Resistencia comestible: comida y soberanía en las comunidades esclavizadas de Puerto Rico

Krizzia Soto-Villanueva
Departamento de Sociología y Antropología
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Resumen

Esta investigación es sobre las correlaciones entre la comida y la soberanía en los esclavizados negros de Puerto Rico del siglo XVI al siglo XIX. Textos históricos, arqueológicos y etnográficos ayudan a trazar las historias alimentarias de estas comunidades. A través de revisión literaria, se logra identificar una conexión entre comida y soberanía en investigaciones de otros países. La investigación concluye que estas investigaciones pueden ser precedentes a investigaciones potenciales en Puerto Rico. Se proponen cinco potenciales líneas de investigación en Puerto Rico (tierras de provisión, mercados de domingo, muerte por comida, infanticidio y maternidad, y análisis espacial) y se presentan diferentes maneras en las cuales la comida puede ser representación de la soberanía en esas líneas de investigación.

Palabras claves: comida, soberanía, esclavitud, análisis espacial

 

Abstract

This research is about correlations between food and sovereignty for enslaved people in 16th to 19th century Puerto Rico. Historical, archaeological, and ethnographic texts help trace the food histories of these communities. Through revision of literature, connections between food and sovereignty in research based outside of Puerto Rico were achieved. This research concludes that these projects can serve as precedents for potential research in Puerto Rico. Five potential lines of research are proposed (provision grounds, Sunday markets, death by food, infanticide and maternity, and spatial analysis), as well as different suggestions as to how food can represent sovereignty within those lines of research.

Keywords: food, sovereignty, slavery, spatial analysis

Introducción

La esclavitud fue un proceso desgarrador y abusivo en todo aspecto. Este se aprovechó de los cuerpos y las almas de personas capturadas y removidas de sus entornos para violentarlas en las fincas y las casonas. El viaje hacia las Américas fue traumatizante, y los que lograron sobrevivirlo sufrieron iguales o peores penas en las fincas de sus amos.

Históricamente, se ha tendido a mirar estos aconteceres desde lejos. La trata esclavista y la esclavitud en general se han estudiado desde puntos de vista generales, con un vocabulario de cifras numéricas y fenómenos sociopolíticos y económicos. Por demasiado tiempo, este periodo de la historia se ha mantenido a distancia, estudiando corrientes y eventos cuyos participantes permanecen en un cruel anonimato. Este anonimato ha llevado a la creación del “esclavo”, es decir, un modelo cohesivo y homogéneo de la persona esclavizada en su forma más genérica. Quizás sea por miedo de hablar de los cuerpos y las mentes adoloridas, humanas, vivas, que fueron violentadas durante este tiempo; o quizás sea por una glorificación de la apatía académica, que se enfoca en estudiar la esclavitud con lente macro y en aferrarse a la ilusión de la objetividad histórica. Sin embargo, la esclavitud fue periodo de tiempo vicioso y cruel, que afectó a personas individuales que merecen ser mencionadas. Debido a que la historia, la economía, la política y los fenómenos sociales del moderno hemisferio oeste fueron construidos sobre las espaldas de estos individuos, es muy importante estudiar sus vidas y condiciones desde una perspectiva de empoderamiento. Sin embargo, esto no es para decir que la esclavitud fue un evento de empoderamiento. Es para aseverar que, dentro del dolor y la agonía de ser arrancados de sus hogares y tener que construir nuevas vidas e identidades en un contexto violento, las personas esclavizadas crearon espacios de poder, gozo y autonomía. Dentro del sufrimiento, crearon alivio más allá del soberao y las pocas fiestas que les permitían los capataces. Argumento que la comida sirvió como elemento importante en la percepción de soberanía en las comunidades esclavizadas. A través de la comida, las personas esclavizadas podían crear y sostener cierto grado de soberanía propia sobre sus circunstancias y sus vidas. Aunque el tema aún no ha sido investigado a fondo en el contexto de comunidades esclavizadas en Puerto Rico, intento crear una propuesta de potenciales líneas de investigación. 

Descripción del tema

Esta investigación pretende explorar la comida como vehículo y representación de la soberanía para los esclavizados negros en Puerto Rico del siglo XVI (el comienzo de la esclavitud negra en Puerto Rico) al siglo XIX (abolición oficial de la esclavitud en Puerto Rico). Aunque los hallazgos presentarán potenciales temas de investigación en el archipiélago de Puerto Rico, la investigación como tal examinará textos sobre investigaciones hechas mayormente en otras partes del Caribe y las Américas, debido a que la información hallada en textos sobre la vida esclava en otras localizaciones geográficas puede proveer ejemplos de la soberanía alimentaria en comunidades esclavizadas. Ya que el tema no ha sido investigado profundamente en Puerto Rico, esa información nos brinda modelos investigativos que potencialmente pudiesen ser aplicados a un contexto geográfico puertorriqueño.

