Josephine Baker y su arma corporal

Adriana S. Márquez Morales
Departamento de Historia
Facultad de Humanidades, UPR RP

Resumen

A lo largo de su carrera artística, Josephine Baker empleó y subvirtió los roles de género y los estereotipos raciales para alcanzar la fama y convertirse en una artista de renombre a nivel mundial. Durante la Segunda Guerra Mundial, Josephine Baker utilizó su celebridad y contactos para ayudar a los Aliados durante la ocupación alemana en Francia. Esta investigación analiza el rol crucial de su feminidad en un ámbito predominantemente masculino, como lo es la milicia. Además, se discute su sexualidad, un tema poco investigado que es vital para comprender quién fue Josephine Baker. 

Palabras claves: Josephine Baker, Segunda Guerra Mundial, espionaje, teoría de género, feminidad

 

Abstract

Throughout her artistic career, Josephine Baker employed and subverted gender roles and racial stereotypes to achieve fame and to become a world-renowned entertainer. During World War II, Josephine Baker used her fame and contacts to help the Allies during the German occupation in France. This investigation analyzes the crucial role of her femininity in a male dominated field, as is the military. Furthermore, her sexuality is also discussed, a topic without a lot of research that is vital to understand who Josephine Baker was.

Keywords: Josephine Baker, World War II, espionage, gender theory, femininity

 

Introducción 

Durante la década del 1920, Josephine Baker—mujer afroamericana quien adquirió la ciudadana francesa—se convirtió en una de las artistas del entretenimiento más famosas en el mundo. Su voz melodiosa, sus bailes exóticos y el uso de su feminidad y negritud la llevaron a participar en los escenarios más ostentosos de Europa, estableciéndose no tan solo como cantante y bailarina, sino también, eventualmente, como actriz. Sin embargo, el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y, específicamente la llegada de los nazis a Francia, significó un cambio en la vida de Josephine. Ella puso a disposición del país que la adoptó como suya todos sus talentos y se convirtió en espía para los Aliados. Además, en el transcurso de la guerra, el encuentro con las tropas negras americanas le hizo reevaluar la manera en que comprendía su raza. Por otra parte, esta investigación explora la sexualidad de Josephine—intencionalmente ambigua—y las parejas que tuvo a lo largo de su vida. Al escudriñar esta parte de su vida, busco presentar a Josephine con una nueva luz, en donde su feminidad se convierte en arma militar y se establece que su falta de heteronormatividad en el escenario se extiende hasta la cama.

Espía para los Aliados

 Los comienzos de una espía

La Segunda Guerra Mundial comenzó en septiembre de 1939, cuando Alemania y la Unión Soviética invadieron a Polonia, y Francia y Reino Unido le declararon la guerra. En este momento, Josephine Baker se encontraba viviendo en París, y se dedicaba a entretener las tropas francesas junto a Maurice Chevalier. También trabajaba en una obra en el Casino de París, titulada ­Paris-Londres, que fue creada para las tropas francesas e inglesas que llegaban a París, las que tenían 48 horas de tiempo libre antes de ser desplegadas a sus respectivas posiciones militares.[1]

Al inicio de la guerra, Jacques Abtey, oficial del Deuxième Bureau,[2] estaba buscando a personas que trabajasen para Francia sin necesidad de remuneración: “…we called them Honorable Correspondents—who could travel around without attracting attention, and who would be able to report what they saw” (…les llamábamos Corresponsales Honorarios—quienes podían viajar sin llamar la atención, para informar lo que veían).[3] Uno de ellos fue Daniel Marouani, el hermano de Félix Marouani, quien se convirtió en agente de Josephine luego del altercado que había tenido con Pepito.[4] Él fue quien le sugirió a Abtey que reclutara a Josephine Baker, pues sería perfecta para ese rol. Inicialmente escéptico—pues el servicio secreto francés casi nunca reclutaba mujeres[5] y ya Francia había tenido problemas reclutando artistas como espías[6]—cuando Abtey conoció a Josephine, instantáneamente cambió de parecer. Al ser presentada con la posibilidad de servirle a Francia, ella dijo lo siguiente: “France made me what I am. I will be grateful forever. The people of Paris have given me everything… I am ready, captain, to give them my life. You can use me as you wish” (Francia me hizo lo que soy. Le estaré eternamente agradecida. La gente de París me lo ha dado todo… Estoy preparada, capitán, para darles mi vida. Úseme como desee).[7]

 Esta cita marca un hito en la vida de Josephine, pues hasta este punto ella había demostrado un cierto grado de egoísmo. Esto se debe a que, para lograr la fama, tuvo que hacer muchos sacrificios y darse prioridad a sí misma. Sin embargo, cuando ella dijo que estaba preparada para dar su vida por Francia, reconocía que gracias a ellos había llegado a donde estaba. Más aún, Josephine se consideraba endeudada con Francia, porque fue el país que la acogió y la aceptó como mujer negra, cuando en su propio país se había sentido rechazada.

