Harvey, 2005), ha afectado a toda la población puertorriqueña a través de la preferencia por lo privado. “A medida que el poder corporativo perjudica el proceso político, los beneficios solo fluyen a los ricos y los poderosos” (Giroux, 2005, p. 3). En tanto estos se benefician, la clase trabajadora se queda con peores derechos, relaciones y condiciones de vida. 

Bajo el sistema neoliberalista es fácil concluir que el cambio es imposible. Esto forma parte de su diseño, ya que es necesario que sea una presencia abarcadora desde su concepción. De hecho, El Ladrillo, el manual neoliberal que se utilizó en Chile, debía entenderse como un todo, ya que no era aplicable por partes (Galarce, 2021). Por esta razón, el sistema ha tenido tiempo suficiente para propagarse y evolucionar. La propaganda, los gobiernos defensores y la multitud de personas convencidas de que les beneficia han hecho del sistema algo cotidiano. Sería irresponsable ignorar la influencia que ejerce sobre nosotros. Nada es estático, pues todo tiene una historia, incluido el neoliberalismo, con Chile como su “cuna” investigativa (Galarce, 2021). Como víctimas de este sistema, es importante informarnos sobre él para poder construir uno nuevo. Con esta investigación se pretende exponer la historia del neoliberalismo en Chile, marcada por violaciones humanitarias, para criticar no solo a los Estados Unidos y a Puerto Rico, cuyos gobiernos usan este modelo económico abiertamente, sino también al mundo entero.  

Objetivos 

La investigación aborda temas necesarios para comprender el neoliberalismo. Primero, se hablará sobre la Universidad de Chicago y su creación de los "Chicago Boys" para después demostrar cómo estos llegaron a puestos económicamente importantes en el gobierno chileno durante la dictadura de Pinochet. Luego, se verá cómo su influencia llegó a afectar la política estadounidense, que, por efecto colonial, ha cambiado el gobierno puertorriqueño y afecta a la isla en aspectos socioeconómicos. 

Metodología 

La investigación se desarrolló con un enfoque cualitativo, basado en la revisión bibliográfica y el análisis documental, para trazar la trayectoria histórica del neoliberalismo. Se investigó cronológicamente, comenzando con el keynesianismo y la concepción del neoliberalismo, seguido de su implementación en Chile, luego en los Estados Unidos y de la influencia que este último ha tenido en Puerto Rico. Las fuentes primarias provienen de bases de datos académicas como JSTOR y Google Scholar, mientras que las fuentes secundarias se utilizaron para proveer ejemplos concretos. Esto incluye artículos con enfoque económico de páginas web como Forbes y el World Economic Forum, y contenido periodístico, como videos de More Perfect Union. Con la información recuperada, se comparó el presente sistema económico (neoliberalismo) con el anterior (keynesianismo) y se midió el cambio ocurrido desde su concepción, a fin de demostrar que el sistema actual no está diseñado para atender las necesidades de la mayoría de la población.  

La Universidad de Chicago y los “Chicago Boys” 

Para discutir el neoliberalismo, primero necesitamos conocer su antecedente: el keynesianismo. Este es un sistema económico inspirado en el economista Maynard Keynes, que promueve la intervención del Estado y la regulación de las empresas privadas y de los mercados como una buena práctica para una economía estable (Montes, 2021). Es principalmente conocido por sacar sucesivamente a varios países de la Gran Depresión. 

A muchos empresarios no les gustó el keynesianismo, pues las leyes y regulaciones establecidas bajo el mismo les impedían obtener la mayor cantidad de ganancias; el “mercado libre” que les beneficiaba tanto bajo el sistema neoclásico (el sistema anterior al keynesianismo) ya no estaba ahí. Por ello, hubo muchos empresarios y organizaciones, como la Mont Pelerin Society (el principal “think tank” neoliberal de su época), que se unieron y desarrollaron lo que hoy conocemos como la ideología neoliberalista, un sistema caracterizado principalmente por reducir al mínimo la intervención del Estado. Al gobierno de ese momento, bajo la presidencia de Harry S. Truman, no le interesó implementar este sistema en los Estados Unidos, pero sí en otros países. Durante este tiempo, Estados Unidos estaba en la Guerra Fría y notó que muchos países latinoamericanos, debido a la pobreza en la que vivían, se estaban moviendo hacia ideales socialistas y comunistas (Galarce, 2021). Para disuadirlos de estas ideas, el gobierno estadounidense creó el “Point Four Program”, un programa diseñado para el desarrollo de los países del tercer mundo que tenía un objetivo muy importante (aunque no el único): detener el movimiento socialista en Latinoamérica, lo cual se cumpliría al proveer ayuda técnica y al promover negocios con otros países (especialmente con los Estados Unidos), aspecto de lo que hoy en día llamamos la globalización (Galarce, 2021). Esta ayuda técnica fue liderada por la Administración para la Cooperación Internacional (ICA), organización que se encargaba de programas asistidos no militares, con la educación económica conservativa; la idea siendo que se podía promover mercadeo mundial e ideales de mercado libre en el país mientras se alejaba otros países de creencias comunistas (Galarce, 2021). Cuando la ICA decidió que el sistema neoliberalista se usaría para esto, eligió a Chile e hizo un acuerdo entre la Universidad de Chicago, que tenía un departamento de economía donde enseñaba Milton Friedman, el padre del neoliberalismo, y la Universidad Católica de Chile (Galarce, 2021). Con este trato, se les dio a algunos estudiantes chilenos la oportunidad de realizar sus estudios posgraduados en la Universidad de Chicago. A la vez, se iba a realizar una renovación de la Facultad de Economía de la Universidad Católica, basada en el material que se enseñaba allí. 

Se escogió Chile principalmente porque tenía una democracia relativamente estable, partidos de izquierda prominentes y, además, allí se encontraba la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) (Galarce, 2021). La CEPAL es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas. Está activa en todos los países latinoamericanos y busca desarrollarlos económicamente al reforzar las relaciones económicas entre ellos y el resto del mundo (CEPAL, 2014). Que la sede de la CEPAL estuviese en Chile significaba que, si la derrotaban ahí, la debilitaban en otros países. 

Los Chicago Boys fueron creados a base de ese plan estadounidense para "des propagandizar" a Latinoamérica. Su nombre hace referencia a donde recibieron la educación que los llevó a los puestos de poder que ocuparon durante la dictadura de Pinochet en Chile (Galrce, 2021). Fueron una pequeña parte de un plan elaborado; sin embargo, su impacto fue muy grande. Este grupo incluye a personas como Sergio de Castro, Pablo Baraona, Manuel Cruzat y Alberto Valdés (Friz, 2013). Los mismos se caracterizarían por postulados de extrema liberalización de las importaciones, política antinflacionaria y apertura comercial al exterior (Orozco, 2023). Todos son conceptos neoliberalistas modernos. 

Chile como cuna del neoliberalismo 

El primer año del régimen de Pinochet fue caracterizado por la resistencia (física, si era necesaria) de los ciudadanos, que intentaban sobrevivir a la represión inmediata del régimen en fábricas, hogares, lugares de trabajo y calles (Loveman, 1986). En el primer año hubo 1,260 muertes, miles de exilios, escapes y 1,160 “desapariciones” cuyos cuerpos nunca se encontraron (9/11 Memorial & Museum, n.d.). Todo esto ocurrió antes de las políticas neoliberales que se establecerían en los años siguientes. 

Los Chicago Boys no fueron la primera opción del régimen. Durante el primer año, no ejercieron una influencia directa en el gobierno, pero sí se aseguraron de entregar copias de su plan neoliberal, El Ladrillo, a distintos miembros de la junta militar (Brender, 2010). A mitades de 1974, después de que el primer grupo de economistas no pudo proveer cambios significativos, el gobierno comenzó a integrar a los Chicago Boys al gobierno. No solo tenían un cierto prestigio por haber estudiado en la Universidad de Chicago, sino que algunos habían regresado a la Universidad Católica a dar clases, al Banco Central (como Carlos Massad y Jorge Cauas) y otros se fueron a El Mercurio, periódico que le pertenecía a Agustín Edwards, quien llegó a usar ese medio en la campaña contra Salvador Allende (Galarce, 2021). Este fue el caso de Sergio de Castro. Allí él mismo editó la sección económica e hizo artículos para promover políticas neoliberales con la intención de transformar la política del país. Su futuro puesto gubernamental le permitió establecer estas políticas neoliberales, como la libertad de precios (Galarce, 2021). Adicionalmente, la junta militar aprobó el “plan de shock” de Jorge Cauas, un plan que sigue la “Doctrina de Shock”, término que se usa para describir la ventana de tiempo que un gobierno tiene durante una crisis (en este caso, el régimen de Pinochet) para establecer políticas que una población normalmente no estaría de acuerdo en implementar (Klein, 2007). Esto tenía la intención de convertir la economía chilena de una planificada a una de mercado, principalmente al cambiar la opinión pública a través de propaganda, promoción, manipulación de los medios de comunicación y, en el caso de Chile, la violencia (Klein, 2002). Estas políticas transformadoras incluían la privatización de servicios públicos, la libertad de precios, un mercado abierto al resto de los países, controlado por la oferta y la demanda, menos gastos sociales, menos planificación por parte del gobierno y la desregulación de las empresas privadas para que pudieran incrementar sus ganancias (Klein, 2002). Los resultados esperados se pueden resumir con las siete modernizaciones de José Piñera: el libre mercado, estado subsidiario, disminución del gasto social, reforma tributaria, libre comercio y apertura al capital extranjero, desregulación laboral y la protección y promoción de la propiedad privada (Galarce, 2021). Los Chicago Boys habían abierto los recursos naturales (pesca, madera, etc.) a la explotación privada y revocaron las nacionalizaciones realizadas por el gobierno de Allende (Harvey, 2005).  