Estado de la cuestión/revisión de la literatura

El texto primario de cualquier investigación sobre la esclavitud en Puerto Rico es el libro Historia de la esclavitud negra en Puerto Rico (Díaz Soler, 1974). El texto recorre la esclavitud de manera cronológica, exponiendo una gran variedad de datos y temáticas sobre las condiciones sociales, políticas y económicas del Puerto Rico esclavista. Otro texto histórico importante es Historia de la esclavitud negra en las Américas y el Caribe (Edet Uya, 1989) el cual, aparte de proveer información sobre las diferentes perspectivas que se utilizaban en su tiempo para estudiar la esclavitud negra, ofrece breves resúmenes y contextualizaciones de la esclavitud en el Caribe, América Latina y los Estados Unidos de Norteamérica. También discute información sobre la resistencia a la esclavitud. Este texto es útil para ayudar a contextualizar los argumentos sobre las Américas o el Caribe en sus sentidos más amplios.

Sobre las vidas y contextos alimentarios de los esclavizados en Puerto Rico, se consiguió información de variadas fuentes. En Historia de la esclavitud negra (Díaz Soler, 1974), se describe la cédula que responsabiliza a los amos por proveerles comida y ropa a sus esclavizados. También contiene información sobre los alimentos específicos que consumían los esclavizados de diferentes trabajos en la hacienda (i.e. esclavizados de tala, esclavizados domésticos y jornaleros). Información sobre las cantidades y tipos de alimentos que eran proveídos a los esclavizados la encontramos en el artículo “La vida cotidiana en una hacienda de esclavos” (Morales Padrón, 1961), el que retrata los alimentos proveídos a los esclavizados no como exiguos, sino como abundantes y de la mejor calidad. De manera más específica, el libro La Buena Vista (Baralt, 1988) habla sobre la Estancia Buena Vista en Ponce. la tesis doctoral The Material Culture of Slavery (Pontón-Nigaglioni, 2018) trata de la estratificación social y la identidad de consumidor en la Hacienda La Esperanza en Manatí.

Varias fuentes existen sobre la comida y las vidas de esclavizados en otras partes del Caribe. El artículo “They have Saturdays and Sundays to feed themselves” (Pulsipher, 1990) trata de las tierras de cultivo personal de las personas esclavizadas caribeñas. También sobre el Caribe en general, el artículo “Del machete al hechizo” (Meléndez Ortíz, 2009) explora diferentes maneras de resistencia en las comunidades esclavizadas, incluyendo referencias a la comida como resistencia. Otros autores han escrito sobre islas o regiones específicas en el Caribe. Sheridan escribe en “Strategies of slave subsistance” (1995) sobre los mercados internos de las personas esclavizadas en Jamaica. El texto fundacional sobre ese tema, el ensayo “Origins of the Jamaican internal marketing system” (Mintz & Hall, 1970), provee un contexto histórico de los mercados jamaiquinos que describe los sistemas de mercado que se llevaban a cabo entre personas esclavizadas. “Market marronage” (2019) de Sweeney toca el tema de las mujeres prófugas y los mercados internos en Jamaica del 1781 al 1834. “Production activities in the household economies of plantation slaves” (Handler & Wallman 2014) provee una comparación de las economías domésticas y las actividades de producción doméstica de familias de esclavizados en las islas de Martinique y Barbados.  Eyewitness accounts of slavery in the Danish West Indies (Paiewonsky, 1987) y Slave society in the Danish West Indies (Hall, 1994) ofrecen información sobre la esclavitud y las vidas de las personas esclavizadas en las Antillas danesas.

Algunos otros trabajos sobre otras partes de las Américas han tocado temas de comida y vida de las personas esclavizadas. En el artículo Material culture, daily life, and archaeological possibilities in the plantation borders of the Guanabara Bay region (2011), Gaspar resume los estudios y hallazgos arqueológicos de excavaciones hechas en las plantaciones de la región de la Bahía de Guanabara en Rio de Janeiro y propone algunas líneas de investigación que pudiesen ser exploradas. Otro artículo sobre las comunidades esclavizadas en Brasil es A bit of land, which they call roça (Barickman, 1994) en el cual se abarca el tema de las tierras para cultivos personales en el recôncavo bahiano. En los Estados Unidos, el artículo Feeding slaves (Taylor, 1924) describe las dinámicas de alimentación que se llevaban a cabo en las plantaciones estadounidenses. Finalmente, Out of the mouths of ex-slaves (Cade, 1935) expone narrativas de personas antiguamente esclavizadas sobre diferentes aspectos de la vida esclavizada, como la alimentación y la vivienda ya descritas en el trabajo de Taylor.