Durante los primeros años de la guerra, Josephine se mantuvo ocupada: estaba filmando la película Fausse Alerte, actuaba en el Casino de París todas las noches, tenía un programa de radio para los soldados y hacía sus trabajos para el Deuxième Bureau. El trabajo de espía, por estar ligado a la milicia, era considerado como uno masculino, pues se esperaba que la mayoría de las mujeres se quedarían en sus hogares cuidando a la familia. Por eso se puede afirmar que Josephine Baker no tan solo subvirtió las expectativas de lo que puede ser un espía por ser mujer, sino que también las cambió por la manera en que adquiría la información. Ella probó que no había que masculinizarse para llevar a cabo su trabajo. Al contrario, exacerbó su feminidad y aprovechó su celebridad para conseguir la información pertinente.

 Sus conexiones diplomáticas le permitían entrar a las embajadas de Italia y de Japón en París, en donde se relacionaba con los invitados mientras escuchaba las conversaciones ajenas de manera disimulada pero atenta. Jacques Abtey comentó: “[s]ometimes, she would write along her arms, and in the palm of her hand, the things she heard. I told her this was dangerous, but she laughed. ‘Oh, nobody would think I’m a spy’” (a veces, ella se escribía en los brazos, en la palma de la mano, las cosas que había escuchado. Yo le dije que esto era peligroso, pero ella se reía. ‘Ay, nadie pensaría que soy una espía’).[8]

Durante este tiempo, Josephine también se dedicó a visitar y ayudar en los refugios a las personas desplazadas por la guerra. Jean-Claude Baker comenta sobre cómo Josephine abandonó su egocentrismo y se sumergió en su nuevo rol, el de ayudar a los demás: “…she made beds, bathed old people, whispered words of comfort, and kept her eyes and ears open” (…ella hacía las camas, bañaba a los ancianos, susurraba palabras de consuelo y mantenía sus ojos y sus oídos abiertos).[9]

 Prediciendo que los alemanes muy pronto invadirían a Francia, Abtey exhortó a Josephine a que escapara al sur de Francia. Cerca del río Dordogne, Josephine se topó con un castillo conocido como Les Mirandes. Enamorada del lugar por su belleza natural y por su localización escondida, Josephine decidió alquilar el castillo al cual le llamó Les Milandes.[10] Lo conservaría durante el resto de la guerra. En este castillo, albergó a varios fugitivos, incluyendo refugiados belgas, algunos de sus empleados y colegas del entretenimiento.

Francia fue ocupada por los alemanes en junio 1940, y el gobierno liderado por el mariscal Philippe Pétain se preparó para firmar un armisticio. El acuerdo sería que el norte de Francia sería ocupado por los alemanes, y el sur sería la “Zona Libre”.[11] El subsecretario de guerra, el general Charles de Gaulle, estaba en desacuerdo con la firma del armisticio, ya que esencialmente se le estaba entregando toda Francia a los alemanes. Por tal motivo, se fue al exilio a Reino Unido para tratar de organizar la resistencia en contra de Alemania y de la Francia de Vichy.[12] Este gobierno francés desde el exilio sería consecuentemente conocido como Francia Libre.

Jacques Abtey y su jefe—el coronel Paul Paillole—querían ponerse en contacto con el general Charles de Gaulle, quien había formado un gobierno en el exilio con base en Londres. Pero, para poder dirigirse a Inglaterra, tenían que llegar hasta Lisboa, ya que Portugal era un país neutral. Bajo el pretexto de hacer una gira por América del Sur, Josephine Baker y Jacques Abtey—ahora bajo la identidad falsa de Jacques-François Hébert, el maestro de ballet de Josephine—consiguieron visas para atravesar España y llegar hasta Portugal. Este traslado no hubiese sido posible a no ser por las conexiones que tenía Josephine por ser una artista famosa. Jacques Abtey destaca que ella arriesgó su vida por él, dado que, si hubiesen sido descubiertos, ella hubiese sido transferida a un campo de concentración por ser una mujer negra casada con un hombre judío.[13] 

