Camille Villafañe-Rodríguez, PhD
Editora
Ya sea porque apenas hace seis meses se celebraron las últimas elecciones, o porque atravesamos un momento particularmente vulnerable como país, muchas de las voces en este número reflejan un claro sentimiento patrio que invita a sus lectores a reflexionar críticamente sobre distintos aspectos que conciernen nuestra realidad caribeña.
Por ejemplo, el artículo ¿PNP significa corrupción?: Lexicón de los puertorriqueños durante las elecciones de Puerto Rico 2024 examina cómo los contextos políticos y culturales influyen en el lenguaje, con un enfoque en las pasadas elecciones. Por su parte, Integrando el BSN Femenino y Masculino en la historia urbana de Puerto Rico destaca la importancia del baloncesto en la memoria colectiva puertorriqueña a través de la aplicación digital de Hoops Horizon, una herramienta de enseñanza geoespacial que incorpora los estudios sociales para contribuir a la educación de la historia deportiva en la Isla.
De igual manera, otros trabajos buscan concientizar sobre distintas luchas sociales en Puerto Rico, tales como la gentrificación urbana en La baja poblacional de Puerto Rico a la luz del concepto de la injusticia espacia y la historia de movimientos feministas en la Isla, en El silenciamiento como no existencia: Mujer Intégrate Ahora y el feminismo como resistencia.
Además, este número también se destaca por una variedad amplia de obras literarias y plásticas que tocan el tema. Entre estas, se encuentra Logorrea, un poema que rumia melancólicamente sobre el estado actual de Puerto Rico, sin perder la esperanza en la posibilidad de forjar un mejor futuro para el país. Las obras Llorando viví y En el campo desde la metro son odas a los pueblos de sus autoras, quienes expresan una añoranza palpable por la tierra que las vio crecer. En contraste, Una noche en Río Piedras pinta una acuarela vibrante que da nueva vida a esta ciudad tan emblemática. La imagen que ilustra la portada de este número representa un paisaje familiar para cualquier puertorriqueño: una mesa de frutas al borde de la carretera. Más revelador aún es el título de la obra, No tan simple existencia, que nos invita a mirar más allá de la imagen pintoresca y descubrir una capa de nostalgia que también forma parte de nuestra cotidianidad borinqueña (sí, la misma nostalgia que nos lleva a querer tirar más fotos y recordar los detalles que más profundamente marcaron nuestro sentido de identidad cultural).
De parte del equipo de trabajo de la revista, esperamos que disfruten el contenido de este número tanto como nosotras, y que les sirva de inspiración para reflexionar sobre cómo la juventud sigue repensando la identidad puertorriqueña a través de la creación y la investigación.