Justificación de la investigación

El propósito de esta investigación es encontrar maneras en las cuales las personas esclavizadas pudieron crear sistemas de soberanía dentro de sus estados oprimidos a través de la comida. Durante esta investigación, uso las palabras soberanía, agencia y autonomía para referirme a las personas esclavizadas tener algún tipo de control y poder sobre sus vidas. La meta del esclavismo fue tener personas completamente carentes de poder. Con el uso de autonomía, soberanía y agencia me refiero al hecho de que el sistema esclavista falló; estas personas tuvieron poder dentro de sus propias comunidades y dentro del sistema opresor en el cual fueron obligadas a vivir.

Al llevar a cabo este proyecto, dirijo la conversación hacia un estudio académico de la esclavitud que reconoce a las comunidades esclavizadas como microcosmos de toda otra sociedad, y no solo una pequeña parte de la sociedad opresora en su gran aspecto histórico. Con esto quiero decir que las comunidades esclavizadas tenían sus religiones, sus políticas y sus economías. Quiero abrir más la conversación hacia el poder de las personas esclavizadas en el contexto de sus propias comunidades en vez de mirar a “los esclavos” como solo un elemento más de la vida puertorriqueña durante unos cuantos siglos. Con este punto de vista, busco humanizar y respetar a las personas esclavizadas al igual que reconocer el inmenso valor histórico de las comunidades esclavizadas.

Históricamente, la comida ha sido vista en la academia como algo frívolo y no académico. Aunque el campo de antropología de la comida ha sido reconocido desde los trabajos de Sidney Mintz sobre el azúcar en el Caribe, el campo de estudios de comida (food studies) no llegó a obtener reconocimiento como campo académico hasta los 1990s (Nestle, 2010). Los estudios de comida están tomando auge en el ámbito académico, pero en Puerto Rico han tendido a estudiar más la soberanía y autonomía alimentaria del presente.

Más allá de permitir un mejor entendimiento de las sociedades esclavizadas, trazar líneas entre la esclavitud y la comida con el fin de encontrar elementos por los cuales se manifiesta la soberanía permite una re-representación de estas comunidades. A través de estos enlaces y del reconocimiento de algún modelo soberano en estas comunidades es que se puede cambiar la narrativa de opresión pasiva que por tanto tiempo se les ha otorgado. Con modelo, me refiero a lo que en inglés llaman foodways. Son los sistemas agroalimentarios que trazan la línea desde la siembra hasta la cosecha, venta y uso de los alimentos. Un modelo soberano en el contexto de esta investigación es uno que fue desarrollado por las personas esclavizadas. Por ende, el alimento tiene sus usos y fines desarrollados de acuerdo con los deseos de las personas esclavizadas. De esta manera es que se pueden reconocer a las comunidades esclavizadas más allá de un conjunto de fechas, embarcaciones y leyes y ser reconocidas por lo que son: comunidades de práctica y vida hechas por individuos que pudieron encontrar soberanía en la opresión. 

Objetivos y pregunta de investigación

Los objetivos de esta investigación son: a) revisar estudios existentes sobre la cultura alimentaria de los esclavizados negros en Puerto Rico y otros países del Caribe y las Américas; b) trazar enlaces entre las prácticas alimentarias de los esclavizados negros y la soberanía en otros países del Caribe y las Américas; c) y proponer potenciales líneas de investigación sobre la comida como representación y ejercicio de soberanía en esclavizados negros de Puerto Rico del siglo XVI al siglo XIX.

La pregunta de investigación de este trabajo es la siguiente:

¿Cuáles son posibles líneas de investigación sobre la comida como representación de la soberanía para las personas esclavizadas en Puerto Rico?

Contexto histórico

En Historia de la esclavitud negra en Puerto Rico (Díaz Soler, 1974) --libro que algunos llaman la obra prima de la historia de la esclavitud en Puerto Rico--, se puede conseguir un detallado y completo recuento de la esclavitud en la Isla. Los siguientes párrafos, todos nutridos del texto de Díaz Soler, se ofrece una panorámica general de las causas y los comienzos de la esclavitud en Puerto Rico. También se hace una breve contextualización del aspecto legal de la comida de esclavizados en las plantaciones de Puerto Rico y se resume el fin oficial de la esclavitud en la Isla.