Josephine comenzaba a demostrar unas características altruistas que contrastaban con sus acciones al principio de su carrera. Recién llegada a París, había traicionado a la productora de la Revue Nègre, Caroline Dudley Reagan, al romper su contrato para ir a bailar en Folies-Bergère. Su decisión en ese momento le costó no tan solo más de 10,000 dólares a Caroline, sino también el trabajo a decenas de personas involucradas en la Revue Nègre. Ahora, Josephine estaba dispuesta a sacrificar su vida no solo por Jacques Abtey, sino por los franceses. Sus convicciones en este momento la obligaban a salvaguardar los valores que Francia y su gente representaban para ella. Bennetta Jules-Rosette explica que, en esta etapa de su vida, Josephine reproduce el motivo mariano[14] o el “Marianismo”, una narrativa humanitaria y religiosa de devoción sagrada y sacrificio.[15]

 El viaje a Inglaterra era muy importante, no solo porque se reunirían con Charles de Gaulle, sino también porque Josephine llevaba consigo información confidencial sobre las movidas y localizaciones de las tropas alemanas en Francia. Para que esta información pasara desapercibida, se escribió todo en las partituras de Josephine con tinta invisible, y las fotos se sujetaron dentro del traje de Josephine.[16] Una vez más se puede observar cómo Josephine fue imprescindible para esta operación: si no fuese por su estatus como artista, se les hubiese dificultado la manera de transportarse y compartir la información de manera encubierta, pues los alemanes tenían las fronteras bien vigiladas. Josephine logró aprovecharse de los alemanes porque la subestimaron; para ellos, ella era solo una simple bailarina.

Al llegar a Lisboa, Abtey envió la información a Londres, pero les notificaron que era mejor que no fueran a Inglaterra. Por tal motivo, Abtey se quedó en Portugal y Josephine regresó a Marsella y, en lo que aguardaba nuevas instrucciones, montó La Créole en La Ópera en Marsella con su colega artista Frédéric Rey.[17] A finales del 1940, el Deuxième Bureau ­les dio nuevas órdenes para que crearan una oficina de enlace en Casablanca, Marruecos. En enero del 1941, Abtey, Josephine y Frédéric partieron para Argelia[18] en ruta hacia Marruecos, en donde la segunda etapa del periodo de Josephine como espía tendría su comienzo.

 En Marruecos

Durante los primeros meses de 1941, Josephine viajaba alternado su estadía entre Marruecos, Portugal y Les Milandes. Como no se le pudo conseguir una visa a Jacques Abtey, lo forzaron a quedarse en Casablanca, mientras Josephine compartía información confidencial por sí sola. De día ella recolectaba información y de noche cantaba en conciertos para subvencionarse, pues como nunca quiso aceptar dinero por su labor patriota, tenía que apoyarse económicamente con sus conciertos. Cuando estaba en Francia, recibía mensajes del coronel Paul Paillole, los cuales se sujetaba a su ropa para luego entregárselos a Abtey.

En Marruecos, Josephine y Abtey tenían varios contactos que les permitían moverse con facilidad entre las ciudades de Marruecos y luego entre los países del norte de África.  Entre ellos estaba Thami el Glaoui, el pashá de Marrakech,[19] Moulay Larbi el Alaoui, el primo del sultán, y Si Mohammed Menebhi. Gracias a sus amistades, Josephine consiguió para sí misma una visa permanente para residir en España, lo que le facilitaba el traslado hacia Portugal, Marruecos y Francia, y le daba acceso a más información sobre los alemanes, ya que muchos se encontraban en España, a pesar de que este país era neutral.[20] Ahmed Ben Bachir también ayudó a Josephine. Gracias a él, se consiguieron pasaportes hispano-marroquíes para los judíos que venían desde España. Ben Bachir alegaba que eran judíos marroquíes, aunque en realidad eran de Europa Oriental. De esta manera, estos refugiados podían conseguir pasaportes para irse a Latinoamérica y así escaparse de los alemanes.

La relación que Josephine tuvo con estos líderes árabes fue muy significativa, pues, aunque a veces era su amante, siempre la trataron de igual a igual. En la cultura islámica, los hombres adinerados tenían un harén de mujeres de todas las razas y culturas que eran segregadas a su propio espacio (el femenino). Sin embargo, Josephine tenía libertad para interactuar y desenvolverse en los espacios masculinos.[21] Más aún, consideraban su opinión en la toma de decisiones.