No cabe duda de que Chile fue obligado a ser el primer país en experimentar este proceso neoliberal. La izquierda del tiempo no estuvo lo suficientemente organizada como para ofrecer una resistencia significativa frente al aspecto militar ni a las primeras medidas establecidas por la junta (Loveman, 1986, p.5). El neoliberalismo fue establecido a través de un proceso no-democrático y para que ‘funcionara’, los chilenos no-burgueses se vieron obligados a pasar por muchos abusos (Amnesty International, 2013). 

El régimen militar causó más de 3.000 muertes; miles de personas fueron torturadas y aún más chilenos y nacionalistas extranjeros fueron exiliados del país (Klein, 2002). También hay que mencionar los centros de detención durante la dictadura. El primero en registrar más detenciones fue el Estadio de Chile, con aproximadamente 40,000 personas, entre septiembre y noviembre de 1973. También fue el lugar donde Víctor Jara, cantautor y activista chileno, fue torturado y asesinado. Adicional a esto, hubo otros centros como el de Villa Grimaldi y Calle Londres 38 que tuvieron a 4,500 y 2,000 personas detenidas respectivamente y otros centros más ‘diminutos’ que llegaron a aguantar entre 100 a 1,800 personas (Amnesty International, 2013). Los chilenos no solo sufrían por hambre, sed y poca ayuda gubernamental, sino que también eran atrapados y torturados por expresar su opinión política, una acción característica del Estado capitalista en momentos de crisis. 

Primeras políticas neoliberales en los Estados Unidos 

Aunque los términos presidenciales de Gerald Ford (1974-1977) y Jimmy Carter (1977-1981) tuvieron aspectos neoliberales, como la privatización de Conrail y la aprobación de la Ley de Desregulación Aérea de 1978, entre otros, el comienzo de la era neoliberal estadounidense suele atribuirse al triunfo de Ronald Reagan en las elecciones de 1980 y a sus 'Reaganomics'. Durante este tiempo, los Estados Unidos se encontraban con una combinación de crecimiento económico escaso, desempleo e inflación, denominada estanflación, y, adicionalmente, los gastos gubernamentales estaban aumentando. Por ello, los asesores de Reagan decidieron poner en práctica las medidas neoliberales que los Chicago Boys habían experimentado en Chile. Reagan no tenía un interés personal por el neoliberalismo, pero su equipo incluía a personajes como Beryl Sprinkle y William Poole, ambos seguidores de Milton Friedman (Samuelson, 1984). La era de Reagan introdujo muchos conceptos neoliberales que se discutirán a continuación.  

Una de las acciones más conocidas de Reagan fue la reducción de impuestos. Esta tenía la intención de que cada ciudadano tuviera más dinero en su bolsillo para comprar todo lo necesario y, posiblemente, comenzar un negocio en el futuro. Además, se esperaba que, con el dinero adicional, los burgueses pudieran invertir una mayor cantidad en seguridad laboral, ya que ellos de esta reducción. La reducción de impuestos no tuvo ese efecto. La Ley de Impuestos para la Recuperación Económica de 1981 solo redujo la tasa de impuesto personal más baja de 14% a 11%. La reducción más grande fue de 70% a 50%, mientras que los burgueses recibieron una reducción 17% mayor que los trabajadores (Thorndike, 2021). Leyes consiguientes, como la Ley de Reforma Fiscal de 1986, redujeron el el 50% a un 28%, la de los trabajadores sigue casi igual (Thorndike, 2021). Reagan redujo los fondos federales para programas como el Seguro Social, Medicaid y otros programas de educación, de abuso infantil y de asistencia por problemas mentales. También comenzó a desregular las industrias del aceite crudo, las telecomunicaciones y las aerolíneas. Esta última comenzó una huelga que culminó en el despido de 11,000 controladores de tráfico aéreo. El evento intimidó grandemente a los sindicatos e hizo que el número de huelgas con al menos 1,000 trabajadores disminuyera del 235 en 1979 a 17 en 1999 (Komlos, 2018). Reagan también aumentó los fondos para el Departamento de Defensa, algo que se puede ver como contradictorio con la idea neoliberal de menos gastos gubernamentales, pero resultaba no-controversial a los ojos del ciudadano normal por la mentalidad de protección que muchos tenían por la Guerra Fría. 

Las políticas neoliberales de Reagan pudieron sucesivamente reducir la estanflación, pero causaron otros problemas. La reducción de impuestos apenas ayudó a una clase trabajadora que se encontraba con programas sociales más caros o de menor calidad. Esta misma clase, ahora pagando servicios más caros, tampoco tenía ingresos suficientes para mantener a sus familias como antes y la clase media se redujo drásticamente. Además, se necesita reconocer que Reagan fue muy ignorante sobre el SIDA durante su presidencia y presentaba crímenes, sin importar cuán menores fueran, como si solo fueran cometidos por malicia y no por necesidad. 

La realidad es que, no importando qué partido lo esté controlando, hoy en día el gobierno estadounidense no ha dejado de usar políticas neoliberales y estas creencias también se han transferido a lugares muy susceptibles a la influenza estadounidense y a otros que se ven casi obligados a seguirlos. Esa es la situación de Puerto Rico. 

Neoliberalismo en el Puerto Rico de hoy 

Como colonia de los Estados Unidos, Puerto Rico se ha visto muchas veces obligado a adoptar ciertas políticas sociales, culturales, ambientales y económicas. Además, aunque ya se hayan cumplido 124 años desde la promulgación de la Ley Foraker en la isla (y su creación de un gobierno con personajes estadounidenses en el tope) y 107 años desde que fue reemplazada, la misma dejó atrás un gobierno con burócratas puertorriqueños que aún le encuentran mucho beneficio a la propagación de una visión de la isla como un simple órgano en el cuerpo estadounidense. Desde que Luis Muñoz Marín tomó el cargo de primer gobernador al ganar por sufragio, la isla ha sido gobernada por el Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista (PNP), partidos que les benefician mucho mantener el estatus quo.  

La implementación de políticas y creencias neoliberales en Puerto Rico era inevitable. Una política neoliberal muy presente en nuestra isla es la privatización. Ejemplos incluyen la privatización de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, el Aeropuerto Internacional Luis Muñóz Marín que ha estado bajo las manos de Aerostar Airport Holdings desde el 2013 por un contrato que le queda 27 años para culminar, la venta de Puerto Rico Telephone Company a la compañía GTE en el 1998 y la venta de la operación y mantenimiento del sistema de transmisión y distribución de energía eléctrica a la compañía LUMA alrededor del 2020 (Noticel, n.d.). Ante estas últimas dos privatizaciones, los ciudadanos de Puerto Rico se aseguraron de expresar su disgusto. Si le añadimos a todo esto las diferentes autopistas privatizadas, podemos ir entendiendo que la isla lleva mucho tiempo experimentando la privatización de servicios esenciales que el neoliberalismo ha utilizado desde su origen en la Universidad de Chicago.  

La isla tampoco desconoce la reducción de impuestos para la clase capitalista. La Ley 60, establecida en 2019 en Puerto Rico, les otorga a inversionistas privados y sus compañías el beneficio de pagar únicamente una tasa impositiva del 4% y no deben pagar intereses, ganancias de su capital ni dividendos. Los únicos requisitos para aprovecharse de la Ley 60 son comprar una casa en Puerto Rico, donar a una organización benéfica local y vivir en la isla al menos seis meses del año (More Perfect Union, 2023). La introducción de personas que se aprovechan de esta ley ha causado una gran cantidad de desplazamiento, no solo por el aumento de los precios de los hogares, sino también por la crisis de alquileres a corto plazo mayormente causada por la aplicación Airbed and Breakfast o su abreviación, Airbnb. Beneficiarios de la Ley 60 compran hogares con la intención de convertirlos en alquileres a corto plazo, lo que ha transformado por completo el mercado de la vivienda (More Perfect Union, 2023). 

