Reconectando contigo

Sheyleen Rosado
Programa de Artes en Educación
Facultad de Educación, UPR RP  

 

Otra noche sin poder dormir. Desde que mi Antonio murió hace un año no he podido hacerlo. Me acostumbré tanto a su presencia que no tenerlo me hace sentir inquieta. Lo único que tengo que puede calmarme un poco son sus viejas pertenencias. Voy al armario a buscar la caja de recuerdos viejos, de una vida mejor. Entre fotos, ropa y figuras encuentro lo más que le gustaba usar, su consola de videojuegos. El solía usarla todo el tiempo, mayormente para jugar “Animales Cruzando”, le encantaba ese juego. En él tenía su propia isla junto a otros aldeanos animales y podía decorarla como quisiese. Siempre pensé que tenía un estilo de animación adorable. Me pregunto cómo se verá ahora su isla.  

Enciendo la consola y comienzo el juego. Una perrita amarrilla aparece en la pantalla, dándome la bienvenida e invitándome a jugar. Cuando vi cómo estaba vestido su personaje me sorprendí. Era como un fantasma que, considerando la situación, resultaba un poco cómico e irónico. Empecé a caminar por su isla viendo las diferentes cosas que había construido. Entre todo lo que había hecho, había un lugar que parecía ser un restaurante incompleto. Recuerdo que me había contado como planeaba decorarlo, parece que nunca lo terminό. Es más, había varios espacios vacíos en su isla aún. A él le encantaba este juego y sé que hubiera querido completarlo. Como un último favor, decido que voy a terminar su isla.  

Desde ahí los días se me han pasado volando. Cuando no estoy trabajando, estoy jugando en su isla. Lo encuentro tan divertido, ya entiendo por qué le gustaba tanto esto. He decidido que voy a crear un parque de pelota, su juego favorito. Entre tantos planes no había notado que ya faltaba poco para el día de su cumpleaños. Este sería el primero que pasaría sin él. Aún no sabía qué hacer, pero intentaba no pensar mucho en eso para no deprimirme. Cada vez que me venía ese sentimiento jugaba Animales Cruzando. Este juego me ha ayudado mucho a sentirme cerca de él. Desearía haberlo jugado con él cuando aún estaba aquí, hubiera sido divertido cosechar y pescar juntos. Pensar esto siempre hacía que se me aguaran los ojos.  

Ya hoy es el día de su cumpleaños y, honestamente, no tengo ánimos de nada. Mi teléfono suena, pero lo ignoro. Si Antonio estuviera aquí el día hubiera empezado diferente. Me hubiera levantado temprano para servirle desayuno en la cama. Nos hubiéramos contado nuestros sueños e intentado analizarlos. Luego, tal vez, hubiéramos visto televisión o ido a dar un paseo. Fuera lo que fuera, aunque sea hubiera podido abrazarlo. Nadie, absolutamente nadie, sabe todo lo que yo daría con tal de poder tenerlo en mis brazos una vez más. Entre lágrimas me quedo dormida y no me levanto hasta más tarde.  

Cuando vuelvo y abro los ojos veo que está atardeciendo. Ya más tranquila, decidí prender la consola y jugar un poco. Gran sorpresa me llevo cuando veo en mi casita del juego un gran bizcocho y a todos los aldeanos gritar “¡Felicidades!”. Al parecer este juego tiene una programación que hace que los personajes celebren tu cumpleaños. Ante tal sorpresa no pude evitar reír. Lo encontraba tan cómico, y sabía que mi novio también lo haría. Esto me llevό a pensar en lo mucho que a Antonio le gustaban las fiestas, sabía que a él no le gustaría que su cumpleaños fuera un día de tristeza. Todo lo contrario, si estuviera aquí sé que me diría que saliera a celebrar en su memoria. Y eso es justo lo que voy a hacer. 

Me levanté y miré mi teléfono. Resulta que su madre me había invitado a una comida que iba a hacer en memoria de su hijo. Decidí contestarle que iba a ir y comencé a prepararme. Cuando terminé, tomé mis llaves y me dirigí hacia la casa de su madre. Al llegar no sabía que esperar. Sin embargo, todos mis nervios desaparecieron cuando su madre me abrazó. Lo tomé como su forma de decirme que sabía lo mucho que lo extrañaba, y que ella lo hacía igual. Fue reconfortante sentir que había personas que estaban pasando por lo mismo que yo. De ahí me llevo a donde estaba el resto de la familia. El día se fue entre risas y nostalgia, contando historias sobre la infancia y ocurrencias de Antonio. Sabía que, donde sea que estuviera, estaría feliz que su cumpleaños fue un día lleno de alegría.

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Posted on May 19, 2022 .