 Josephine fue admitida a la clínica marroquí Comte en junio del 1941 porque había desarrollado peritonitis, una enfermedad de la cual casi se muere en múltiples ocasiones debido a las complicaciones incesantes. Los biógrafos difieren en la causa de su enfermedad. Jean-Claude Baker indica que fue infectada por una aguja contaminada mientras un doctor le hacía un procedimiento para que pudiese tener hijos.[22] Por su parte, Jules-Rosette propone que Josephine estaba embarazada con el hijo de el Glaoui, y al dar a luz a un bebé que nació muerto, tuvo varias complicaciones y le surgió una infección. Finalmente, en su autobiografía, Josephine alega que cuando fue a verificarse los pulmones con rayos X, le pidió al doctor que le verificara también su vientre para saber si podía tener hijos. Por eso Josephine concluyó que desarrolló peritonitis debido a que la aguja hipodérmica estaba contaminada. Sea cual fuese la verdadera razón por la cual se había enfermado, Josephine estuvo encamada por 19 meses, lo cual paralizó su vida como espía viajera. No obstante, Abtey y sus contactos estadounidenses radicados en Marruecos se aprovecharon de la privacidad del cuarto del hospital de Josephine. Se reunían clandestinamente en el cuarto de Josephine para intercambiar información, puesto que no se veía extraño que un dignatario fuese a visitar a alguien tan famosa—en el ámbito del entretenimiento y ahora en el militar—como Josephine.

Regresando a sus raíces

 Recién recuperada, Josephine regresó al escenario en 1943. Le habían pedido que cantara para las tropas afroamericanas en el recién inaugurado Liberty Club de Marruecos (véase Figura 1). Desde ese momento, Josephine se transformó y regresó como artista, aunque aún trabajaba para la causa de Francia Libre. Tenía dos metas: utilizar el entretenimiento para unir a las tropas blancas y negras, e involucrarse en una campaña de propaganda a favor de Charles de Gaulle, para así convertirlo en el futuro líder de la Francia Libre.[23]

Figura 1: Josephine Baker canta el himno nacional de Estados Unidos al final del espectáculo que se llevó a cabo en el Teatro Municipal en Oran, Argelia el 17 de mayo de 1943.

Autor: Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Su nuevo trabajo implicó un nivel de autorreflexión con respecto a su raza que, hasta este momento, había deliberadamente obviado. Ella había utilizado la negritud a su favor cuando llegó a París, pues en ese momento, se había querido desprender de su pasado para olvidar los abusos y el racismo a los cuales había sido sometida en los Estados Unidos. Toda su vida había luchado contra el racismo desde su propio espacio, es decir, quería superarse en el mundo de los blancos para así probar que la igualdad era posible.[24]  Pero al enfrentarse a la realidad de las tropas negras, pudo entender que no era suficiente salvarse a ella misma, sino que también debía ayudar a los demás. Josephine no podía comprender cómo su país, que estaba luchando contra Alemania—el epítome del odio racial que ella tanto repudiaba—tenía a sus tropas segregadas. Al comenzar su gira por el norte de África manisfestó: “[w]e’ve got to show that blacks and whites are treated equally in the American army…or else what’s the point of waging war on Hitler?” (tenemos que demostrar que los negros y los blancos son tratados iguales en la milicia americana…si no ¿qué sentido tiene entrar en guerra con Hitler?)[25] Su guerra personal contra el racismo ahora tomaría un rol protagónico paralelo a su rol como animadora durante la guerra.

Durante este tiempo, Josephine se sentía cómoda en su entorno, pues el escenario era como su hogar. Ella era una mujer de fuertes convicciones, y cuando se alineaba con una causa era difícil desviarla de su objetivo. Utilizando a sus amigos árabes y su carisma, Josephine logró influenciar a todo el norte de África a favor de De Gaulle.[26] Jacques Abtey, Si Mohammed Menebhi y Josephine viajaron desde Marruecos, atravesando todo el norte de África hasta llegar a Egipto y Líbano, ofreciendo conciertos también en Córcega, Cerdeña e Italia.[27] Más que para entretener a las tropas, esta gira sirvió de propaganda para asegurar el control político de Francia en sus colonias africanas. El mismo Charles de Gaulle reconoció el valor indispensable de tener a alguien como Josephine de su lado; cuando se conocieron en persona, él le regaló a Josephine una Cruz de Lorena en agradecimiento por su servicio.[28]

Josephine Baker regresó a Francia en 1944, habiendo sido nombrada subteniente del Cuerpo Auxiliar Femenino de la Fuerza Aérea Francesa por sus servicios de propaganda en su gira por el Medio Oriente (véase Figura 2). El 14 de octubre de 1946 fue galardonada con la Medalla de la Resistencia por Charles de Gaulle. Aunque él no pudo asistir a la ceremonia, le envió una carta con su hija que declaraba: “[i]t is with all my heart and knowledge that I send you my sincere congratulations for high distinction of the French Resistance which you have received” (es con todo mi corazón y conocimiento que le envío mis más sinceras felicitaciones por la alta distinción de la Resistencia Francesa que ha recibido).[29] La labor ardua que llevó a cabo Josephine Baker durante la Segunda Guerra Mundial rindió sus frutos, no tan solo por los reconocimientos que recibió, sino también porque la impulsó a una nueva etapa de su vida que estaría caracterizada por su desprendimiento, generosidad y sacrificio para su propósito de vida: la igualdad.

