Ámbar Marrero 
Departamento de Psicología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 
Recibido: 23/01/2024; Revisado: 18/04/2024; Aceptado: 28/05/2024
Las noches iluminaban mi delicada niñez 
Las estrellas me miraban con orgullo 
La luna reflejaba su magna luz patriota 
Los cucubanos alumbraban mi suave rostro 
La naturaleza me cuidaba, ruidosa y traviesa 
El viento, animado, enfriaba mi piel 
Los planetas nos contemplaban, curiosos 
Los cucubanos salían a jugar con el rocío 
¿Quién habrá silenciado a las estrellas? 
Ya no gritan, a penas suspiran en la soledad 
Guardan secretos, ya la luna no las reconoce 
Ahora los cucubanos se esconden en la niebla 
Me enterré en la grama; rogándole a nuestra Madre 
Miré furioso al nuevo vacío, estremecedor 
Escuché el llanto de la luna, su decepción 
Sólo había un lamentable cucubano 
Quiero gritar bajo esta oscuridad cegadora 
Pienso en qué será de mi archipiélago: un foco 
Extraño la profundidad de la noche; extraño a Borikén 
Hoy no recuerdo cómo se ven los cucubanos…  
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