Paisajes invisibles

 

Daniel Rivera 

Departamento de Estudios Interdisciplinarios 

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 12/10/2023; Aceptado: 9/11/2023 

 

 

Si abriéramos a las personas,  encontraríamos paisajes. 

-Agnés Varda 

 

Recuerdo cuando viniste roto hacia mí.  

Te observé mientras llorabas  

y sin mediar una sola palabra   

abrías los brazos  

con la intención de que te abrazara.  

Entendí tus miedos y preocupaciones  

en pequeños charcos resplandecientes  

que se posaban sobre mi hombro.  

Si solo te dieras cuenta   

de los hermosos paisajes invisibles  

que muchos no saben ver   

y habitan dentro tuyo,   

empezarás a explorarte  

hasta conseguir amarte.  


Posted on December 23, 2023 .

Amarillo

Daniel Rivera 

Programa de Estudios Interdisciplinarios 

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 19/09/2023; Aceptado: 28/11/2023 

 

 

Juraría que cada mañana al despertar  

le hago el amor al sol.   

Al menos eso intento  

mientras con los ojos cerrados   

me poso frente a la ventana del cuarto  

y lanzo bocanadas de humo  

entregándome a lo poético del silencio,  

sintiendo los calurosos besos  

de los rayos de luz por todo mi cuerpo. 


Posted on December 23, 2023 .

Multitudes reveladas 

Kiara Valcárcel Rivera 

Departamento de Antropología 

Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

 

Recibido: 19/09/2023; Aceptado: 18/12/2023 

 

Me niego a cederle el paso a tus juicios;  

no quiero ser parte de tus relatos ficticios.  

Adoro mis posibilidades infinitas  

y jamás aceptaré tus etiquetas malditas.  

No puedes limitar mis sueños;  

Yo soy de mí y no seré tu diseño.  

  

Me niego a cortarme las alas  

que me libran del encierro de tus murallas.  

Adoro la libertad en mi expresión  

y jamás permitiré que esté en tu posesión.  

No puedes causarme más sufrimiento;  

Yo soy de mí y protegeré mis sentimientos.  

  

Me niego a ser parte de una historia  

que rechaza mis deseos como escoria.  

Adoro mis excesos en piel y pasión  

y jamás cambiaré para solicitar tu devoción.  

No puedes contener mis multitudes;  

Yo soy de mí y reconozco mis virtudes.  


Posted on December 23, 2023 .

Golondrina

Alondra T. Rodríguez Almodóvar 

Departamento de Psicología 

Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

 

Recibido: 17/09/2023; Revisado: 20/11/2023; Aceptado: 18/12/2023 

 

  

Sentí un dolor inmenso, vacío   

del cual ya no me encuentro   

del cual mi nombre ya no recuerdo.   

Será que he dado todo sin pensarlo  

o que ame demasiado sin dudarlo.   

  

El tiempo ya ha transcurrido, solo queda el olvido.   

De aquel evento inevitable del cual mi mente ha sacudido,  

sigo pensando, pero me temo que ya no recuerdo,   

sigo esperando a alguien, pero ya ni me acuerdo.   

  

En cada paso puedo oler su aroma en su cuarto desierto,   

no solo está abandonado, desolado, sino que está envuelto de recuerdos,  

que no quiero recordarlos. Solo siento dolor, tristeza, ansiedad y desconsuelo   

del cual no me siento y no tengo consuelo.  

  

Golondrina, sal de tu cuarto desierto,   

abandona ese nido lleno de demonios,   

que aún te consumen el alma, tu espíritu y el sueño idóneo.   

Sé libre de estas cadenas que arrastran tu vuelo.   

Vuela de una vez por y todas   

aunque tus alas hayan sido marchitadas, lastimadas, no dejes de volar.   

  

Sigue volando sin cesar   

aunque te cueste mirar hacia atrás,   

tu nido oculto desaparecerá.   

Aunque llegue la tiniebla, no pararás   

entre nubes, bruma y aleteo  

 tu trayecto debes continuar.   

  

Recuerda aquel sentimiento de esperanza  

que estuvo latente en tu mente   

que en tu corazón nunca quiso descansar   

y hoy te dice que sigas, en marcha y vuelvas a volar.