En Puerto Rico, el neoliberalismo triunfa en las burbujas más influyentes. En ellas también se promocionan conceptos conservativos/derechistas como la violación de derechos en el ambiente laboral, la corrupción del gobierno y su rol en el apoyo a las empresas privadas, entre muchos otros. Puerto Rico ha tenido una historia marcada por la explotación; esto es solo una continuación de un progreso que no finalizará hasta que se demande un cambio real. 

Conclusión 

Chile fue utilizado como laboratorio neoliberal de manera obligatoria. El sufrimiento que experimentaron los ciudadanos chilenos al desarrollar este sistema económico fue inmenso y merece reconocimiento; muchas personas que vivieron ese dolor no están aquí para contarnos sobre él. La descripción de Chile como “cuna del neoliberalismo” que Gabriela Galarce usó en su informe es muy precisa, ya que sin este país el neoliberalismo no habría tenido dónde demostrar su valía como un buen sistema para incrementar los ingresos y promover la inversión. Se pueden tener discusiones sobre la efectividad del neoliberalismo en aspectos como la clase social, la infraestructura, el gobierno y la moral, pero afirmar que su implementación inicial fue ética es puramente falso. El neoliberalismo se le impuso a la población chilena a través de violencia, propaganda y matanzas. Después, el gobierno estadounidense se apropió de él al darse cuenta de sus beneficios, lo que ha hecho que la influencia neoliberalista sea visible en cualquier parte del globo, incluido Puerto Rico. Por ser una colonia de Estados Unidos, nuestro gobierno suele implementar las políticas de ese país sin adaptarlas a las necesidades de la población, lo que la ha dejado con una baja calidad de vida. A través de la historia, el neoliberalismo ha mostrado mayormente beneficiar a empresas privadas y a agentes del gobierno con intereses burgueses, y no ha beneficiado a la mayoría de la población: la clase trabajadora y los marginados. Es un sistema ineficiente. 

Referencias  

Amnesty International. (2013, September 10). Augusto Pinochet’s Chile: Facts and figures. Retrieved October 20, 2025, from https://www.amnesty.org/en/wp-content/uploads/2021/06/amr220092013en.pdf 

Brender, V. (2010). Economic transformations in Chile: The formation of the Chicago Boys. The American Economist, 55(1), 111–122. http://www.jstor.org/stable/40657832 

Cabrera Ruiz, F. (2017). Consecuencias del neoliberalismo en las instituciones de educación superior de Puerto Rico: Perspectivas de decanos y profesores de un recinto de la Universidad de Puerto Rico (Publicación No. 10606639) [Tesis doctoral, Universidad de Puerto Rico]. ProQuest Dissertations & Theses. https://www.proquest.com/dissertations-theses/consecuencias-del-neoliberalismo-en-las/docview/1946791355/se-2 

Chibber, V. (2008). Neoliberalism and U.S. foreign policy. Contexts, 7(2), 75–76. https://www.jstor.org/stable/41802776 

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Díaz, M. R. (2015). Neoliberalismo, colonialismo y derecho a la salud mental de la niñez en Puerto Rico. Revista de Ciencias Sociales, 28, 58–73. https://revistas.upr.edu/index.php/rcs/article/view/5057 

Friz, C. (2013). Educación y formación universitaria en Chile a 40 años del Golpe de Estado: el ladrillo, muestra del neoliberalismo educativo. Revista La Cañada: pensamiento filosófico chileno, (4), 136–168. https://www.academia.edu/81187534/Educaci%C3%B3n_y_formaci%C3%B3n_universitaria_en_Chile_a_40_a%C3%B1os_del_Golpe_de_Estado_el_ladrillo_muestra_del_neoliberalismo_educativo 

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Galarce, G. (2021). Chile: cuna del neoliberalismo. Los Chicago Boys, estallido social, plebiscito y pandemia. En A. López, G. Roffinelli y L. Castiglioni (Eds.), Crisis capitalista mundial en tiempos de pandemia (pp. 93–114). CLACSO. https://doi.org/10.2307/j.ctv2v88btj.9 

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Loveman, B. (1986). Military dictatorship and political opposition in Chile, 1973-1986, Journal of Interamerican Studies and World Affairs, 38, 1–38. https://doi.org/10.2307/165745 

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Samuelson, P. A. (1984). Evaluating Reaganomics. Challenge, 27(5), 4–11. http://www.jstor.org/stable/40720274 

The other 9/11 | National September 11 Memorial & Museum. (n.d.-b). https://www.911memorial.org/node/76966 

Thorndike, J. (2021, December 10). Reagan’s tax cut just turned 40 — and it’s still the most important tax reform since World War II. Forbes. https://www.forbes.com/sites/taxnotes/2021/09/03/reagans-tax-cut-just-turned-40---and-its-still-the-most-important-tax-reform-since-world-war-ii/ 


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Posted on December 12, 2025 .

La gaviota

  Elliut Colón Martínez 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPRRP 

Recibido: 03/02/2025; Revisado: 24/11/2025; Aceptado: 1/12/2025 

~ Siento el agua del mar chocar con mi cara cada vez que el viento levantaba su mirada y embestía con estruendo la marea despertada. Ando situado en un precipicio, de manera silente, como un centinela. El cielo nublado se antepone al pronto venir de un atardecer; faltan pocas horas para que duerma el sol. Me mantengo firme ante el viento, no dejo perder de vista el hueco profundo que tengo de frente. Parece un agujero negro, pero la marea brinca con alegría pícara cada vez que choca con la cueva que queda por debajo. Hay algas colgando por la circunferencia del hueco, uno que otro parcho de moho que se alojan por el arrecife muerto, cangrejitos que hacen de su hogar los pequeños hoyuelos que se hallan entre las piedras puntiagudas, y baches de agua estancada por doquier. Observo de manera solemne el agujero, y de momento, siento una mano posarse en mi hombro y una voz pronunciada exclamarme 

— Se acaba el tiempo. ~

Me despierto azorado, lleno de sudor y con dolor en la espalda baja. Estoy solo en mi cuarto. El frío mañanero me convence sutilmente a quedarme acurrucado entre el calor de mis sábanas gruesas. Mientras más me profundizo en el silencio, más me percato de aquellos sonidos que se convergen en las horas de la mañana. El pito entonado y consistente que nace de mis tímpanos lastimados. El choque sólido, pero débil y repetitivo de las manecillas del reloj clavado en la pared. El rugido escandaloso, pero lejano del tráfico en la carretera principal que queda en las afueras de la vecindad. Los cantares melodiosos y cacofónicos de las aves que se escuchan a diferentes distancias, a veces en armonía, en ocasiones en duelo. 

Aún sigo acostado en mi cama. Han pasado los minutos y puedo ver el candente juicio del sol moverse lentamente a través de las aperturas de las ventanas. Mi atención oscila entre los rayos del sol y el movimiento circular de las aspas del abanico, bailando en su tempo acertado, meneando las cadenas que controlan el mecanismo interior como si fueran pompones de porrismo. Mi atención luego oscila entre estos y los pensamientos que me invaden en un instante, ya empezaron… Aún estoy cansado, exhausto; permanezco sin descanso. 

Siento el vibrar ansioso del celular y me obligo a moverme para verificarlo. Es un mensaje de texto de Yoán, que me quiere ver y esperará por mí en la biblioteca. — ¿Tengo que ir? —pienso, mientras me levanto de la cama, hago de mi sábana un bollo y siento el frío acariciar cada centímetro de mi cuerpo, como manos masajeando la harina, como el agua en la ducha, como aquella noche en su casa. No puedo evitar entregarme a las dulces palabras que me susurran las memorias de ella. Anhelo su sonrisa, su voz, su sudor. Deseo su piel, acariciar sus riberas, besar sus valles montañosos, llegar a la cima y respirar los aires limpios del placer, entre sus aguas cristalinas nuevamente nacer. 

Siento la grasa del sudor en mi piel y no me gusta la sensación, pero no tengo ganas de bañarme, pero si me baño me sentiré mejor... Agarro mi toalla, la bocina y el celular, y me desaparezco en la ducha. 

De camino a la biblioteca reflexiono sobre el sueño que tuve y de lo poco que recuerdo; me quedé con las ganas de saber más. Me sentí tan atraído al agujero, como si me estuviera llamando, suspirándome linduras vacías, tentándome con sus caricias adictivas. 

Llego a la biblioteca y lo puedo ver desde lejos, alto y noble, ancho y humilde, sentado en uno de los sofás del pasillo central. De lejos me grita un saludo, jocoso como siempre; decidimos estudiar juntos.  

En una de mis frecuentes distracciones me llego a fijar en la solemnidad de mi alrededor. A través de las ventanas, hacia el afuera, el sol ya paseaba por el centro del cielo; las aves comenzaban a completar sus encargos; el estudiantado repoblaba lentamente las estructuras académicas antiguas. La felicidad rebotaba por las esquinas, encontrándose con la tristeza a mitad de camino y yéndose a compartir un café. Observo a las personas pasar, les veo el rostro y sus expresiones en juego. De momento, doy cuenta de la mirada de mi amigo, percatándose de mi despiste. 