La esclavitud en el Caribe comenzó mayormente por la necesidad de población trabajadora en las colonias antillanas. Al inicio, con los sistemas de encomienda, había más población indígena (también esclavizada) trabajando en las colonias. La batalla por la emancipación indígena y el fin del sistema de encomiendas fue uno de los factores determinantes del crecimiento de la población negra, particularmente en Puerto Rico. Otro factor fue la constante súplica de Nicolás de Ovando a la realeza europea explicando la necesidad de mano de obra en la isla de San Juan en el 1512. Ya para el 1517, los padres jerónimos solicitaron permisos para traer negros bozales al Caribe, en especial a la isla de San Juan. Subsecuentemente, la Casa de Contratación autorizó el transporte de 4,000 personas negras a las Antillas. Inicialmente, muchas personas esclavizadas fueron transportadas para la minería de oro. Al acabarse el oro (y casi extinguirse la población indígena), los colonos se vieron con dos opciones: abandonar las tierras o buscar otra fuente de capital agrícola. Aunque la caña de azúcar trajo grandes frutos económicos, es muy intensiva en términos de labor manual. Por esa línea es que se comenzaron a explotar a escala masiva las personas esclavizadas en los ingenios. El primer ingenio fue fundado en San Germán en el 1523. Ya para el siglo XVIII, las industrias agrícolas funcionaban casi exclusivamente con mano esclavizada negra, al nivel que el Rey Fernando VI tuvo que enviar más personas negras a Santo Domingo, Puerto Rico y la Margarita, ya que la industria cafetalera en Cuba estaba tan activa a causa de la mano de obra negra que trabajaba el cafetal.

En términos de comida, existieron varias regulaciones que responsabilizaban a los amos por la alimentación de las personas esclavizadas en sus propiedades. La real cédula de 31 de mayo de 1789 declaró que proporcional a las edades, trabajos y localizaciones de las personas esclavizadas, cada distrito debía determinar una cantidad de comidas específicas (también decididas por el distrito) que se les darían a los esclavizados para alimentarse. En el caso de las personas menores de edad, envejecientes o que no estaban capacitadas para trabajar, los amos estaban obligados a proveer alimentación. Sin embargo, existía la excepción de poder proveerle dinero suficiente para vivir y comer bien, en vez de proveer comida directamente. Al igual, algunos amos les proveían pequeños pedazos de tierra (usualmente de baja calidad) a las personas esclavizadas para que pudiesen cultivar sus propias comidas.

Aunque la trata de personas negras fue un negocio muy lucrativo, ya para el siglo XIX se estaban tomando medidas para acabarla. En el 1814 se estableció un tratado de paz entre España e Inglaterra, el cual estipulaba que ambos países pararían la trata de personas negras y apoyarían las insurrecciones suramericanas. Ambos países fallaron en cumplir, y en el 1817 se estableció que la fecha límite del tráfico negrero sería en 1820. En el 1835, Inglaterra oficialmente firmó la abolición. Una alta demanda de mano de obra en los campos durante este tiempo llevó a una mayor presencia de trabajadores libres. En el 1837, la prohibición de la compra de personas negras al norte del Ecuador causó una baja en la cantidad de personas entrando a los puertos. Sin embargo, se permitía el trato de negros entre las islas, como fue el caso del transporte de personas negras de Cuba a Puerto Rico siguiendo la epidemia de cólera. El tema de la abolición sin duda causó divisiones políticas entre personas en Puerto Rico, como fue demostrado por los cuerpos antireformistas que investigaban el asunto de la declarar la trata un acto de piratería mientras Julio Vizcarrondo abogaba por la abolición y mientras la Reina Isabel II firmó la Ley Sobre la Represión y Castigo del Tráfico Negrero. Después de esto, llegaron a entrar algunas personas a través del contrabando, pero no en las cantidades que se habían experimentado en los años previos. Hubo un efecto poblacional en el cual se experimentó un aumento en la población de las personas esclavizadas del país, pero esto pudo haberse debido al crecimiento natural. Generalmente, Puerto Rico no fue tan afectado por el cese en el tráfico legal de personas esclavizadas como lo fueron otras islas caribeñas, como Cuba, ya que para los 1830 ya Puerto Rico experimentaba una escasez de trabajadores agrícolas, problema que fue atendido por el surgimiento de trabajadores libres.  