Posted on December 23, 2023 .

Acróstico de pila

Gabriel Crespo Ortiz 

Departamento de Comunicación Audiovisual 

Facultad de Comunicación e Información, UPR RP 

 

Recibido: 15/09/2023; Revisado: 28/11/2023; Aceptado: 20/12/2023 

 

 

Gala, galán, gabán, galardones  

Grifo, giros, gritos, guiones  

Gremio gestor gozará, genio gesto, gruñirás  

Gustos grosos, grosor grupal 

 

Anclas aferradas al arrecife abismal 

Archivos anticuados, angustia al alar  

Antorcha adicta a absorber agua, arroyos azules  

Amplitud angosta, abierta a arrollar aptitudes 

 

Bandido bastardo, bifásico, brinca bandos  

Bibliotecas bidimensionales, balón blando  

Burbujas biográficas, botellas blindadas  

Bonetes bicéfalos bifurcan besos bardos 

 

Ruta rural, rastros raramente reveladores  

Repercuten reglas redundantes  

Reflejos razonablemente repugnantes  

Rociando rayos, remando ríos, ríen ruiseñores 

 

¿Inquieto?, incapaz, incorporé ideas ilegales 

 

¿Ingrato?, imprudentemente impregnado  

Inauditamente inverosímil, ignorancias infantiles  

Imperio interno hibernando, inquietantemente inmovilizado 

 

Ecosistemas eclipsados entre estrellas  

Establecimientos enfáticamente efímeros  

Escopetas eficaces, expertas en ejecutarse entre ellas  

Estándares erguidos, eluden exuberantes epítetos 

 

Laberintos labiales locuazmente letales  

Lugares limítrofes litigan leyes lícitas  

Luminosidad legítima, lágrimas leales  

Lluvia liviana, ligera, lengua lanzando letras líricamente literales 


Posted on December 23, 2023 .

Sus nombres

Abigail Olmo Martínez   

Departamento de Literatura Comparada  

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 19/09/2023; Revisado: 30/11/2023; Aceptado: 18/12/2023  

 

Ella, infinita, con sus múltiples extremidades,  

De una fuerza maternal, pero a la vez cruda,  

 Sostiene en cada una un aliento latente,  

Un alma siempre lista para emprender.  

Gozamos de sus tesoros y aventuras,  

Pero queda ella dada por sentada,  

Pues su valor ha sido ignorado,  

Desde nuestra grave necedad,  

Hasta que su agarre flaquee,  

Y de nuevo alcemos la vista,  

Hacia su bello rostro de luz,  

Y ensalcemos su milagro,  

Su regalo de existencia,  

El mero hecho de ser.  

Su nombre,  

  

¡Pero aguarden un segundo! Acá se avecina el Otro,  

Sombra enigmática, temida por millones entre nos.  

Gélida es su presencia, según sus testigos,  

Pero su verdad dulce como la miel,  

Pues con su velo negro y pesado,  

Otorga la gracia de la paz eterna,  

La última parada para aquellos,  

 Que su fin ya cumplieron.  

Su oscura fama procede,  

De nuestro gran miedo,  

A jamás volver a ser.  

Pocos lo honran hoy,  

Como en aquel ayer,  

Pero fiel aun es él,  

A todos por igual,  

Su nombre,  

Ha llegado la compañía, el todo-presente,  

Quien, con su marcha constante y segura,  

Marca sin falla el ayer, ahora y mañana.  

 Medirlo pretendemos, y ponerle precio,  

Llegar sin faltas y cobrar por su plazo,  

Permanecer joven y recordarlo todo,  

Con fotos congelar esos instantes,  

Mas libre se esfuma con facilidad,  

Y hasta las memorias se disipan.  

Narra todas nuestras historias,  

Desde el crío hasta la abuela,  

Sobre el ruin y la bendecida,  

Sin perderles pie ni pisada,  

Pues nunca cesará,  

Su nombre,  

  

Ya nos interrumpe otro buen camarada,  

Quien, a varios infecta con su música,  

La sinfonía que aviva los corazones.  