— Estás distraído —me dice tiernamente, con preocupación. 

— Sí, pero tranquilo, estoy bien… —le refuto con hesitante certeza. 

— ¿Seguro? 

— No… —agarro el celular para verificar la hora—, pero ya es hora; me tengo que ir.  

— Me cuentas cuando te sientas preparado; no hay prisa —nuevamente, su cariño desbordante acaricia mi apatía desdeñosa; no merezco su afecto, no merece mi desprecio, pero su calor incondicional lentamente derrite mi frialdad aprendida. 

Termino de recoger mis pertenencias y me despido. Encamino mi trayectoria a través del pastizal que atraviesa la fachada del recinto. Mientras voy hacia el salón de clase, me fijo en la torre monumental, ícono histórico de la universidad, un hito simbólico reconocido en todas las esquinas de la isla. Casi rasca el cielo con su arquitectura europea, fijando en su tope un reloj que resuena su presencia a cada hora. 

*Dong… dong… dong… dong…* 

El relámpago imperante de la campana se escucha por todo el casco urbano del pueblo. Ahoga el cantar de las aves, sofoca los susurros perdidos, asfixia mis pensamientos obsesivos. 

Justo en ese momento preciso a alguien que se asoma por uno de los balcones superiores de la torre. Confundido la observo, tenía entendido que esas secciones estaban clausuradas. Me devuelve la mirada; vestía prendas sombrías que contrastaban bastante con su piel pálida. Luego de unos segundos me saluda levantando y moviendo su mano de manera amistosa y con una sonrisa pícara. Sintiéndome bienvenido por su hospitalidad, le devuelvo el saludo. Regresando la mirada al suelo, contemplo lo sucedido y, sin hesitar, vuelvo a buscarla, pero ya había desaparecido. Intrigado en buena medida, me quedo con las ganas de saber más, pero tenía que avanzar porque iba a llegar tarde a la clase. 

~ Me encuentro de regreso en este acantilado recluso, esta vez sentado a la orilla del agujero. El sol permanece en la misma coordenada, las nubes portan la misma expresión, el mar choca sus olas con el mismo desdén, el viento sigue soplando con un silencio interminable. El aire se siente pesado, pegajoso; me siento anclado al suelo, como si la gravedad me castigara, como si me derritiera lentamente en un pequeño charco gelatinoso de sangre, carne y hueso. Al otro lado del agujero, más arriba de donde estoy sentado, posada encima de las piedras cuales púas se erguían solemnemente, hay una gaviota. Vieja ella, se notaba relativamente jodida, enclenque, casi sin plumaje y con el pico roto. No me daba pena, sino me empatizaba. ¿Qué le habrá pasado? ¿Cómo llegó a eso? ¿Cómo sigue de pie… sin rendirse? La gaviota vira la cabeza y me mira directamente a los ojos, penetrándome el alma. Temblé de pies a cabeza, unos escalofríos intensos, pero justo después nació dentro de mí un calor inexplicable… 

De repente, escucho una voz llamarme desde lejos, como un eco, cada vez acercándose más‒ ~ 

Me despierto de cantazo. Siento un leve dolor en el pecho y una lágrima rodar por mi mejilla. Estoy llorando. La extraño; su manera de personificar pintorescamente hasta lo inmaterial, sus reflexiones interspectivas sobre la vida, su creatividad para conjurar mitos y leyendas. La melancolía me arropa; llevaba mucho tiempo sin poder llorar. Recuerdo las palabras de mi madre, aquellos consuelos resguardados que aseguraban que las lágrimas limpiaban el alma. Asimismo, ya tocaba semejante aseo espiritual; estoy harto de deambular entre las cenizas de mis esperanzas maltrechas. Aprovecharé el momento para sollozar y dejarme sentir entre los fantasmas; solo quiero ser juzgado por la ficción de mis ancestros y por el silencio mismo. Mi vista se nubla, me duele, casi no puedo respirar. 

Luego de un tiempo, el vibrar ansioso del celular me interrumpe. Es Yoán, quería saber si me interesaba tomarme un café con él ya que su profesor no reunió la clase. No tengo compromisos para hoy, así que puedo dedicarle mi tarde a una buena plática. Me hace falta. Me esfuerzo para levantarme de la cama; me esfuerzo aún más para prepararme. La tarde se hacía vieja, el sol andaba de camino a cruzar el horizonte. Ya no se escuchan las aves, solo el murmullo omnipresente de una ciudad hambrienta, decepcionada y deprimida. Como de costumbre, procedo a desaparecerme en la ducha. 

De camino al café renuevo mis contemplaciones concernientes a mis sueños. Desconozco el porqué de sus inclinaciones filosóficas y de por qué se visualizan ante mí tan críticamente, pero a la vez reconozco que no debo darle tanta importancia. Como había declamado Segismundo, son solo sueños, y los sueños, sueños son. 

El establecimiento en cuestión queda justo afuera de los predios de la universidad; son de esas cafeterías que se mantienen abiertas primordialmente gracias a la empleomanía adicta a la cafeína que trabaja en los edificios de oficinas burocráticas que las rodean. Sus mesas siempre están pegajosas, llenas de manchas marrones y cristales de azúcar esparcidos por doquier. A Yoán no le gusta el café, solo viene a esta esquina porque le gusta el ambiente; a mí me encanta el sabor del café, pero me da reflujo, por lo que es un gusto que me doy de vez en cuando. 

¡Hey! —me dice emocionado por verme. 

Dímelo —le contesto sin energías. 

Cabrón, deja que te cuente… 

Continuó hablando sobre su día, de cómo casi lo atropellan en la avenida Gándara, de cómo en su clase de Introducción a las Ciencias Políticas su profesor se tiró pal de comentarios inadecuados de viejo verde, y lo demás sonaba como relleno. Mi mente decide despejarse del momento y mi atención busca otro estímulo que me ayude a regresar al presente. En uno de los banquitos que quedaban en la distancia la volví a ver. Lo que fue un instante se sintió extrañamente letárgico. Es la misma persona que vi en la Torre, pero esta vez estaba observando a las aves jugando en los árboles. Todavía no sé quién es, pero su mera presencia resuena profundamente con mi ser. 

Mera wou, te fuiste pal carajo de nuevo. 

Mala mía, es que me distraje —le exclamo devolviéndole la mirada. 

¿A quién tú miras? —Se vira y con curiosidad me acompaña—, ¿quién es? 

Allí en el banco de metal verde bosque. Está mirando hacia‒ —al virarme para confirmar la observación detengo mis palabras en seco—. Ya no está ahí. 

Brodel, ¿estás bien? 

Me tengo que ir —le digo aturdido, levantándome con prisa, cuestionando cuánta sanidad mental realmente me quedaba. 

Salgo de allí, mi atención hiperconcentrada en la aparente no-existencia de este ser que se me sigue apareciendo. Emprendo mi búsqueda, pero sin prisa, encamino una misión con objetivo firme, pero sin dirección. Camino por todo el pequeño parcho de metrópolis en el que me encuentro; camino por las calles abandonadas, repletas de polvo, basura y la vegetación que nace y crece furtivamente a través de las grietas burlescas que dominan la brea y el cemento. El olor a gasolina, aceite y basura contrasta con el bello atardecer, lleno de esplendores violetas eléctricos y destellos anaranjados neón. El cielo azul propio impresiona con su danza, a son con el blanco esponjoso de las nubes y el amarillo apasionado del sol. Mientras entro a los predios de la universidad, el viento me acaricia ‒ como siempre hace ‒ y me acompañan los consuelos sabios de los árboles junto a las canciones de cuna de las aves. Camino sin destino particular, pero mi determinación se va apaciguando, mis esfuerzos no dan frutos y mi cuerpo pide descanso. Es hora de regresar a casa... 

~ Otra vez, este maldito agujero me persigue. El tiempo no existe en este acantilado; el clima sigue igual, el arrecife sigue muerto, el vacío me sigue llamando. Verifico a mi alrededor y me asusto al darme cuenta que la gaviota estaba parada justo al lado mío, mirando directamente al abismo. La observo ahora mucho más de cerca, se ve menos intimidante y más melancólica. Su rostro revela una historia abrumadora: dolor, tristeza, nostalgia, añoranza, pero no arrepentimiento.  

¿Estás satisfecha con tu vida? —Le pregunto con mucha confusión. La gaviota reconoce mi voz, vira su cabeza y me mira a los ojos. 

¿Cómo? —Le insisto, pero la gaviota no contesta y regresa la mirada hacia el agujero. 

Permanezco en silencio y acompaño a la gaviota en su meditación insondable. Creo que comienzo a entender por qué el agujero me llama tanto. 

 

Solo se escuchan las olas bravas, las ráfagas atormentadas. 

 

Comienzo a encariñarme del vacío. 

*Dong… dong… dong… dong…* 

Una campana truena intensamente a través de todo el arrecife y cada estruendo poderoso sacude la roca con una magnitud tremenda. El campanal no se detiene, el piso comienza a agrietarse, la gaviota no se aturde. Todo se destruye, el suelo se sigue despedazando, ya no queda mucho espacio en donde pararse. 

