La gasolina: un monumento literal

Bryan Cruz López
Escuela de Arquitectura, UPR RP


(Fotomontaje digital)

Medio: Impresión cromogénica

Dimensiones: 11”x14”

Descripción

María, nombre común en la isla, cinco letras, tres sílabas, pero a los que vivimos los estragos de septiembre de 2017, este nombre nos marcó la vida. A dos años del paso del huracán, todavía vivimos las consecuencias del embate de un fenómeno atmosférico categoría cinco. Aún se lloran familiares, el sistema de energía eléctrica sigue vulnerable, muchos negocios siguen inoperantes y familias de escasos recursos llaman techo a un toldo azul “temporero”. El pasado 6 de agosto de 2019, el estado de Nueva York, junto a su gobernador Andrew Cuomo, hicieron pública una convocatoria a artistas, arquitectos y diseñadores para someter propuestas, a modo de competencia, conducentes a la edificación de un memorial a las víctimas del evento climático antes mencionado. Pasados unos días, discutíamos en el taller de diseño de tercer año de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico la posibilidad de participar en la competencia de Cuomo y lo que esto significaría. A raíz de la conversación llegamos a la conclusión que no participaríamos. Este monumento significaría sellar una carta que aún no está escrita. La historia continúa, la llaga sigue abierta y cualquier esfuerzo debería dirigirse a atacar el problema de raíz y no solo a reflexionar sobre el tema. Partiendo de la premisa que las intenciones del gobernador de Nueva York son genuinas, me pregunto qué pasaría si los $700,000 que podría costar la obra se utilizaran para ayudar a familias necesitadas en la isla. ¿No sería esto el mejor aniversario de ese 20 de septiembre?

“La gasolina: un monumento” literal es mi contrapropuesta a la convocatoria del estado de Nueva York. Se concibió como parte de una serie de fotomontajes que buscaban exponer los eventos ocurridos en Puerto Rico luego del paso de María. Esta imagen se adelanta en el tiempo y capta el momento en que se inaugura la propuesta ganadora de la competencia del memorial. Intencionalmente, se utiliza como fondo una de las posibles ubicaciones para la instalación artística, The Esplanade, Baterry Park, Nueva York. La localización ofrece el escenario ideal para contraponer la monumentalidad del sitio contra la que sería la propuesta. Al igual que el trabajo del escultor sueco Claes Oldenburg, queda claro que el monumento no es más que un objeto cotidiano fuera de la escala acostumbrada. El tamaño del contenedor de gasolina se yuxtapone contra la Estatua de la Libertad, la que se divisa desde el lugar de la intervención. Se problematiza la jerarquía de un monumento tan conocido e idealizado en función del combustible que ese rojo metal contiene, el que es responsable de un sin fin de actividades cotidianas. El difícil acceso al combustible, y a la energía en general, ocasionó problemas tan serios como la muerte de personas que no pudieron recibir sus respectivos tratamientos médicos. Nuestros problemas fueron más grandes que cualquier estatua erigida.

Típico del fotomontaje, la imagen contiene otras capas de información que complementan su lectura y aportan a su significado. En un plano intermedio, se colocaron dos figuras cuyas posiciones y vestimentas privilegiadas los hacen sobresalir como servidores públicos. Mientras que el sujeto del podio levanta el pulgar como quien otorga el visto bueno, el de uniforme militar se dispone a develar lo que detrás del manto azul se esconde. Se decide representar el momento justo de la inauguración y no otro, pues el espectador deberá imaginar lo que hay detrás para que la lectura esté completa. Por último, en el plano frontal observamos puertorriqueños aguardando dicho momento. Este grupo de personas fue tomada de una fotografía de las interminables filas que debíamos hacer para conseguir una cantidad limitada de gasolina los días posteriores al embate del huracán. Simbolizan la espera, esa incertidumbre por no saber cuándo mejoraría nuestra situación. Se preguntan qué les aportará este memorial, cómo mejorará su situación actual. El día en que ninguna familia tenga por techo un toldo azul podemos pensar en construir algo que evoque al pasado; por ahora nos toca construir el futuro.

 
 
Posted on December 10, 2019 .