Sus fuertes abrazos arden y sanan,  

Con flechazos crea nuevos lazos,  

Y de su aliento surge la pasión.  

Por él sufrimos en rojo vivo,  

Puesto a que surge la sed,  

Esos achares y anhelos,  

Pero también gozamos,  

De las caricias dulces,  

Y los besos eróticos,  

Que, en su silencio,  

Cantan mil versos.  

Su nombre,  

  

Aquí irrumpe la última amiga del grupo,  

La que posee la gran rueda del azar,  

Cual gira lenta y con arbitrariedad,  

Y como la Justicia, ciega decide,  

El advenir que nos acontecerá,  

Sean dichas o desventuras.  

Misteriosa, la veneramos,  

Y jugamos sus apuestas,  

En aparente posibilidad,  

De una cabal acertada,  

Chiste de necios pues,  

Es ella la apoderada.  

Otros la inculpan,  

De sus reveses,  

Mas ella aplicó,  

La mera ley,  

Del Karma.  

Su nombre,  

  

Estimados y estimadas quienes aquí me oyen,  

Que tolerantes aguardaron mis descriptivas,  

Ruego por su compasión ante mis fallos,  

De mi falta de modales y extravíos,  

Al dejarles perdidos entre siluetas,  

Espectros imprecisos inmortales,  

Aunque bien confío asumir que,  

Ya a estos cinco les conocen,  

Pues nunca les abandonan,  

Los verdaderos dioses,  

Sus nombres… 


Posted on December 23, 2023 .

Mi melodía

Abigail Olmo Martínez   

Departamento de Literatura Comparada  

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 19/09/2023; Revisado: 30/11/2023; Aceptado: 18/12/2023  

 

Murmurando un himno nacional,  

Natural de nuestras carnes e historia,  

Somnámbula voy por la insomnia,  

De los hijos de Adán, mi par desigual.  

  

Su omnipresencia oprimiente,  

Su bronca falocracia gritando,  

Mengua mi melodía inocente,  

 Nuestra imagen desmoronando.  

  

Me encuentro en momentos,  

Como Susana, mujer de Joaquín acusada,   

Entre misóginos, errados mortales violentos,  

y su gran demencia desvirtuada.  

  

Aún muda sonará mi sinfonía,  

 Indemne me mantiene ella sola,  

 Femenil melodía tras la cacofonía,  

En espera de un alba viril ella mora.  

  

Cuando amanezcan ellos nobles,  

Cantando sobre ese amor olvidado,  

Se sanará el equilibrio sagrado,  

 Ansiada armonía de ambos acordes.  


 

Posted on December 23, 2023 .

Tu latín

Abigail Olmo Martínez   

Departamento de Literatura Comparada  

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 19/09/2023; Revisado: 20/11/2023; Aceptado: 18/12/2023   

   

La puesta del sol hoy sabe a ti,  

A vino tinto y llanto de violín,  

Pues de Eros un cruel flechazo viví,  

Mientras de lejos leía tu latín.  

  

Bien te contemplo a distancia,  

Tu mirada perdida a la mar,  

Portando tu triste elegancia,  

Amargamente me toca llorar.  

  

¿Por qué es la vida irónica?  

Con tanta burla, y paradójica,  

  

¿En dónde se equivocó Fortuna?  

Tyche, ella me fue inoportuna.  

  

El tiempo nos divide; tú, luego yo,  

Lejanía continental entre nos,  

Dicha realidad mi alma destrozó,  

El hecho de jamás estar con vos.  

  

La puesta del sol hoy sabe a ti,  

A madera vieja y cielo jazmín,  

Triste ilusión que de una sentí,  

Mientras de lejos leía tu latín.  


Posted on December 23, 2023 .