Metodología

Para llevar a cabo esta investigación, se comenzó con una búsqueda general en Google, Al no encontrar mucho más que artículos sobre los elementos culinarios que aportaron las personas esclavizadas al sur estadounidense, se acudió a la Dra. Paola Schiappacasse, quien ofreció libros sobre la industria azucarera en Puerto Rico, al igual que varios libros sobre haciendas puertorriqueñas en específico. Luego, se consultó el catálogo en línea de la Biblioteca José M. Lázaro. Otras fuentes fueron halladas mediantes las bases de datos accesibles a través de la Universidad de Puerto Rico y las colecciones fotográficas de varios museos internacionales.

Los materiales consultados para la investigación son variados. Muchos son textos académicos sobre la esclavitud en otras partes del Caribe. Algunos de estos textos son libros publicados bajo el tema de historia, que cuentan sobre la esclavitud en general. Otros de los textos utilizados se enfocan en las vidas y domesticidades de las personas esclavizadas (slave life).

Hallazgos

El Caribe

La real cédula de 31 de mayo de 1789 ordenó a los amos a darle alimentación suficiente a los esclavizados de sus propiedades. También se encuentra que a las personas esclavizadas se le permitían unas horas a la semana durante la época de siembra para ir a atender pequeñas tierras que los amos les proveían para siembra propia. Estos apartados de tierra para siembra personal son un elemento común en el Caribe generalmente (Pulsipher, 1990). Sin embargo, cabe resaltar que eran muy pocos los amos que accedían a permitirle a sus cautivos trabajar tierras aparte de la hacienda comercial (Díaz Soler, 1974). Mientras Díaz Soler nota que las tierras de provisiones eran necesarias en algunos contextos, Morales Padrón asegura que “ningún jornalero libre [comía] tan bien” (1961, p. 23) como las personas esclavizadas. Baralt hace una aseveración similar, aunque más situada en un contexto local. Resulta que la mayor parte de la manutención de los esclavizados en la Hacienda Buena Vista era la alimentación. Esta abundancia de comida llevó a que el autor expresara que la alimentación de las personas esclavizadas en Buena Vista era, probablemente, de las “mejores entre los esclavizados de Ponce” (1988, p. 67). En el campo de la arqueología, las comunidades esclavizadas de Puerto Rico no han recibido mucha atención aparte de la que se le ha prestado a la cerámica criolla (criolloware), que es pensada proveniente de las personas esclavizadas (Pontón-Nigaglioni, 2018). En términos de resistencia, las personas esclavizadas tenían una multitud de maneras en las cuales podían ejercer esa agencia. El suicidio, las huelgas de hambre, el infanticidio, el cimarronaje y la desobediencia todas funcionaban como maneras de tomar autonomía sobre el estado de ser oprimido (Meléndez Ortiz, 2009).

Jamaica es uno de los países donde más estudios sobre el tema de la comida y vida de esclavizados de ha hecho. Entre los resultados más sólidos de este trabajo está la existencia y atención que se le ha prestado a los mercados internos jamaiquinos. Los llamados mercados de domingo (Sunday markets) eran completamente corridos por negros mayormente esclavizados. Los alimentos vendidos en estos mercados eran cosechados en las tierras de provisiones que sembraban los esclavizados durante sus pocas horas libres y cada transacción monetaria que se hacía durante el mercado era propiedad absoluta de la persona que haya ganado dinero en la transacción. No se sabe con certeza cómo surgieron estos mercados, pero sí es seguro que desde su comienzo formaron una parte íntegra de la economía jamaiquina (Mintz & Hall, 1970; Sheridan, 1995). Las mujeres jamaiquinas también aprovecharon la economía interna del país y se convirtieron en grandes figuras del comercio informal. Las mujeres se apoderaron bastante rápido de la economía informal y, en fin, eran las más que beneficiaban económicamente en los mercados de domingo. También existe evidencia de cimarronaje de mercado (market marronage), en el cual personas esclavizadas se fugaban de sus mercados y se escondían en diferentes mercados del país. Aunque una población diversa se fugaba a través de los mercados, muchas de las que tomaban parte en este tipo de rebelión eran mujeres (Sweeney, 2019).

Production activities in the household economies of plantation slaves (Handler & Wallman, 2014) provee una comparación de las economías domésticas y las actividades de producción doméstica de familias de esclavizados en las islas de Martinique y Barbados. La información sobre las economías domésticas en estas dos islas es bastante escaza, ya que solo se ha tocado marginalmente por las investigaciones arqueológicas realizadas. En Barbados, al igual que en otros lugares del Caribe, los mercados se hacían los domingos y se vendía comida de las tierras de provisión. Cuando el gobierno inglés declaró que los domingos debían ser un día de descanso total, los mercados cambiaron a los sábados (Handler & Wallman, 2014). Entre las comidas cultivadas en las pequeñas agrupaciones de los esclavizados en Barbados también se incluyó la cría de animales pequeños a medianos para alimentación. Aunque las tierras de provisiones en Martinique eran mucho más lejos de las aldeas de esclavizados que en Barbados, la isla mantenía el sistema de provisiones. Bajo este sistema, se reportaron muchos casos de malnutrición en personas esclavizadas. El sistema continuó y los esclavizados fueron creciendo más provisiones, tanto así que ya para el siglo XVIII hasta la abolición de la esclavitud, la alimentación de los esclavizados y mucha de la economía local de Martinique se mantenía a flote por las actividades agrícolas independientes de los esclavizados (Handler & Wallman, 2014).