Figura 2: Josephine Baker en su uniforme de la Fuerza Aérea Francesa en 1948. Autor: Studio Harcourt, París.

Amantes, esposos y parejas: explorando la sexualidad de Josephine

Desde una temprana edad, Josephine fue expuesta a su sexualidad. Antes de sus 18 años, ya se había casado dos veces y había tenido encuentros sexuales con hombres mucho mayores que ella. Aunque nunca se sabrá cuánto esto afectó a Josephine, sí se puede observar que desde muy joven aprendió a utilizar su cuerpo como un arma a su favor.

Al llegar a París, Josephine se topó con muchos hombres blancos que la adulaban y querían acostarse con ella. Esto le agradó, puesto que en los Estados Unidos las relaciones interraciales estaban prohibidas en esta época. Sin embargo, se decepcionó con varios de ellos, ya que—aunque aparentaban no ser racistas—no querían perjudicar su estatus social y ser vistos saliendo con una mujer negra.

Uno de los hombres más notables en la vida de Josephine fue Giuseppe ‘Pepito’ Abatino. Josephine lo conoció cuando tenía tan solo veinte años, apenas habiendo comenzado a vivir en París. Gracias a los contactos de Pepito y a sus destrezas de publicidad, juntos lanzaron la nueva imagen de Josephine, como una artista más refinada aunque aun así “exótica”. Durante la próxima década, Pepito estaría encargado de todos sus asuntos profesionales. En su autobiografía, Josephine indica: “I loved Pepito. I depended on him. He dealt with all my problems. He handled all my baffling, tedious paper work. He had abandoned everything for me. I was his entire life” (Yo amaba a Pepito. Yo dependía de él. Él se ocupaba de todos mis problemas. Él manejaba todo mi tedioso trabajo administrativo. Él había abandonado todo por mí. Yo era su vida entera).[30] Esta codependencia favoreció la carrera de Josephine, ya que aseguró su llegada a la fama. Pepito le consiguió contratos para hacer películas, para presentarse en el Casino de Paris, para viajar y cantar en toda Europa y América del Sur y hasta para crear su propia línea de productos de belleza.

Su relación con Pepito terminó en 1936, tras su conquista fallida de los Estados Unidos. Pepito fue quien logró adquirir un contrato para ella en Nueva York, pero debido al racismo de la época, Josephine no fue bien recibida y se vio obligada a regresar a Europa. Antes de partir, Josephine y Pepito tuvieron una fuerte discusión: “[i]t was clear that she no longer needed Pepito. She had accepted his overbearing, almost brutal, tactics at twenty; at thirty she rejected them. Josephine was a life force, and living means growth and change. Pepito had lost. Josephine hated losers. She needed to win…always” (era evidente que ella ya no necesitaba a Pepito. Ella había aceptado sus tácticas dominantes y casi crueles a los veinte años; a los treinta las rechazaba. Josephine estaba llena de fuerza vital, y vivir significa crecimiento y cambio. Pepito había perdido. Josephine odiaba a los perdedores. Ella necesitaba ganar…siempre).[31] El hecho de que Josephine descartaba de su vida a las personas que no la favorecían o a las cuales no les podía sacar provecho se convirtió en una práctica de toda la vida. Sus relaciones amorosas y profesionales se basaban en lo que ella podía adquirir de ellas.

Su próxima relación seria fue con Jean Lion, con quien se casó en 1938, pero solo duraron 3 años juntos. Gracias a este matrimonio, Josephine adquirió su ciudadanía francesa, renunciando a la estadounidense, con la cual ya no tenía ataduras, afirmando así su identidad.[32]

Durante su tiempo como espía, muchos de sus contactos en el norte de África eran hombres con quien ella ya había tenido relaciones sexuales.[33] Ellos fueron quienes le proveyeron refugio, transportación y seguridad durante los tiempos de guerra. Se puede observar cómo Josephine utilizaba su cuerpo como una herramienta para subsistir, ya fuese exponiéndolo en el escenario o en la cama.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, Josephine comenzó su último matrimonio con el músico Jo Bouillon en 1947. Ambos compartían el escenario—él era el líder de la banda que tocaba con Josephine—y ambos también compartían los ideales antirracistas por los cuales Josephine luchó durante la segunda mitad de su vida. Junto a Jo Bouillon, Josephine pudo cumplir su último deseo: ser madre. Ella tenía un plan para adoptar a un niño de cada raza para “prove that all races and nationalities could live together in harmony” (probar que todas las razas y las nacionalidades podían vivir juntas en armonía).[34] Todos estos niños se criarían juntos en el castillo Les Milandes según sus respectivas culturas y religiones. Aunque el plan original era adoptar a cinco niños, Josephine terminó adoptando a doce niños y niñas.[35]