Misión fallida en Pompeya

Akari Sustache Baéz
Departamento de Psicología
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Recibido: 20/09/2023; Aceptado: 18/12/2023  

 

En una fría mañana del planeta gris Elerium, la nave E-43 emprendió su expedición hacia la Tierra. La misión, dirigida por el capitán Kaier, tenía el propósito de implantar un dispositivo exploratorio atmosférico en el área montañosa de Roma. Según las misiones recientes, dicha ciudad era el epítome de la civilización moderna en la Tierra. Por este motivo, el Departamento de Investigación Interplanetaria había decidido enviar a dos agentes altamente educados en la cultura terrícola como agentes encubiertos para la misión. La fecha, según el calendario terrícola, era el año 79 después del nacimiento de una figura llamada Cristo. Sin embargo, lo que concernía al capitán Kaier en aquellos momentos, mientras la nave atravesaba la Vía Láctea a la velocidad de la luz, era el presentimiento de que la misión estaba fuera de su control.  

Atrás en la cabina de la nave, los agentes Valera y Sirko se miraban fijamente. Valera sabía exactamente como el miedo corría por las venas de Sirko, pues de la misma manera corría por las suyas. Sabía que la atmósfera de Elerium pronto se volvería inhabitable y necesitaban recopilar toda la información posible para clonar la atmósfera terrícola. En un abrir y cerrar de ojos, la nave atravesó la exosfera y aterrizó cerca del monte Vesubio en la región romana. El capitán se despidió, prometiendo que en tres semanas regresaría para la extracción. Luego recalcó el protocolo indispensable de toda infiltración interplanetaria. 

–Asimilación total de la cultura local, no revelar identidad y, sobre todo, bajo ninguna circunstancia interferir con los procesos políticos, sociales o ambientales. Si esto sucede, la misión se va por la borda y se quedarán varados en la Tierra por el resto de sus vidas. ¿Entendido? 

Valera y Sirko asintieron y, tres días después, habiendo instalado una pequeña base científica, determinaron prudente conocer la civilización terrícola. A poca distancia del monte Vesubio quedaba una ciudad conocida como Pompeya, óptima para realizar observación social. Antes de aparecer en público, se colocaron sus máscaras y se ataviaron con pelucas, pues los Elerios carecían de vello corporal. Así también disimulaban la forma de sus cráneos.  

Durante los próximos días, establecieron una rutina de tomar las mañanas para registro de datos y las tardes para ir a Pompeya. A pesar de ser agentes de alto calibre, se les hacía difícil ocultar la emoción de observar el entorno humano en carne propia, lleno de comercio bullicioso. Un día decidieron explorar un tanto más y llegaron hasta la costa. Valera hundió sus pies en la arena, completamente absorta en el horizonte.  

–¿Hace cuánto tiempo no se ve un cielo tan azul en Elerium? –preguntó Valera, recordando los cielos grises de su planeta.
–Desde que mis abuelos eran niños –intentó recordar Sirko. 
–Te confieso que no me dolería quedarme aquí. 
–¿De veras? Pues, si algo fracasa y no volvemos a casa, tampoco me molestaría quedarme aquí contigo. 

Ella lo miró sonriendo. Él también la miraba, apenas comprendiendo el éxtasis de estar en aquel planeta, embriagando sus sentidos con una belleza jamás conocida.  

De repente, sintieron la tierra estremecerse bajo sus cuerpos. Inmediatamente corrieron a la base de observación. Notaron que se había registrado un temblor de tierra moderado y permanecieron intranquilos hasta que cayeron rendidos a merced del sueño. La naturaleza aparentaba estar en silencio durante la madrugada, hasta que otro temblor súbito estremeció la tierra. Entonces comenzaron a preocuparse. Al visitar la ciudad, observaron que las personas actuaban a su modo usual. Un anciano les dijo que no debían alterarse, pues era un fenómeno que sucedía de vez en cuando. Intentaron aplacarse, pero por la tarde sintieron un tercer temblor. Decidieron que era necesario hacer un análisis exhaustivo de las condiciones de la superficie y medir la temperatura geotérmica.  

Luego de una tarde de aplicar distintas pruebas para hallar las causas del fenómeno, dirigieron sus miradas hacia el monte Vesubio. 

–Es un volcán activo… –habló Sirko. 

Valera redirigió su mirada a los ojos de Sirko y dijo lo que ambos ya sabían.  

–Y va a explotar. 

Precisamente en tres días, indicaban los cálculos de sus dispositivos.  