Otros contextos de las Américas

En el resto de los lugares estudiados se encuentra un sistema similar al ya mencionado. Recuentos de la vida esclava describen tierras dadas a las personas esclavizadas para cosechar sus alimentos (véase Imagen 1). Igualmente, los mercados de domingo están históricamente reconocidos como elementos comunes de la esclavitud negra en el Caribe (véase Imágenes 2 y 3). En los Estados Unidos, se ha encontrado evidencia de los mercados de domingo como actividad cultural en Nuevo Orleans. En Brasil, la existencia de tierras de provisión llamadas roças ha sido argumentado como un posible sitio de resistencia a través de la agencia económica permitida por la producción de alimentos independientes de la producción comercial de las plantaciones (Barickman, 1994).

 
Imagen 1: Plan de la aldea de esclavos en la plantación Bethlehem en St. Croix. Las tierras de provisión (izq.) se encuentran al lado de la aldea. Fuente: The Kamina Folk: Slavery and Slave Life in the Danish West Indies. George Tyson y Arnold Highf…

Imagen 1: Plan de la aldea de esclavos en la plantación Bethlehem en St. Croix.

Las tierras de provisión (izq.) se encuentran al lado de la aldea.

Fuente: The Kamina Folk: Slavery and Slave Life in the Danish West Indies. George Tyson y Arnold Highfield (1994).

Imagen 2: Ilustración del mercado de domingo en St. Croix. (Tyson y Highfield 1994)

Imagen 2: Ilustración del mercado de domingo en St. Croix. (Tyson y Highfield 1994)

Imagen 3: 1836, “Sunday Morning in the Country”; dos personas esclavizadas de camino a un mercado de domingo. Fuente: Richard Bridgens, de Maggs Bros. Ltd. https://www.maggs.com/west-india-scenery-with-illustrations-of-negro-character-the-process-of…

Imagen 3: 1836, “Sunday Morning in the Country”; dos personas esclavizadas de camino a un mercado de domingo.

Fuente: Richard Bridgens, de Maggs Bros. Ltd. https://www.maggs.com/west-india-scenery-with-illustrations-of-negro-character-the-process-of-making-sugar-andc_231992.htm

 

Es evidente que el trabajo que se ha hecho sobre la esclavitud en el Caribe demuestra mucho potencial para inferir sobre la autonomía, soberanía y resistencia dentro de estas comunidades oprimidas. Mirar los datos de estudios pasados con un ojo crítico permite llegar a nuevas conclusiones y presentar más preguntas de lo que sería posible si viésemos estas comunidades negras como recibiendo pasivamente la opresión. En mi discusión, propongo unas líneas de investigación posibles que se pueden explorar en Puerto Rico a partir de la información que se ha hallado en la isla y en otras partes del Caribe y las Américas.

Tierras de provisiones

Como ya visto, las tierras de provisiones eran fuentes cruciales de alimentación para las comunidades esclavizadas. Algunos argumentan que estas tierras eran solo tácticas psicológicas de los capataces para hacer que las personas esclavizadas sintieran una conexión más profunda hacia la tierra que trabajaban de manera forzada. Al tener un espacio para ellos, verían esa tierra como suya también, al igual que ver al amo como benévolo y caritativo por haber proveído las tierras. Otros ven las tierras como soberanía alimentaria en acción. Sí, estas tierras son proveídas por los amos, pero son administradas y trabajadas por los esclavizados a su manera. De estas tierras construyeron sistemas agroalimentarios que les permitían comer, vender y usar las cosechas como quisieran. Considero que ambos argumentos estás correctos. Argumento que más allá de solo el acto de trabajar esas tierras ser soberanía en acción, hay una cierta agencia en convertir esa táctica psicológica opresiva en una oportunidad para crear sistemas agroalimentarios soberanos.