*Dong… dong… dong… dong…* 

Del islote ya no queda más que un círculo desfigurado, un pedazo de un pedazo de piedra; en el centro permanece el agujero, tentador como siempre. Nos miramos. Permanecemos en silencio… Suelta un chillido, creo que me habla. Se sacude las plumas, se estira las alas y emprende el vuelo. Sube a unos veinte pies del suelo y se mueve en forma de ocho. Aprecio su movimiento, su gracia, su libertad. Luego de varias vueltas, se tira de clavado directamente hacia el agujero y en él desaparece. La escena fue macabra y asombrante, si no más enigmática, pero pude entender lo que debía de hacer.  

Camino hacia el agujero, me detengo justo en la orilla y aprecio su profundidad una última vez antes de lanzarme al vacío. ~ 

Entre sudor y jadeos me levanto brincando del susto. Me siento mareado y desconozco la hora. El sol ya no me saluda por entre las ventanas; no obstante, aún muestra su sonrisa siniestra por el cielo. Me fijo en el reloj y ya son las 6:46pm; el calor del verano ya se ha disipado bastante y el cuarto se siente relativamente fresco. Me muevo para alcanzar el celular, no tengo notificaciones. Mi vista aún oscila con las vueltas del vértigo, siento una cortina de neblina espesa alrededor de mi mente. Hago el esfuerzo de levantarme de la cama y mis huesos resuenan como xilófonos huecos. Al caminar hacia la cocina, noto un pedazo de papel al frente de la puerta de entrada. Lo recojo y el siguiente mensaje me saluda «Torre. 7:00pm» … Puñeta. 

¿Debí cuestionar el origen y la intención del mensaje? Sí, definitivo, pero ya era tarde para eso, mi curiosidad mató el gato. Ajorado y determinado, me encamino hacia la Torre. El misterio me consume más que la ansiedad. Tener propósito, aunque sea efímero, se siente eufórico. 

Logro llegar a la Torre luego de evitar tropezarme con el millar de hoyuelos que rellenan los caminos al buscar por todo el área entre jadeos, mareos y gotas de sudor. No se encontraba un alma en los predios excepto los guardias de palito que paranoicamente merodean y vigilan todo cuerpo móvil a partir de la llegada del crepúsculo. Mirando a la nada, me conformo con el sentimiento de decepción que cargaba encima. Siendo esto así, decido entonces sentarme en uno de los bancos de cemento a apreciar lo que quedaba del atardecer que, a su vez, estaba adornado por el centenar de edificios del casco urbano. 

Al pasar el tiempo, me seguí profundizando en mis pensamientos, en los sueños que había tenido (lo que recordaba de ellos comoquiera), en el atardecer, en el ser desconocido… en ella. No me había dado cuenta de cuán lejos estaba dispuesto a llegar para no recordarla, de todos los sentimientos no resueltos y reprimidos que había mantenido pal de metros por debajo del suelo para no tener que aceptar que el cuento ya se había acabado. Nuestra historia había llegado a su conclusión y no había vuelta atrás, pero ¿para qué? ¿Por qué estaba, de manera intencional, manteniéndome lejos de la paz mental que yo merecía? ¿Por qué no puedo permitirme transicionar a través de un cambio?... ¿Cambiar? 

El universo sigue moviéndose sin importar cuáles son los resultados de dicha inercia, que las estrellas exploten, cuánto consumen los hoyos negros, cuántos planetas choquen entre sí, cuántas nubes inimaginables de materia prima se expulsen hacia el universo, ni que aparezca un asteroide mañana y termine de explotar este planeta, esta pequeña piedra que gravita entre la nada y lo celestial. 

El atardecer se ve hermoso. Las cotorras dominicanas andan alborotosas como siempre, los árboles se mecen y sus hojas se tambalean, el ruido de la ciudad harmonizándose perfectamente con el ritmo del día y la melodía de sus ciudadanos... Respiro profundamente y exhalo con alivio. Extrañaba poder apreciar la belleza de la vida y sus simplezas.


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Posted on December 12, 2025 .

Flamboyán

  Elliut Colón Martínez 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPRRP

Recibido: 3/02/2025; Revisado: 1/12/2025; Aceptado: 1/12/2025 

Veo el cuenco de cristal volar por el aire, siento la ansiedad amarrarse abruptamente de mi piel. 

El tiempo se detiene. 
Solo se escucha mi respiración al inhalar y exhalar. 
El olor a primavera vuelve a permear el aire. 

Recuerdo cuando solíamos hablar en aquella pradera pequeña al lado del río, justo a la orilla de nuestro barrio. A ella le encantaba verme envolverme en mis historias, en mi cantar de cuentos que recitaba sin pausa, como si mi vida fuese una novela. Nos encontrábamos situados en puntos suspensivos esperando a que la próxima palabra fuese escrita. Suspendidos sobre el concepto del tiempo, indagando sobre la vida y sus pesares, disfrutando toda experiencia sensorial proveniente de aquella instancia. En la distancia se exaltaba la opresión despiadada de la ciudad, una interposición jerárquica impulsada por una creencia anticuada de “calidad de vida” y una persecución afanosa de la misma. Acá, lejos de la metrópolis, la naturaleza emanaba cierto aire de esperanza, de confianza, un calor maternal, un llamado familiar. 

Cerca de donde estábamos había una acera y en ella se posaba un banquito pequeño y solitario hecho en cemento. Justo a su lado se erguía un poste de luz rústico. Su bombilla emanaba una luz anaranjada acogedora, de esas que te saludan cuando viajas por el expreso. El viento movía y sacudía las espadas de grama que nos rodeaban. Los dientes de león bailaban con sus deseos tentadores. Las hojas muertas revoloteaban por el aire buscando su último lugar de descanso. El flamboyán, imponente a nuestro lado, ya comenzaba a florecer de naranja. El cielo estaba partido entre día y noche, vida y muerte, bien y mal, azul cielo y violeta espacial con naranja solar en su fisura. Las nubes se intercalaban entre sí, combativas y sumisas, moviéndose incansables en busca del horizonte. Ya se podían observar la luna y las estrellas acompañando al sol. Era una vista fantasmagórica la inmensidad de estos cuerpos celestes ante la insignificante presencia del ser humano mortal.  

La memoria se desvanece entre las tinieblas.  
Siento el chillido del cuenco retumbar.  
Regreso a mis sentidos ante esa molestia distintiva. 

Entre ansiedad e incertidumbre mi apetito se cierra. Me levanto de la mesa del comedor dejando mi plato de comida en espera. En lo que mi madre se quejaba expresivamente sobre el cuenco roto en innumerables pedazos me encargaba de ir a buscar la escoba y el recogedor. Prefiero hacerme útil en vez de recibir su furia desplazada. Salgo a la marquesina y transito por la puerta trasera; creo haberlos visto por la pileta del patio. 

Al pasarle por el lado al flamboyán del patio no hago más que reproducir en mi mente la película de su origen: Hace muchas décadas atrás, la abuela de mi madre le regaló la semilla, que según le había explicado era un injerto para que floreciera de un color distinto de lo normal, pero mi madre no recuerda cómo fue que lo logró crear. Cuando mi tatarabuela falleció mi madre decidió enterrar sus cenizas en las raíces de la pequeña mata, que para ese entonces ya crecía con sutil empeño. Debido a la naturaleza del injerto, ha florecido de color azul en solo dos ocasiones de los cincuenta años que lleva de vida. Hasta el día de hoy no ha vuelto a despertar. 

Un rayo de sol se vislumbra entre las ramas. 
El árbol me urge a recordar. 
Cedo y el calor de aquel verano me atosiga. 

‒ Te amo. 

‒ Te amo. 

Nos acurrucábamos de la mejor manera encima de una sábana marrón de textura suave que traje de casa. Era julio, reposados bajo el mismo flamboyán donde nos conocimos, ya sus flores han caído y resalta su verde majestuoso. En el cielo se hallaba un azul interminable y al norte en la distancia se regodeaba un grupo tímido de nubes stratocumulus y cumulus. Mientras hacía migajas una hoja del suelo, ella me contaba de su vida. Su vivacidad al expresarse fue lo que me enamoró. Fue aquel primer amor y su impacto fue trascendental. Había vivido muchos años en soledad ya que no era bien aceptado entre los círculos sociales de la escuela y tampoco poseía buenas destrezas de socialización para compensar. Era una mezcla entre “no me entienden”, “no los entiendo” y el ambiente hostilmente elitista que permeaba la cultura escolar. El rechazo que percibía agudizaba la angustia que me ocasionaba la carencia de afecto. A raíz de esto, prefería mantenerme separado de la muchedumbre, lejos de sus estándares arbitrarios, recogido entre mis letras escritas y el silencio.   

Una nube corta la proyección del filme.
Tropiezo con una escoba mal puesta.
Soy propulsado hacia el presente.