Esto ponía en juego toda la misión. Si no escapaban, morirían con la explosión. Sin embargo, el mayor conflicto era que, según sus predicciones, el caos volcánico arrasaría Pompeya. En sus manos se encontraba el poder de advertirle a los ciudadanos de la hecatombe por venir y así salvar sus vidas, pero esto violaba totalmente las reglas de la infiltración.  

Pasaron toda la noche sin dormir, pesando aquel debate moral, hasta que Valera expresó lo que su conciencia no le permitía callar. 

–Esta tierra no será mi hogar ni mi responsabilidad… pero jamás podría perdonarme por dejarlos morir, sabiendo que podría haber salvado miles de vidas. ¡Qué importa si rompemos el protocolo de infiltración! ¡Tenemos un volcán de frente y va a explotar en tres días! 

Sirko la miró en silencio. Acto seguido, prosiguió a ponerse su disfraz y a dirigirse hacia Pompeya.  

–¡Sirko! ¿A dónde vas?
–A romper el protocolo.  

Sonriendo, Valera se apresuró a disfrazarse y corrió tras él. Al llegar a la cuidad, recién amanecía y las calles comenzaban a llenarse. Se acercaron a la plaza y juntos se treparon sobre la base de un monumento. Varias personas comenzaron a mirarlos. Valera respiró hondo y alzó su voz tan alto como permitió su garganta. 

–¡Ciudadanos de Pompeya! El caos está por venir… El monte Vesubio hará erupción pasado mañana y quienes no huyan, morirán.  

Ante las palabras de Valera, un círculo hostil se había formado en torno a los extraterrestres.
–¡Calla, extranjera! –gritó un mercader.
–¡Escuchen nuestras palabras y sálvense! Todavía están a tiempo–imploró Sirko.
–¡Están locos! –exclamó otro individuo.
–¡Más que eso, son hechiceros! –decidió una señora. –¿A qué dioses sirven?
–No somos hechiceros de ninguno de sus dioses. Venimos de lejos para anunciarles esto y salvarlos de la muerte segura –intentó explicar Valera.  

Esta respuesta no complació a la masa de personas, que crecía como levadura ante la conmoción.   
–¡Hablan contra nuestros dioses! Quieren atemorizarnos para conquistar nuestra ciudad –declaró la señora. 

Valera y Sirko intentaron explicarse inútilmente, hasta que el pueblo enfurecido se tornó violento. Comenzaron a arrojarles piedras y un hombre haló las vestimentas de Valera, arrancando su traje. Otra piedra dio contra el cráneo de Sirko, haciéndolo sangrar color azul.  

De repente, la turba calló. Miraban atónitos a los extraterrestres, quienes trataban de cubrirse. 

–¡Son monstruos! –gritó un niño. 

Entonces la multitud se alzó de nuevo en gritos. ¡MONSTRUOS, MONSTRUOS!, gritaban sin piedad. Eventualmente, un centurión romano llegó a la escena para llevarse a Valera y a Sirko. Este los presentó ante el cónsul, quien ordenó que los despojaran de sus vestiduras. Desnudos, mostrando sus pieles traslúcidas y cráneos amorfos, temblaron de miedo. El cónsul, asqueado y mirándolos con desdén, ordenó al centurión que los encerrara en un calabozo antes de ejecutarlos. De esta manera, terminaron en una celda subterránea donde la luz del sol entraba por pequeños orificios en el techo.  

–Ahora moriremos todos… –lamentó Valera en profunda agonía, mientras Sirko la abrazaba en su propio desconsuelo. 

Allí permanecieron un día entero, hasta que los guardias los liberaron en la mañana del tercer día. Tan pronto los exhibieron a la luz solar, la turba reapareció, sedienta de presenciar una ejecución.  

–¡Ciudadanos de Pompeya! ¡Aquí tienen a sus monstruos! –anunció el cónsul.  

Los guardias prosiguieron a llevarlos hasta una colina, donde los ataron y fijaron a tablones de madera. Ambos sabían lo que habría de suceder: crucifixión. Los guardias instalaron las dos cruces verticalmente. Ahora procedía morir por asfixia.  