Jo y Josephine tuvieron muchos problemas matrimoniales. En primer lugar, Jo Bouillon era un hombre homosexual, según la biografía de Jean-Claude Baker, quien es el único que menciona su sexualidad.[36] Era común que ambos tuvieran parejas fuera del matrimonio, aunque luego se recriminaran mutuamente.[37] En segundo lugar, Josephine no era buena administradora de dinero, lo cual presentó problemas en el manejo de todos los proyectos del castillo Les Milandes. Como encargado de las finanzas de Josephine, Jo tenía que constantemente luchar para que Josephine no gastara más dinero, ya que no tenían los recursos necesarios.[38] Además, él había acordado con Josephine que iban a adoptar solo de tres a cuatro niños. Cada vez que Josephine llegaba con uno adicional, se formaba otra discusión.[39] Eventualmente, Jo se dio por vencido y se mudó a Buenos Aires, Argentina, donde vivió el resto de sus días.[40] Nunca se divorciaron oficialmente, en beneficio de sus hijos.[41]

Por otra parte, las relaciones amorosas de Josephine no se limitaron al género masculino. Según Jean-Claude Baker, su primera relación fue con la cantante Clara Smith, quien pertenecía a los Dixie Steppers bajo la dirección de Bob Russell.[42] Ella fue quien le enseñó a Josephine a cantar y abogó por ella para que pudiese quedarse trabajando con Russell. A lo largo de su vida, Josephine tuvo relaciones con varias mujeres, de las cuales seis lo han confirmado: Clara Smith, Evelyn Sheppard, Bessie Allison, Mildred Smallwood, Bricktop y Colette.[43] Durante sus primeros meses en París, Bricktop, una cantante afroamericana expatriada, fungió como mentora de Josephine, de la misma manera que lo había hecho Clara Smith al comienzo de su carrera. Se puede observar cómo Josephine se aprovechaba de sus relaciones amorosas, sin importar el género, para avanzar su carrera.

Es notable destacar que, en su autobiografía, Josephine no menciona su bisexualidad. De hecho, el único biógrafo que lo menciona es Jean-Claude Baker. La explicación que provee es de Maude Russell, quien trabajó con Josephine en Shuffle Along: “…lesbians weren’t well accepted in show business, they were called bull dykers. I guess we were bisexual, is what you would call it today” (…las lesbianas no eran permitidas en la industria del entretenimiento, las llamaban marimachos. Supongo que éramos bisexuales, es lo que lo llamarían hoy).[44] Durante esta época, ser homosexual o bisexual era considerado tabú; por lo tanto, Josephine fue forzada a esconder su sexualidad para así caerle bien al público y sus expectativas heteronormativas. A pesar de esto, Josephine expresó su sexualidad en todos sus performances, pues su imagen transgredía las normas raciales, sociales y de género. Su apariencia y danza, que exageraban lo femenino, eran otra manera de romper con los esquemas de la heteronormatividad.[45]

Josephine fue una mujer que supo utilizar su cuerpo para alcanzar sus propios intereses. El dominio que muestra sobre su cuerpo y sus deseos sexuales demuestra cuán avanzada era para la época. Aunque toda su vida estuvo rodeada de hombres que la dirigieron por el camino de la fama, es claro que ella era quien tenía la última palabra, y fue bajo sus condiciones que se creó la imagen de Josephine Baker.

Conclusión

La inspiración para esta investigación surgió de la curiosidad por una mujer que utilizó sus atributos femeninos para conquistar al mundo. Josephine Baker fue todo lo que se propuso: cantante, bailarina, actriz, espía, madre. En un mundo donde los roles de género estaban ya preestablecidos, ella se atrevió a subvertirlos a su favor. Elegí analizar su vida durante la Segunda Guerra Mundial, ya que es en este punto que se redescubre a sí misma en términos de su raza, marcando un hito en la manera en que cultivó su carrera artística y sus relaciones personales. Esta investigación intenta darle una mirada interseccional, analizando los discursos de género y raza de la época, cómo éstos se entrelazan y cómo afectaron o beneficiaron a Josephine Baker.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Josephine aprovechó su nivel de fama para pasar desapercibida entre las fronteras, mientras transportaba información confidencial sobre los movimientos de las tropas alemanas. En lugar de despojarse de su feminidad al unirse a la milicia—un trabajo notoriamente masculino—ella la acogió, usando su carisma para acceder a las fiestas de embajadas en donde escuchaba secretos que luego escondía en su ropa. De otra parte, sus conexiones en el norte de África—que eran todas con pasados amantes—aseguraron la transportación y alojamiento para ella y sus acompañantes durante estos tiempos tumultuosos. Josephine demostró que ser mujer, según los estereotipos de la época, y ser espía no eran mutuamente excluyentes; todo lo contrario, al emplear la feminidad como estrategia de espionaje, esto posibilitó el éxito de sus misiones, ya que pasaba desapercibida debido a los valores patriarcales inherentes a la milicia.