De regreso en la cocina uno de los dedos del sol se encuentra con mis ojos, una punzada de molestia me atraviesa la mirada antes de yo poder taparme. Solo veo la brillante fotografía del destello anterior, y en mis pupilas el reflejo de las memorias marcadas de los rayos ultravioletas que me acariciaron. Pienso en el sol, su color, su estado de materia, su posición en el espacio; un gigante gaseoso. Nuestra presencia dice poco ante las estrellas, somos tan solo pedacitos de moléculas en constante movimiento, con sueños grandes y deseos erráticos. Aún no sabemos por qué somos ni por qué estamos, pero hacemos el esfuerzo de ser humanos. 

Llego a la cocina y escucho el “Gracias, mi amor” suspirado de mi madre. Le hago el favor de limpiar el reguero. Por otro lado, veo como mi perro se aprovechó del momento para terminar con mi plato de comida. Ella estaba recogiendo las piezas de vidrios grandes y no se había percatado de sus travesuras. Me explica que era el único cuenco que le quedaba y que necesita uno nuevo para poder llevar la comida a la fiesta que tendremos en la noche en la casa de la vecina. A ella nunca le ha gustado pedir ayuda, mucho menos cosas prestadas. Me ofrezco para llevar a cabo la diligencia de ir al supermercado del Drive-Inn de la esquina a comprarlo. 

Me pongo unas chancletas, una camisa de nylon azul claro y unos pantalones bermudas verde bosque. Procuro tener la cartera, me acomodo los espejuelos, conecto los audífonos al celular y me dejo guiar por la música. El sentir del bajo satisface mis receptáculos auditivos. Mis pasos acompañan el compás de la percusión, la melodía apacigua el rugir de mi ansiedad. Caminando por la urbanización me cruzo inevitablemente por su casa. Veo una figura aparecerse por el cristal de la puerta de entrada. Me detengo en seco, la veo abrir la puerta y salir con una bolsa de basura en mano. Ya la música no hacía su efecto. Intercambiamos miradas y lo único que pude pronunciar sin verme muy afectado fue un 

‒ Hey ‒le digo con cierta dejadez de hesitancia entrometida en la garganta. 

‒ Hey ‒me contesta desinteresadamente. 

‒ ¿Qué tal? 

‒ No mucho, ¿y tú? 

‒ Ehj, lo mismo de siempre. 

‒ Ya veo. 

‒ Em… so- 

‒ No tengo ganas de hablar ahora. 

‒ Perdón‒ suspiro angustiadamente. 

‒ … Me tengo que ir‒ me dice con enojo. 

Procede a botar la bolsa de basura y encerrarse nuevamente en la casa. En ese instante no pienso en nada particular, solo siento la melancolía, añoranza y angustia. Continuo mi camino hacia el supermercado mientras intento regresar al ritmo de la música. Entro al supermercado y emprendo a buscar la mirada de las personas. Me gusta observarles el rostro y hacerme preguntas, por el gusto de hacerlas, de cómo se sienten, qué sufren y qué les hace vivir. Por más que quisiera, estoy conforme con no saber la respuesta a todas estas curiosidades. 

Me paseo por las góndolas que están estratégicamente organizadas para facilitarle la compra al consumidor. Busco los letreros suspendidos desde el techo que muestran el mapa de los productos porque mi sentido de orientación es un desastre y siempre confundo el lugar de las cosas. Me aparezco en la sección donde están los utensilios de cocina y verifico los cuencos de cristal a la venta. No tengo de otra que quejarme de cuán caro están. Consigo el mismo cuenco que mi madre tenía y procedo a ir a pagar por el mismo. Por fin puedo regresar a casa. 

Caminando de regreso me topo con la rutina diaria de un país donde reinan el cemento, los automóviles y la precariedad. Los hoyos en las carreteras asoman sus caras inocentes con intenciones joviales. Hay que aprender a guiar haciendo acrobacias y tratando de no chocar mientras el prójimo te insulta. Es inevitable el desquite pasional que conlleva dicha actividad, el escape de la presión, la ira, el estrés y la ansiedad acumulada. La ley de la calle es salvaje, pero sencilla. La condición de la pobreza abarca desde la metáfora hasta su materialización concreta. Un estado de vida constante, inhumano e insaciablemente perturbador, un abatido de eufemismos, un latigazo de prejuicios. 

Al llegar a mi casa siento el sudor en mi piel, cabello y ropa. El clima no perdona a nadie. Llevo a la mano el cuenco nuevo y me aseguro de no padecer de mi usual torpeza para no incurrir en más perdidas. Mi madre, al verme con el cuenco en la mano, rápido comienza a organizar la comida que tiene que transferir y terminar de empacar. Me agradece el esfuerzo e inmediatamente me ordena a bañar ya que estamos tarde. En la ducha me siento como en una cápsula hiperbárica de tiempo, encerrado bajo presión a solas con mis memorias. El espacio me da la oportunidad de reencontrarme con mis emociones, sentir todo aquello que se ha perdido en la represión involuntaria de mi ser. Me brinda el privilegio de nombrar lo innombrable y lentamente desenredar los nudos amarrados alrededor de mi alma y que arrastran aquellos presagios incorrectos impuestos del pasado. Pierdo noción del tiempo y me entrego a la intimidad pnemónica de mis deseos, no hago más que prender la ducha y la película nuevamente se proyecta. 

Abro el camino para que la lluvia de la primavera haga de mí sus correntías.
Siento el agua templada correr por mi ser, me vuelvo uno con ella.
Me concentro en mis pensamientos erráticos, casi palpables.
Un retorno a mi inconsciente volátil. 

Lo recuerdo como si fuera ayer, caminando por el parque del barrio sin pensarlo mucho. Iba de camino a mi esquina preferida, un hoyito en el suelo justo al frente del tronco grueso del único flamboyán en el área. Al ser enero aún no mostraba indicios de florecer, pero vive encima de una colina pegada al costado de un monte donde hay mucha vegetación que la acompaña, pero también aprecia de una vista escénica de la ciudad. Una isla metropolitana que parece de otra dimensión, como sacado de una película de steampunk. Aquí siempre hemos existido entre la penumbra y el atardecer. 

Cuando me acerqué al spot me percaté de que había alguien más allí. Como de costumbre, me trepé encima del banquito de cemento, mis placeres juveniles aún albergándose en mí. Entre la vista que me fallaba y la luz que se disipaba la descubrí. Llevaba puesto un sundress de una combinación de rojo y blanco. Tenía el pelo lacio marrón claro amarrado en cola y sujetado con un pinche de pelo en forma de una flor de amapola. Tiene la piel canela, de baja estatura y andaba con unas sandalias negras. 

‒ No creo conocerte‒ intento decirle con genuina curiosidad y un poco de distancia para evitar asustarla. 

‒ ¡Ah! ¡Hola! Yo tampoco‒ me responde sinceramente. 

‒ Pensé que era el único que sabía de este spot. ¿Cómo es que nunca te he visto antes? 

‒ Fíjate, solo estoy aquí hoy porque me cancelaron la clase. 

‒ O sea, ¿que los días que yo estoy tú no estás y viceversa? 

‒ Así que nuestro encuentro es pura coincidencia. 

Aquella noche hablamos hasta que la luna y las estrellas se fueron a dormir, la luz solar comenzó a brotar y romper la imponente oscuridad, y los animalitos comenzaron a despertarse e ir al río a disfrutar del agua.  

Cierro el correntío cual frío calor me resguarda. 
El reflejo del sol revelaba las partículas de agua que flotaban por el aire. 
Es divertido inhalar estas gotitas que me asfixian. 
Despliego la cortina. Agarro la toalla. Apago la música. 

‒ Ya es hora‒ pensaba repetidamente mientras me recostaba en la cama, desnudo, secándome con el aire y el abanico.  

La insistencia de la prisa implicada en los ruidos que se escuchaban desde la cocina me ponían nervioso. Cada fibra de mi ser sabía que mi madre andaba con ansiedad. Me levanto y procedo a vestirme con unas tenis que parecen botas de hiking, un mahón azul claro y una camisa de botones semiformal con una combinación de verde bosque, marrón tierra y crema oscuro. Abro la puerta del cuarto y mi gata entra corriendo para enterrar sus uñas en mi cama, treparse y acostarse en mi almohada. La mimo y le rasco la cabeza, las orejas, la panza y las patitas. Siento un ronroneo calmante, hoy está mansa; añoro este cariño… extraño cómo me acariciaba la cara y me decía que todo iba a estar bien, me limpiaba las lágrimas cuando se me morían las esperanzas, me apretaba con sus abrazos y me daba un beso siempre que saludaba o se despedía. 