La multitud observaba sus cuerpos traslúcidos temblar y tornarse rojos bajo el sol. Los extraterrestres observaban el monte humear y prepararse para explotar.  

–¿Dónde está la muerte segura de la que hablaban, ah? –preguntó un hombre.  
De repente, la tierra comenzó a temblar vigorosamente. Seguido de eso, una explosión se escuchó a la distancia y se elevó una columna de humo negro. La multitud murmuraba ansiosa, hasta que cayó el granizo y corrieron como ganado desenfrenado. Del cielo llovían piedras hirientes que desbarataban los techos. El cielo del mediodía se había tornado gris y los extraterrestres quedaron solos, aún atados a sus cruces. Los guardias que suponían vigilarlos corrieron al presenciar la primera oleada piroclástica. La explosión lanzaba grandes proyectiles en llamas que destruían todo a su paso, incendiando la ciudad. Entre el humo que arropaba todo, Valera y Sirko apenas podían verse. Las cruces habían caído al suelo, pero permanecían atados, incapaces de escapar.  

Arrastrándose, sus pieles traslúcidas sangrando color azul, lograron acercarse uno al otro. Sabían que estos eran sus últimos momentos y quisieron decirse algo poético antes de morir. Sin embargo, escucharon el zumbido del proyectil que se aproximaba. En un segundo serían mártires de sus buenas intenciones, sus recuerdos convertidos en cenizas. Sirko miró el cuerpo irreconocible de Valera y le regaló sus últimas palabras de consuelo: 

–Lo intentamos… 


Posted on December 23, 2023 .

Mensaje de la editora

Camille Villafañe-Rodríguez, PhD
Editora

La revista [in]genios se concibió hace casi una década como un medio para la difusión de la producción académica investigativa, creativa y técnico-profesional del estudiantado de bachillerato del sistema público de educación superior de Puerto Rico, que incluye a la Universidad de Puerto Rico, la Escuela de Artes Plásticas y Diseño, y el Conservatorio de Música de Puerto Rico. En el trayecto, hemos sido testigos de la calidad, originalidad, creatividad y profundidad de los trabajos aquí publicados, cuyas respuestas a problemáticas locales e internacionales crean lazos y diálogos imprescindibles.  

A manera de ejemplo, “La liminalidad de los espacios de la mente: la búsqueda de una metodología pre-liminal”, de Liam A. Gómez Pedraza, propone retomar el concepto de la liminalidad en las artes escénicas para conceptualizar una metodología de tránsito entre disciplinas como el performance, la danza y el teatro para desarrollar un producto escénico transdisciplinario. Además, en su trabajo “The detriment of the air conditioning unit and ways to improve ventilation in tropical and arid architecture”, Mauricio Luengo Ríos plantea cómo, ante la amenaza del cambio climático, la ventilación pasiva y el vernacularismo proveen soluciones para crear una arquitectura más sustentable. Por otro lado, en su obra “RE-VIVIENDA: Repensando la estrategia actual de diseño residencial y producción de comida en Puerto Rico a través de una propuesta sostenible”, Diego A. Daleccio Meléndez presenta un proyecto para la reutilización de contenedores de envío abandonados como material de construcción sostenible, cuyo propósito es crear viviendas sostenibles usando los contenedores abandonados por CROWLEY en Isla Grande. Por último, la “Propuesta de diseño para la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Puerto Rico” constituyó un proyecto grupal que consideró la crisis energética, la carencia de espacios de estudio y de accesibilidad, y la preservación de la flora y la fauna para diseñar una facultad de ingeniería que responde a las condiciones y necesidades de Puerto Rico. 

En efecto, los trabajos agrupados en este número bajo Artículos técnicos y propuestas ofrecen, desde diversas disciplinas, maneras de repensar nuestras circunstancias. Les invitamos a leer detenidamente los artículos, propuestas y obras creativas que nutren este número, y a apoyar esta iniciativa desde diferentes miradas. La revista [in]genios se enorgullece de continuar siendo el único medio en Puerto Rico que le ofrece al estudiantado subgraduado del sistema público la oportunidad de adquirir la experiencia y aprendizaje de publicar en una revista académica arbitrada. 

Posted on December 23, 2023 .