Reconozco que aún falta mucho por explorar sobre la vida de Josephine. En una futura investigación, me gustaría abordar su vida luego de la Segunda Guerra Mundial, hasta su muerte en 1975. De esa manera, podré profundizar sobre su relación compleja con su identidad racial y con las personas negras a su alrededor. Josephine dedicó la segunda mitad de su vida a la lucha antirracista que se estaba llevando a cabo en los Estados Unidos, mientras desaprendía el racismo internalizado con el cual había vivido. Sería interesante observar cómo esta lucha afectó su carrera artística, especialmente con su fanaticada estadounidense. Ella tenía unas visiones de mundo que en parte pudo cumplir—como su misión con la Tribu Arcoíris—y que ocuparon sus prioridades a cabalidad. Sus proyectos de vida eran atemporales a la expectativa social de la época y merecen ser analizados detenidamente.

La multiplicidad de imágenes que componen quién es Josephine Baker me impulsan a seguir estudiándola y analizando todo lo que ella representó no tan solo en su época, sino también lo que representa en la actualidad. Mi expectativa con este trabajo es iniciar la concientización histórica de una mujer que aportó grandemente en el ámbito artístico, militar, racial, cuir, de género y en muchos otros más, para que sea reconocida y visibilizada.

 

Referencias

Baker, Jean-Claude y Chris Chase. Josephine: The Hungry Heart. New York: Cooper Square Press, 1993.

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Caravantes, Peggy. The Many Faces of Josephine Baker: Dancer, Singer, Activist, Spy. Chicago: Chicago Review Press, 2015.

Figura 1. Departamento de Defensa de Estados Unidos. Fotografía. 1943. National Archives Catalog, https://catalog.archives.gov/id/531160 (Consultado el 14 de noviembre de 2021).

Figura 2. Studio Harcourt, París. Fotografía. 1948. Images d’Art, https://art.rmngp.fr/fr/library/artworks/josephine-baker-1948_negatif-monochrome_negatif-souple_1948 (Consultado el 14 de noviembre de 2021).

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Rose, Phyllis. Jazz Cleopatra: Josephine Baker in Her Time. New York: Doubleday, 1989.

Staszak, Jean-François. “Performing Race and Gender: The Exoticization of Josephine Baker and Anna May Wong.” Gender, Place & Culture 22, no. 5 (2015): 626-643. doi:10.1080/0966369X.2014.885885.

Strong, Lester Q. “Josephine Baker’s Hungry Heart.” The Gay & Lesbian Review, no. 63 (2006). https://glreview.org/article/article-959/.

 

Notas

[1] Jean-Claude Baker y Chris Chase, Josephine: The Hungry Heart, (New York: Cooper Square Press, 1993), 225.

[2] El Deuxième Bureau fue el servicio de inteligencia militar francés durante la Segunda Guerra Mundial. Baker y Chase, 226.

[3] Baker y Chase, 226.

[4] Para los detalles sobre Pepito, véase la sección “Amantes, esposos y parejas” de este artículo.

[5] Baker y Chase, 226.

[6] Mata Hari fue una artista que sirvió como espía para los franceses durante la Primera Guerra Mundial. Se le acusó de ser una agente doble y fue condenada a muerte. Phyllis Rose, Jazz Cleopatra: Josephine Baker in Her Time, (New York: Doubleday, 1989),183. 

[7] Kristen D. Burton, “Siren of the Resistance: The Artistry and Espionage of Josephine Baker”, The National WWII Museum New Orleans, 2020, https://www.nationalww2museum.org/war/articles/siren-resistance-artistry-and-espionage-josephine-baker.

[8] Baker y Chase, Josephine: The Hungry Heart, 227.

[9] Baker y Chase, 228.

[10] Como Josephine no podía pronunciar la ‘r’ como lo hacen los franceses, ella le cambió el nombre a Les Milandes. Baker y Chase, 229.

[11] Julian Jackson, France: The Dark Years 1940-1944, (New York: Oxford University Press, 2001), 127.

[12] Se le llamaba Francia de Vichy al gobierno que residía en la Zona Libre, porque la administración estaba localizada en la ciudad de Vichy, Francia.

[13] Josephine Baker estaba casada con Jean Lion, un hombre judío. Para más información sobre su relación con él, véase la sección “Amantes, esposos y parejas” de este artículo. Baker y Chase, Josephine: The Hungry Heart, 235.