Entretanto mi nostalgia se regodeaba en mi psiquis, ayudaba a mi madre a cargar los trastes al auto; arroz blanco, pollo guisado, habichuelas rosadas, un envase de arroz pegao’, jamón con piña y jugo de lechosa. Nos montamos en la guagua y emprendimos un pequeño viaje hasta el otro extremo del barrio. En el camino me cruzo nuevamente con su casa, aún mantengo la costumbre de los primeros días cuando la miraba al pasar, siempre con ganas de saber de ella, de estar con ella. Sé que pronto nos mudaremos, pero mientras tanto cedo a mi nostalgia clandestina. 

Llegamos hasta donde nuestras amistades vecinas que viven en una casa de arquitectura española rústica moderna. El balcón lo tienen repleto de orquídeas, azucenas, margaritas y cáctus, en el jardín tienen una línea de arbustos de pascuas, cruces de malta y unas cuantas palmas pequeñas. Son una pareja de muchos años de ascendencia española, pero sus corazones puertorriqueños arden con alegría. Nos reciben con un saludo simpático. La casa ya se está llenando de familiares y la comida se comienza a servir. No conozco a la mayoría de las personas presentes y por eso me mantengo reservado. 

Comiendo en la mesa de comedor hecha de un tronco de caoba ausculto con detenimiento las dinámicas familiares y sociales que se manifiestan ante mí: 

‒ Ayer estuve esperando a que la cabrona de mi amiga se apareciera y luego de una hora me llama pa’ decirme que no iba a poder llegar porque se enganchó con un polvo‒ exclamaba furiosamente una de las primas mientras se bebía un pitorro de parcha. 

‒ ¿Escuchaste lo que le pasó a Gabriela? El novio le pegó los cuernos y la loca esa le terminó vaciando tres gomas del carro. Según ella, si no se vacían las cuatro, el seguro no lo cubre‒ compartía a carcajadas una de las sobrinas mientras se hartaba la cara de comida. 

‒ Los otros días me encontré con Don Pedro y me contó que la hija se había metido en un lío de fraude y ahora la policía la anda buscando. Supuestamente, la tipa se fue del país, pero no se sabe dónde está. Yo digo que se fue pa’ New York con el novio y Dios sabrá lo que están haciendo ahora‒ chismeaba uno de los tíos en un círculo de hombres, cada uno con una cerveza en la mano. 

En mi esquina de la mesa de caoba había varios jóvenes de mi edad. Me incluían ocasionalmente en la conversación, pero nunca me he sentido parte de ese grupo así que mis aportaciones eran cortas, precisas y escasas. Podía ver cómo se arraigaban a un estatus quo, a una normativa social genérica, a un estilo de vida que niega su realidad precaria y acepta una ilusión vendida. 

Termino de comer y me levanto de la mesa a fregar los utensilios que utilicé. Admiro la escena una última vez y salgo de la casa. No tengo ganas de seguir en el bullicio, quiero estar solo. 

Converso con los astros.
Compartimos nuestra soledad.
Lloramos.

‒ No puedo seguir contigo. 

Sentí temblores por todo el cuerpo y una repercusión sucesiva de escalofríos. Apareció un sumidero en el centro de mi pecho. Comencé a buscar desesperadamente entre aquellas memorias por el momento en que fallé, en donde cometí el error que desencadenó esta desdicha. Mi mente, perdida en su propia tormenta, hizo de recuerdos evidencias tratando de resolver un problema que verdaderamente nunca fue. 

Ella sabía por lo que yo estaba pasando, sabía que yo me iba a echar la culpa encima. En ese instante me agarró la mano, me acaricio la cara, me abrazó y lloramos mientras nuestras lágrimas se llegaban a entender. Aún recuerdo cómo olía el suave soplar del viento de otoño de ese día. Los árboles desflorados bailaron pesarosamente y las nubes susurraron sus últimos secretos del día. 

Me paro encima del banquito de cemento.
La luz naranja me baña con su calor.
El flamboyán contempla la ciudad. 

La veo sentada en la base del árbol. Me detengo en seco y mis pensamientos se van en blanco. 

¿Por qué está ahí? 

Me encuentro ante una decisión, ¿cerrar o no cerrar el círculo?  

¿Qué círculo? 

Llevo tanto tiempo pensando en ella que me he perdido de vista completamente  

¿De quién es la culpa?

De manera casi unánime me había hecho el responsable de dicho pesar cuando la culpa no le pertenecía a nadie. 

Me encuentro situado nuevamente en puntos suspensivos, pero esta vez estoy solo, con miedo. Miedo a crecer. Miedo a fracasar. Miedo a vivir. 

Por alguna razón esta instancia me ha permitido encajar piezas que no había podido entender anteriormente. Era un momento de eureka, pero a la vez no porque llevo desde el primer día dándole vueltas incesantes a lo que ya era obvio. Pensando en lo que ocurrió, en lo que llegamos a ser. Me siento triste, pero me entiendo mejor. Estoy dispuesto a soltar, a vivir con los recuerdos bienaventurados y no con la angustia pesarosa. Es mejor llorar un amor perdido que quedarse en un pozo de agua estancada. 

‒ Permanecerás en mí como una fotografía de un amor que fue‒ al conjurar estas palabras doy un salto y caigo en la acera.  

Me encamino en dirección contraria y me mantengo en la acera tratando de evitar las grietas con cada paso que doy. Mientras me voy alejando y la luz del poste se va disipando me da con echar un último vistazo. Cuando me viro preciso una figura humana de pie, parece haber estado mirando en mi dirección, pero la oscuridad no me permitía discernir bien. Comoquiera, continuo mi camino, asiendo mi destino al caminar. No he de volver para atrás, ya no hay razón para eso. La noche me acoge en su abrazo sereno y se despide besándome en la frente. 

‒ Adiós. 

*** 

Mientras me encontraba envuelto en el transparente ensueño de la noche, deleitándome con su energía festiva y su humilde compañía, comenzaba a ver desde lejos la fiesta. Ya era una difuminación de voces y testigos. 

Decidí regresar, me estaba aburriendo y el hambre comenzaba a asomarse con pícaro intento. Entro a la casa y me encuentro con una fiesta vacía. Era tarde y ya las personas estaban regresando a sus hogares, dejando el reguero como evidencia de su asalto. Luego de agarrar una variedad de entremeses, me moví al patio donde esperaba encontrarme solo con los espíritus del lugar, pero había una muchacha recostada en la verja de madera que daba hacia el paisaje del área. Desde adentro de la casa se podía escuchar un bolero solemne, de esos que merecen un buen baile y que ponían en las fiestas de garaje de mis abuelos. El aire olía a humedad y a esperanza recién nacida. La luna iluminaba de un blanco débil todo el barrio y los postes de luz parecían luciérnagas en contraste. Al acercarme puedo visualizar sus detalles, pero no le invierto tanto esfuerzo al momento, confío en que eventualmente se dejarán ver sin miedo. 

‒ No te había visto antes. ¿Eres de la familia?‒ le pregunto mientras me como una galletita. 

‒ Oh, sí, es que no había tenido ganas de venir antes. No soy persona de fiestas, pero me lograron convencer esta vez‒ me contesta sin moverse, estaba recostando la cabeza en una de las manos cual brazo tenía posado en la varanda de la verja. 

‒ Ya veo; vine porque me queda al lado de casa‒ le señalo vagamente hacia donde queda, como si se pudiera ver desde donde estamos parados. ‒ Además, me entretiene escuchar las historias de la gente. Me distraigo la mente un rato‒le digo mientras me meto un sandwichito de mezcla en la boca y le ofrezco la otra mitad. 

‒ Mmm… ¿Y cuál es tu historia?‒ me dice curiosa mientras acepta y se come la otra mitad del sandwichito. 

‒ ... Está larga. 

‒ Tenemos la noche entera. 


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Posted on December 12, 2025 .

... el género

Medio: Pintura, medios mixtos sobre cartón y cartulina, 71cm x 52cm 

Gianni Rodríguez Roque 
Programa de Métodos y Técnicas de Investigación Social 
Facultad de Ciencias Sociales, UPRRP 

Recibido: 19/09/2025; Revisado: 26/11/2025; Aceptado: 1/12/2025 

Descripción 

Este trabajo de medios mixtos fue creado a partir de cartulina, cartón, pintura acrílica, papel de construcción y de seda, hilo, cristal y relleno de paquetes. La línea conductora nace a partir del desarrollo de un zine que platica sobre la deconstrucción del género, aludiendo a las revelaciones de género binarias. Es de este modo como busco ilustrar la ambigüedad del género y la autonomía de la persona a decidir sobre su propia identidad con el uso de la silueta. He aquí la jerarquía de colores que simboliza la jerarquía de los géneros, siendo la base más poderosa del género masculino (azul), seguido por el rosa (la mujer); así integrando matices de colores blancos, negros, violetas y amarillos aludiendo a las identidades no binarias que son violentadas, invisibilizadas y marginadas. La intención es invitar al espectador a reflexionar sobre el binarismo en el proceso de la asignación del sexo al nacer en conjunto a la imposición de expresiones y roles de género. 


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Posted on December 12, 2025 .