Viendo como no era una acción voluntaria (si no se cosechan esas tierras, es muy probable que se pase hambre), se pueden hacer estudios sobre posibles correlaciones entre rebeldía intencional en las haciendas y el acceso a tierras independientes de la producción agrícola. Igualmente, sería de gran interés buscar las tierras que sí existieron y estudiarlas de académicamente. Con análisis paleobotánico, se podría encontrar qué se sembró y con qué frecuencia. Mirando esos alimentos, nacen preguntas dependiendo de cuán difíciles son esos alimentos para procesar y cómo se han encontrado en análisis paleobotánico en otras partes de las plantaciones. Viendo como las plantaciones y el sistema político entero de Puerto Rico fueron construidos de manera que les facilita a los amos controlar a los esclavizados, cualquier elemento de resistencia o soberanía es un logro de lucha en sí.

Los mercados

Los mercados son elementos importantísimos de la soberanía a través de la alimentación en las comunidades esclavizadas. El mero hecho de que existan mercados independientes en los cuales los esclavizados pueden obtener dinero que es netamente propio es un fenómeno increíble de soberanía y resistencia en la cara de la opresión. Buscar evidencia de los mercados y sus localizaciones sería un buen lugar para comenzar. Luego se pudiesen buscar fuentes primarias de personas que fueron a esos mercados. Los temas de interés son infinitos. Digamos que se encuentra un mercado. Ahí tendríamos que mirar qué se vendió, quién lo vendió y cómo se vendía. Esto les abre la puerta a investigaciones de género para ver si las mujeres controlaban los mercados informales en Puerto Rico como lo hacían en Jamaica. Se pudiese comparar lo que se vendía con lo que se cosechaba en las tierras de provisiones, para así ver qué es lo que estaban consumiendo y qué es lo que crecían por agencia económica. ¿Será que todo lo que se vendía era un intercambio por dinero? Propongo que, en una comunidad tan oprimida sin derechos, el dinero no necesariamente era el único objeto de valor por el cual intercambiar productos. Existe la posibilidad de las personas esclavizadas no estuviesen intercambiando todo por dinero, sino también por otras necesidades básicas o por lujos hechos por otros vendedores del mismo mercado. Por ejemplo, un vendedor pudiese haber llegado al mercado con su cosecha sustancial de varias viandas y estar en búsqueda de vegetales, hortalizas y especias. A través de sus tierras de provisión en conjunto con lo que ofrece el mercado de esclavizados, este puede salir con una variedad de alimentos mucho más balanceada de lo que hubiese sido con solo su propia cosecha. Esto puede ser explorado a través de análisis de restos alimentarios en los envases encontrados en contextos arqueológicos con presencia de esclavizados. Los resultados se pudiesen comparar con las comidas cultivadas en sus plantaciones. De no ser una comida que la plantación cultivaba comercialmente, se pueden llegar a varias conclusiones. Pudiese ser que alguien de otra plantación proveyó los alimentos o que fueron halladas en los mercados. Adicionalmente, los mercados abren la puerta a las líneas de comunicación clandestina entre los esclavizados. Es muy posible que en el contexto del mercado se regara información sobre sublevaciones locales y extranjeras. 

Muerte por comida

Quizás una de las maneras más poderosas de tomar agencia es a través del control de la vida ajena. Sabemos que los suicidios eran comunes durante la captura y transportación transatlántica de los esclavizados. Ya en Puerto Rico, los amos invierten dinero en esas personas. De una suicidarse, es una pérdida material para el amo. También es una manera de tomar agencia propia en términos espirituales, ya que en algunas religiones africanas la muerte es una manera de volver a renacer en otro lugar. Es por esto que explorar los suicidios como representaciones de agencia propia es muy importante. Esto se puede hacer a través de la comida por el conocimiento de plantas y las destrezas de manejarlas de las personas esclavizadas. El manejo de plantas venenosas es una destreza muy importante para quien desea envenenarse. Esto mismo cabe en el caso del homicidio. Plantarle miedo al opresor de que puede ser envenenado en cualquier momento puede ser una herramienta muy poderosa para cultivar agencia y poder dentro de la plantación. Para quienes estaban esclavizados en el contexto doméstico, este poder está al alcance. El fácil acceso a los cuartos, baños y cocinas del amo facilitan la posibilidad de hacerle daño físico con comida. Se pudiese buscar con análisis paleobotánico la presencia de comidas y plantas venenosas y sus localizaciones en las plantaciones. Igualmente, se pueden estudiar los envases de las casonas y las aldeas de esclavizados en la búsqueda de plantas venenosas.