[14] El “Marian motif” como se escribe en inglés, está basado en la figura católica de la Virgen María, quien es el epítome de la humildad y el sacrificio. “This phenomenon encompasses sacred duty to family…selflessness, self-renouncement and self-sacrifice…” Andreana T. Jezzini, Cynthia E. Guzmán y Lisa Grayshield, “Examining the Gender Role Concept of Marianismo and its Relation to Acculturation in Mexican-American College Women”, VISTAS Online, 2008, https://www.counseling.org/docs/default-source/vistas/vistas_2008_jezzini.pdf?sfvrsn=da750f22_11.

[15] Bennetta Jules-Rosette, Josephine Baker in Art and in Life: The Icon and the Image, (Champaign: University of Illinois Press, 2007), 218.

[16] Baker y Chase, 235.

[17] Josephine fue parte del elenco de la versión original de La Créole en 1934. Ella recreó el escenario y los bailes que se sabía de memoria junto a Frédéric. La obra debutó el 24 de diciembre de 1940 y terminó abruptamente a mediados de enero. Al ser llamada a trabajar en el norte de África, tuvieron que cancelar los últimos dos shows. Baker y Chase, 236.

[18] Argelia es un país al norte de África que, para esta época, era una colonia francesa. Se independizaron de Francia en 1962.

[19] La palabra “pashá” es un título honorario dado a oficiales de alto rango en el Imperio Otomano. Merriam-Webster.com Dictionary, s.v. “pasha,” Consultado el 28 de abril de 2021, https://www.merriam-webster.com/dictionary/pasha.

[20] Rose, Jazz Cleopatra, 196.

[21] Baker y Chase indican que Mohamed Menebhi les explicó que, aunque en su sociedad el propósito de la mujer era servir y darles a los hombres placer e hijos, Josephine no estaba atada a estas restricciones. Baker y Chase, Josephine: The Hungry Heart, 252.

[22] Jean-Claude Baker explica que este procedimiento era arriesgado, y asegura que el doctor era un charlatán. Baker y Chase, 244.

[23] Baker y Bouillon, Josephine, (Nueva York: Harper & Row Publishers, 1977), 131.

[24] Baker y Bouillon, Josephine, 88.

[25] Baker y Bouillon, 131.

[26] El rey de Egipto le había pedido a Josephine que cantara para él, pero como Egipto era un país neutral, se rehusó. Sin embargo, cuando ella ofreció a cantar en una fiesta que celebraba la unión diplomática de la Francia Libre y Egipto, el rey Farouk accedió. Por consiguiente, Josephine contribuyó a cambiar la lealtad de un país (Egipto) a favor de otro (Francia). Rose, Jazz Cleopatra, 203.

[27] Jules-Rosette, Josephine Baker in Art and in Life, 219.

[28] Rose, Jazz Cleopatra, 202. 

[29] Peggy Caravantes, The Many Faces of Josephine Baker: Dancer, Singer, Activist, Spy. (Chicago: Chicago Review Press, 2015), 305.

[30] Baker y Bouillon, Josephine, 74.

[31] Baker y Bouillon, 104.

[32] Baker y Bouillon, 112.

[33] Baker y Chase, Josephine: The Hungry Heart, 242.

[34] Caravantes, The Many Faces of Josephine Baker, 325. 

[35] Sus 12 hijos/hijas son: Akio de Japón (de origen coreano), Luis de Colombia, Janot de Japón (de origen coreano), Jean-Claude de Francia, Moise de Francia (de origen judío), Brahim de Argelia (de origen berebere), Marianne de Argelia (de origen francés), Jari de Finlandia, Mara de Venezuela, Koffi de Costa de Marfil, Noel de Francia y Stellina de Francia (de origen marroquí). Jules-Rosette, Josephine Baker in Art and in Life, 190.

[36] Baker y Chase, Josephine: The Hungry Heart, 270.

[37] Baker y Chase, 335.

[38] Baker y Bouillon, Josephine, 207.

[39] Baker y Bouillon, 199-200.

[40] Baker y Bouillon, vii.

[41] Baker y Bouillon, viii.

[42] Baker y Chase, 38.

[43] Lester Q. Strong, “Josephine Baker’s Hungry Heart”, The Gay & Lesbian Review, no. 63 (2006), https://glreview.org/article/article-959/.

[44] Baker y Chase, Josephine: The Hungry Heart, 64.

[45] Jean-François Staszak, “Performing Race and Gender: The Exoticization of Josephine Baker and Anna May Wong”, Gender, Place & Culture 22, no. 5 (2015): 636.

Posted on December 7, 2021 .