Alma de Yoka

Medio: Pintura (Acrílico sobre panel), 9 x 12   

Leslie Moreno Cruz 
Programa de Pintura 
Estudios Generales, Escuela de Artes Plásticas y Diseño

Recibido: 16/09/2025; Revisado: 26/11/2025; Aceptado: 1/12/2025 

Descripción 

En mi obra, Alma de Yoka, me inspire en el misticismo puertorriqueño y en el realismo mágico, combinando paisajes tradicionales con elementos fantásticos. La figura principal se inspira en el caracol Guildfordia Yoka del océano Pacífico, para representar ese sentimiento de sentirme extraña en mi propio hogar. Los picos del caracol simbolizan tanto un mecanismo de defensa como una invitación a salir de esa caja y crear mi propia forma. El uso del color azul y la integración con el agua reflejan mi conexión con la naturaleza y en cómo nosotros mismos somos hechos de aguas que revientan y se calman durante nuestras vidas. Al mirar hacia la izquierda, nos recuerda poder reflexionar sobre nuestro pasado para entender el presente. Mis obras exploran la espiritualidad personal y la carga emocional de los objetos naturales, capturando la magia que surge entre lo mundano y lo simbólico en paisajes, bodegones y figuras. El medio utilizado fue acrílico sobre lienzo. 


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Posted on December 12, 2025 .

Células

Medio: Pintura (Medio Mixto)  

Fabiola Báez Flores 
Departamento de Bellas Artes 
Facultad de Humanidades, UPRRP 

Recibido: 26/08/2025; Revisado: 26/11/2025; Aceptado: 1/12/2025 

Descripción 

Esta obra de arte está inspirada en el cáncer de pulmón, específicamente en células cancerosas observadas bajo microscopio en laboratorios. Por ende, el tema que estoy trabajando es sobre la visibilización del cáncer de pulmón desde una mirada artística. En cuanto al medio utilizado, el proceso se basa en crear formas de las células cancerosas en papel (sea reciclado o papel de medio mixto) para luego cortarlas y pegarlas en formas orgánicas. Luego de esto, voy creando un collage con las partes recortadas para realizar la forma en gran formato de la célula. Finalmente, ya terminada la pieza, la intervengo con dibujos automáticos. 


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Posted on December 12, 2025 .

Atados

  Nayelie Z. Rivera Meléndez 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPRRP 

Recibido: 19/09/2025; Revisado: 26/11/2025; Aceptado: 1/12/2025 

Unidos a un hilo rojo, 
destinando nuestras almas.   

Cuanto más intento estar lejos, 
más me acerca a ti. 
Por más que corro por el mundo,  
termino encontrándote. 
Al parecer es nuestro destino estar juntos.  

Sea este hilo una bendición o una condena; 
lo quiero, lo acepto y lo deseo.  
Pues mi alma se muere. 
¡Ven! Corre hacia mí.  


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Posted on December 12, 2025 .

Casi casi 

Yanuel E. Ramos López 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPRRP

Recibido: 4/09/2025; Revisado: 26/11/2025; Aceptado: 1/12/2025 

“¿Pesadilla 
o sueño lucido?” … 
es alma que no brilla 
porque no tiene dueño; 
es alma perdida, 
es una pérdida, 
es culminación de aquello 
que comenzó 
y que selló; 
días atrás, 
avanzó 
y se atascó, 
pero prosperó; 
duró y duró, 
más, 
¿la meta? 
no alcanzó… 
su camino 
culminó 
hasta que fulminó su corazón; 
sin embargo, 
del embargo 
y de su encargo 
otra vez se encargó; 
siguió el rastro 
y se arrastró 
hasta el barro, 
hasta que, al fin y al cabo 
lo cumplió; 
luego, 
siguiendo las reglas, 
arregló 
su renglón, 
pero otra vez, 
no lo consiguió, 
“¿y ahora qué?” 
pues ya pa’ que… 
“¿cometeré 
el mismo error?” 
espero que no, 
qué terror… 
el abismo 
ahora mismo 
es sinónimo de horror, 
“¿esto ha de terminar?” 
terminará, 
te minará, 
te mirará 
¡y te destrozará! 
“¿¡pero cuánto dolor 
he de soportar!? 
ya no es rencor, 
sino traición, 
de algo 
que casi casi sucedió…” 


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Posted on December 12, 2025 .

El periódico bajo el mantel 

 Andrea I. Laó Martínez 
Programa de Estudios Interdisciplinarios 
Facultad de Humanidades, UPRRP 

Recibido: 18/09/2025; Revisado: 1/12/202; Aceptado: 1/12/2025 

Mi abuela lee el mismo periódico más de una vez, todos los días. Se sienta en su silla, y lee cada noticia con mucho detenimiento. No lo hace para tratar de entender su contenido mejor, sino porque no recuerda haberlo leído en el primer lugar. Antes, ella podía distinguir a cuál día le correspondía el periódico en sus manos y me contaba de qué trataba la noticia que estaba leyendo, pero ya no. Ahora se sienta en su silla, y hace el mismo comentario sobre la noticia que leyó una y otra vez. “¿Viste que botaron al presidente? Ese sí que se portó mal” me dice, apuntando una noticia del periódico de la semana pasada. Cuando se le ofrece otro periódico, deja el que tenía en las manos bajo un mantel, para que no se le olvide leerlo en la tarde. El mismo periódico se queda ahí, junto a muchos más, esperando a que alguien los reemplace por uno nuevo.  

Cuando mi abuela no está leyendo en su silla, se acuesta a dormir por mucho tiempo, pero no por toda la noche. Ella se despierta de madrugada, aun cuando el sol no ha salido. Es durante este periodo de tiempo, que su mente no se establece en un punto fijo de sus recuerdos; como si viviera varias etapas de su vida fuera de orden. La vez que pude ver esto con claridad, fue cuando me quedé en su casa durante un fin de semana. La vi caminando por la cocina en la oscuridad, y no parecía que reconocía dónde estaba. Cuando me vió, me pidió que le enviara unos documentos e insistía en que tenía que pagar por el estacionamiento para regresar a su casa. Ella decía que donde ella estaba no era su casa; sin embargo, no miró la nevera repleta de fotos de ella y mi padre, o a la pintura que hizo mi tío cuando tenía mi edad. Nunca la había visto tan ajorada y confundida en su propio hogar. Me sentí preocupada por ella, así que me quedé con ella por horas, velando que no se lastimara o que no saliera de la casa hacia el patio. Ella hizo lo mismo por mí cuando yo era una niña chiquita y pensé que solo era justo hacer lo mismo por ella, aun si no me reconocía como su nieta mayor.  

Hace más de un año que no escucho a mi abuela llamarme por mi nombre, pero aún así, se recuerda quién soy. No creo que ella sabe que soy su nieta, pero sí confía en mí. Pienso que esto es porque en su corazón, todavía me reconoce. Esa noche, cuando me tenía como compañía, ella volvió a un estado calmado. Se sentó nuevamente en su silla, comiendo uvas mientras leía el periódico que guardó debajo del mantel. Aunque no reconoce su casa, ella se siente cómoda en su espacio. Se quedó horas leyendo el mismo periódico. Por esas pocas horas, fue como si yo estuviera de vuelta a mi niñez y mi abuela estaba leyéndome el periódico mientras yo jugaba con la sección de los niños en otro periódico. La mayoría del tiempo se siente como si hubiese una imagen borrosa cubriendo las memorias que tengo de mi abuela. Reconozco que ella está ahí, pero se me hace más y más difícil encontrarla. Sin embargo, esa noche, pude ver a mi abuela claramente.  

Cuando terminó de leer, mi abuela regresó a su cuarto, y se durmió. Al irse fue como si la energía muriese, y la casa se volvió muy callada sin su presencia. Nunca se había sentido tan abrumador ver su silla vacía, y su periódico bajo el mantel. Recogiendo el plato de uvas vacío o lavando su vaso de agua se sintió como un recuerdo del presente. Quería que mi abuela regresara a bailar salsa conmigo o a chismear sobre las vecinas entrometidas con una taza de té, pero sé que eso no va a pasar otra vez. Sé que lo mejor que puedo hacer es guardar esos recuerdos, justo como mi abuela guarda su periódico para que luego pueda volver a verlos. Guardo esos recuerdos para conmemorar quién era mi abuela.  


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Posted on December 12, 2025 .

Nirvana

Sebastián González González
Programa de Gerencia de Mercadeo
Facultad de Administración de Empresas, UPRRP 

Recibido: 19/09/2025; Revisado: 24/11/2025; Aceptado: 24/11/2025

¿Cómo llegué hasta aquí? 

Estaba varado en medio de un océano de diferentes formas y colores. La brisa moldeaba los caminos bajo un canvas azul relleno de algodón. Un paisaje sin fronteras y sin final. Un paraíso coloreado de paz y belleza. Allí estaba, tirado en el suelo, sintiendo la suavidad del silencio. No sabía cómo llegué hasta allí, pero entendí que ese paraíso siempre me estuvo esperando. 


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Posted on December 12, 2025 .