Infanticidio y maternidad

Aunque es un tema difícil de estudiar, se puede teorizar sobre las muertes de niños y la alimentación de las mujeres. Aunque a los niños se les daba leche y se les proveía alimentación hasta que pudiesen comer, privarles comida no es muy difícil de hacer. De igual manera, la mayoría de la comida proveída a los esclavizados era almidones simples que proveen energía, pero carecen de valor nutricional sustancial. Las tierras de provisión pudiesen haber facilitado una alimentación más balanceada, pero el caso del infanticidio y la maternidad está basado en la decisión propia de no comer. Vivir en la miseria de estar esclavizado y pasar hambre y enfermedad constante por insuficiencia nutricional puede llevar a cualquier madre a los extremos para evitar esa vida para su cría. Causar la muerte de un niño a través de envenenamiento o privación de comida pudo haber sido una manera de las madres ahorrarles a sus niños (muchas veces producto de situaciones traumatizantes, como la violación) el sufrimiento de crecer en un ambiente de abuso y opresión. Esto también merece ser explorado en términos de las mujeres embarazadas. Aunque la dieta del esclavizado era bastante alta en almidón, a los enfermos y las embarazadas se les daban mejores alimentos para asegurar que no se fuesen a morir, asegurando que el amo no tuviese pérdidas materiales. Seguir consumiendo una dieta demasiado alta en almidón mientras embarazada era una manera casi segura de volverse anémica y abortar el feto. El infanticidio y el aborto como actos de agencia a través de la comida pueden ser explorados con estudios bioarqueológicos de los huesos de bebés recién nacidos o de mujeres que murieron embarazadas. También se pueden comparar las tasas de mujeres que abortaban o bebés que morían pequeños con las bitácoras de alimentación de las haciendas. De esta manera, se pudiese inferir sobre si eran muertes intencionales o si se debieron a una simple falta de disponibilidad de alimentos balanceados. 

Análisis espacial

Propongo también el uso del análisis espacial para llevar a cabo estas investigaciones. Mirar a Puerto Rico desde un punto de vista macro es muy importante. En una isla con tanta historia de comunicación entre áreas geográficas durante tiempos de opresión, es imprescindible no subestimar el aspecto espacial. Utilizando sistemas de información geográfica, se pudiesen hacer comparaciones espaciales de los sitios en los cuales se ha encontrado evidencia de tierras de provisión o mercados. También nos permitiría trazar el espacio entre medio de estas localizaciones, para así mejor entender las diferencias entre presentaciones de soberanía a través de la alimentación. Después de comparar en Puerto Rico, propongo comparar desde Puerto Rico. De esta manera, podemos juntar hallazgos en la isla con las distribuciones espaciales en otros países que ya han hecho este tipo de análisis.

Conclusiones

Esta investigación demuestra que la comida era, definitivamente, una herramienta de agencia, soberanía y autonomía. Los estudios hechos en otras partes del Caribe y las Américas han demostrado una presencia muy fuerte de los sistemas económicos internos de las comunidades esclavizadas. La comida es un constante en toda sociedad. Todo el mundo come y todo el mundo tiene costumbres culinarias. La cultura gastronómica y alimentaria es una parte intrínseca de la humanidad. Es igual con la resistencia. Todos tenemos algo por qué luchar, y ha sido así desde las primeras sociedades. Las personas esclavizadas tenían tanta proximidad a los alimentos que es indudable que la cultura alimentaria de los esclavizados hubiese sido combativa. Estudiar la soberanía a través de la alimentación en los esclavizados negros en Puerto Rico del siglo XVI al siglo XIX nos permite mirar la esclavitud desde un lente más humanizante que el que ha sido utilizado históricamente. La soberanía a través de los alimentos en los esclavizados negros pudo haber sido práctica, como es el caso de las tierras de provisión que les permitían comer mejor. También pudo haber sido económica, como lo fueron los mercados de domingo. La naturaleza vengativa del envenenamiento en conjunto con la espiritual del suicidio permite una dicotomía interesantísima de la agencia sobre la vida humana, al igual que lo emocional que puede ser parte de cometer infanticidio o de provocar un aborto por odio a la opresión. Hasta ponerlo en perspectiva de las herramientas de construcción de conocimiento (como es el caso con los sistemas de información geográfica) nos permite crear narrativas nuevas sobre estas conexiones. También permite abrirles las puertas a nuevas preguntas y poner en duda la naturaleza supuestamente pasiva de la esclavitud que se ha convertido la norma epistemológica en Puerto Rico. A través de investigaciones históricamente contextualizadas y utilizando una perspectiva que cuestiona el poder del opresor, se pueden llegar a investigaciones y conclusiones que resultarían ser muy importantes en la historia del conocimiento sobre la esclavitud en Puerto Rico.

 

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Posted on December 6, 2020 .